Pseudociencia y pseudoperiodismo

¿Que los días duran 16 horas? ¡NO! Eso es una tontería

Una noticia falsa; bulo, en español, hoax, en inglés; circula desde 2013 en internet, haciendo creer que el día ya no tiene 24 horas, sino... 16! Basado en una verídica Resonancia de Schumann, mezcla peras con manzanas, confundiendo elementos básicos de la física y astrofísica e inventa razones para decir que la tierra se aceleró y ahora el día tiene 8 horas menos.

Por Leonel Retamal

25/11/2015

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speed of earth

De partida, la propia entrada de Wikipedia de la Resonancia de Schumann, desacredita los rumores pesudocientíficos que circulan en internet, basados en que la tierra gira más rápido desde 1980. Según la noticia divulgada basada en los datos Schumann, «la tierra durante siglos se volvió sobre su eje a 7.8 Hz. pero desde 1980, ese número cambió. Aunque lo hizo muy rápidamente en tan sólo seis años, llegando a 12 hz».

{destacado-1} En el informe, también se hace alusión a las catástrofes climáticas «como una posible consecuencia de la alteración de los campos magnéticos de la tierra, que también se ha visto modificada desde el 2000».

Como dato, los relojes se calibran por pulsaciones de cristales minerales, o átomos, o sistemas mecánicos, que no tienen absolutamente nada que ver con la resonancia Schumann. Nos daríamos cuenta si la Tierra cambiara su rotación en 1 segundo. Mucho más si fueran 8 horas en 15 años.

DESBARATANDO LA MENTIRA

Lo primero, según señala la entrada de Wikipedia sobre el hoax, es que esta es una noticia creada en 2008, por el autor estadounidense de literatura new age Gregg Braden. Afirmó, mediante una regla de tres inversa, que si 8 Hz correspondían a una rotación de la Tierra de 24 horas, entonces 12 Hz correspondían a una rotación de la Tierra de 16 horas, que el planeta Tierra estaba girando más rápido. OK.

alejandro-clocchiattiEl Ciudadano entrevistó al Astrofísico de la Universidad Católica, Alejandro Clocchiatti, Profesor del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, además, integra el Instituto Milenio de Astrofísica, MAS. Es uno de los 20 investigadores que publicaron en 1998 el paper «Evidencia observacional basada en supernovas de un Universo acelerado y de una constante cosmológica”, que básicamente anunció al mundo el descubrimiento de que el Universo se estaba expandiendo «aceleradamente».

Lo que plantea el investigador es que «la exageración de los números debería hacerle parar las antenas a cualquiera que tenga sentido común. Si nos dijeran que la rotación de la Tierra se redujo en 16 milésimas de segundo, uno podría dudar. Su fueran 1,6 segundos sería difícil de creer, pero que pasó de 24 a 16 horas y no lo vemos en los relojes es una pelotudez mayúscula».

Él plantea esto porque el día se alarga por efecto de las mareas 17 microsegundos por año, aproximadamente un segundo cada 59.000 años.

Profesor ¿Qué posibilidades reales existen de que el día se acorte por esta resonancia de Schumann?

Ninguna. Es como decir que la respiración de los piojos en el pelo del corredor de 400m le va a impedir desarrollar toda su velocidad. Son fenómenos con escalas de energía completamente diferentes. Uno supergigante (la rotación de la Tierra) y el otro completamente enano.

Además, como en el caso de los piojos, unos estarían echando el aire para un lado y otros para otro, así que incluso compensarían sus micro-impulsos.

¿Podría girar más rápido la tierra y qué consecuencias traería para la vida en el planeta?

La Tierra giraba más rápido en el pasado, y ha ido bajando la velocidad desde que la Luna se formó y comenzó a alejarse lentamente. Sigue bajando su velocidad muy, muy lentamente (y la Luna se sigue alejando, muy, muy lentamente).

¿Qué mecanismos de la propia tierra podrí­an influir en acelerear su velocida de rotación?

Redistribución de su masa gran escala. Pero, ya sucedió en el pasado muy remoto. No esperamos que vuelva a suceder.

¿Existe la llamada metafí­sica cuántica y la astrofísica metacuántica?

Es una chantada digna de un personaje de Quino, Fontanarrosa, o alguno de los amigotes de Condorito.

¿CONSPIRACIONES?

Y, finalmente, una reflexión en torno a la labor de los medios en el escenario actual de superabundancia de información y la influencia de las redes sociales en difundir este tipo de noticias falsas, el profesor Clocchiatti plantea un problema del periodismo: «Entre los periodistas hay poca cultura de chequear las fuentes con expertos en los temas, y en los editores en exigir que esto se haga. Eso es lo que bordea la irresponsabilidad. Así como en caso de una noticia ustedes chequean y buscan 2 o 3 fuentes independientes que los lleven a confirmar lo que van a publicar, con esta clase de información habría que hacer lo mismo».

Y continúa reflexionando sobre el ejercicio de la ciencia y su relación con el periodismo. «Hace siglos que venimos desarrollando ciencia y mucha gente sensata que está en condiciones de entender lo que es más o menos cierto y lo que es chantada. También puede ser, simplemente, que haya periodistas chantas».

También «está la visión «de afuera» que nos pone a los científicos que trabajamos en universidades o instituciones gubernamentales como parte de una «mafia», la «ciencia oficial» que trata de des-informar a la población manteniéndola en la ignorancia de temas trascendentes y de gran interés para la población. Pero eso también es una estrategia para ganar mercados.  No conozco ninguna organización humana que haya podido ser tan eficiente durante tanto tiempo para poder ocultar algo llamativo. Ni la KGB, ni el FBI, ni la CIA, ni la iglesia, etc., etc. Mucho menos los científicos.

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