Resuelven el enigma de antiguo cementerio de ballenas en el desierto de Atacama

Hace varios años, se descubrió algo muy llamativo en el Desierto de Atacama, considerado como el más seco del mundo: Restos de animales marinos, incluyendo tantos de ballenas que el yacimiento fósil recibió el nombre de Cerro Ballena, y también ha sido descrito a menudo como un cementerio de ballenas

Por mauriciomorales

08/04/2014

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cementerio de ballenas en desieto atacama

Hace varios años, se descubrió algo muy llamativo en el Desierto de Atacama, considerado como el más seco del mundo: Restos de animales marinos, incluyendo tantos de ballenas que el yacimiento fósil recibió el nombre de Cerro Ballena, y también ha sido descrito a menudo como un cementerio de ballenas. ¿Por qué se habían acumulado allí tantos cadáveres? Además, no databan todos de una misma época. ¿Cómo habían acabado reunidos allí? ¿Fueron víctimas de algo que se repitió en distintos momentos históricos?

En la primera expedición paleontológica detallada al extraño lugar, que se llevó a cabo en 2011, paleontólogos chilenos y estadounidenses examinaron los fósiles, que datan de entre 6 y 9 millones de años atrás. El equipo documentó los restos de 10 tipos de vertebrados marinos. Además de los esqueletos de las más 40 ballenas barbadas grandes, que son lo que predomina en el sitio, el equipo documentó los restos de dos especies ya extintas: Una de cachalote y otra que fue una rara ballena que recordaba un poco a una morsa. También encontraron esqueletos de focas, perezosos acuáticos e istiofóridos (peces emparentados con el pez espada y que se conocen popularmente con nombres como picudos o marlines).

Sin embargo, lo que más intrigó al equipo fue la forma en que estaban dispuestos los esqueletos. Los esqueletos se preservaron en cuatro niveles diferentes, lo cual sugiere que la causa que mató y dejó allí a los animales fue esencialmente la misma en todos los casos. La orientación y condición de los esqueletos indicaron que estos animales murieron en el mar, antes de quedar sepultados en una llanura de marea.

Los casos en que un conjunto de ballenas queda varado en una playa han estado rodeados de misterio desde tiempos de Aristóteles. Estos sucesos en la actualidad pueden ser investigados y sus causas, a menudo asociadas al hombre, identificadas. Sin embargo, los acontecidos hace millones de años son mucho más difíciles de analizar, y a menudo su causa queda como un misterio sin resolver. Por eso, desentrañar el enigma del cementerio de ballenas en el desierto no ha sido tarea fácil. En un estudio a cargo de científicos estadounidenses y chilenos, cuyos resultados se han presentado recientemente, parece que se ha dado por fin con la explicación al enigma.

El equipo de Nicholas Pyenson, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano en Estados Unidos, ha determinado que las masacres fueron causadas por algas tóxicas.

En la actualidad, las toxinas liberadas al agua a consecuencia de proliferaciones masivas de algas nocivas, como las mareas rojas, son una de las causas predominantes de los casos en que cantidades considerables de animales marinos grandes, incluyendo ballenas, quedan varadas en una playa.

Hay pocos ejemplos modernos que sean buenos análogos de los patrones observados en Cerro Ballena y que al mismo tiempo resulten lo bastante fiables en cuanto a las causas de muerte de los animales. Uno de los ejemplos mejores data de finales de la década de 1980. En aquella ocasión, más de una docena de ballenas jorobadas fueron arrastradas por la corriente hasta una playa cerca del Cabo Cod, sin indicios de traumatismos, pero enfermas por la ingestión de caballa envenenada con toxinas de mareas rojas. Las proliferaciones masivas de algas nocivas en el mundo actual pueden perjudicar seriamente a diversos mamíferos marinos y peces depredadores grandes. Una pista crucial para los científicos ha sido la naturaleza repetitiva del fenómeno aniquilador de Cerro Ballena. El único fenómeno plausible y que encaja con lo observado en el yacimiento paleontológico es el de las mareas rojas.

Los autores del nuevo estudio han llegado a la conclusión de que las toxinas generadas por proliferaciones masivas de algas nocivas muy probablemente envenenaron a muchos vertebrados marinos cerca de Cerro Ballena a finales del Mioceno (hace entre 5 y 11 millones años) por la ingestión de presas contaminadas o inhalación, causándoles una muerte relativamente rápida en el mar. Sus cadáveres luego flotaron arrastrados por la corriente hacia la costa, donde fueron arrojados a la playa por las olas, y acabaron enterrados en la arena.

Imagen: Paleontólogos chilenos y del Instituto Smithsoniano estudiando varios fósiles de los esqueletos de ballenas en el Cerro Ballena, junto a la carretera panamericana en la región de Atacama en Chile. (Foto: Adam Metallo, Instituto Smithsoniano).

Fuente: Noticias de la Ciencia

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