Un estudio muestra que la creatividad aflora al suprimir una parte del cerebro racional

La estimulación negativa se aplicó al lado izquierdo de una región del cerebro conocida como corteza prefrontal dorsolateral, un área involucrada en funciones como la planificación y el razonamiento abstracto, así como la memoria de trabajo. Luego se observó cómo se desempeñaban en algunos acertijos.

Un grupo de investigadores descubrió que suprimiendo la actividad en una parte del cerebro involucrada en la planificación y el razonamiento, puede aumentar la capacidad de una persona para pensar creativamente y resolver problemas complicados.

Pero el método tiene un costo. «Podemos mejorar procesos [de análisis] muy específicos, pero al mismo tiempo debemos disminuir los procesos de memoria de trabajo», dijo Caroline Di Bernardi Luft, coautora del estudio de la Universidad Queen Mary de Londres.

Investigaciones previas, realizadas por científicos australianos, descubrieron que a través de pequeñas estimulaciones eléctricas, los participantes tenían tres veces más probabilidades de resolver acertijos que el grupo de control. Pero en este caso no estaba claro si el aumento en la percepción se debió a la supresión de ciertas partes del cerebro o la excitación de otras.

Para ahondar más, el nuevo estudio puso a prueba el pensamiento creativo de 60 participantes mediante acertijos con palitos de fósforo virtuales en un computador. El objetivo era que los participantes movieran los cerillos para producir una ecuación con sentido.

Por ejemplo, el problema IV = III + III se resuelve moviendo uno de los cerillos a la izquierda para producir VI = III + III.

Los problemas se clasificaron en cuatro tipos diferentes, donde el tipo más difícil requiere que los participantes anulen las ideas que en matemáticas son correctas y fijas.

«Son muy difíciles porque en matemáticas hay operaciones que no son válidas en absoluto», dijo Luft, refiriéndose al acertijo en que, por ejemplo, había que mover los palitos de un signo + para lograr una solución.

Después de intentar 12 de los problemas, los participantes se dividieron aleatoriamente en tres grupos. Todos tenían electrodos colocados en el cuero cabelludo.

Mientras que para un grupo la corriente eléctrica se encendió y se apagó brevemente, seguida de 15 minutos sin estimulación (la denominada configuración «simulada»), los otros dos grupos recibieron 15 minutos de estimulación eléctrica positiva o negativa. La técnica no invasiva se conoce como estimulación transcraneal con corriente directa, o TDCS: la estimulación negativa suprime la actividad neuronal, mientras que la estimulación positiva la excita.

La corriente se aplicó al lado izquierdo de una región del cerebro conocida como corteza prefrontal dorsolateral, un área que está involucrada en funciones como la planificación y el razonamiento abstracto, así como la memoria de trabajo, y luego se les presentó a los participantes un conjunto adicional de problemas.

Los resultados, publicados en Scientific Reports, muestran que la proporción de participantes que pudieron resolver los problemas más difíciles después de recibir la estimulación que se les designó, fue mayor para los que recibieron estimulación negativa al 32%, en comparación con solo el 5% para la estimulación positiva y la simulada.

Luft sugiere que la supresión de la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral izquierda ayuda a anular las limitaciones del pensamiento aprendido con la experiencia.

Sin embargo, la estimulación negativa también hizo que los participantes fueran menos capaces de abordar los problemas de manera más convencional, lo que sugiere que las corrientes eléctricas habían perjudicado su memoria de trabajo.

Luft cree que los resultados choca con la noción más completa de creatividad, donde la estimulación negativa no impulsaría la capacidad de resolver problemas complejos en que se requieren diferentes habilidades cerebrales al mismo tiempo. «Sería beneficioso pensar ‘qué es exactamente lo que necesito para ser creativo en esta tarea’ en lugar de cómo mejorar la creatividad en general», dijo.

El Ciudadano, vía The Guardian

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones