Una de cada cuatro personas tiene fantasías sexuales con Siri

Uno de cada cuatro usuarios (26%) reconoció que tenía fantasías sexuales con la voz de sus 'asistentes personales inteligentes' y un 37% dijo que "aman tanto a sus voces asistentes que quisieran que estas fueran personas reales".

Imagen de la película «Her», donde el protagonista se enamora perdidamente de la voz de un programa asistente que se transforma en su compañía más cercana


La compañía de marketing Mindshare reveló los resultados de una investigación sobre cómo las personas perciben las tecnologías de inteligencia artificial como Siri de Apple, Alexa de Amazon y Home de Google. Resultó que algunas personas se sienten realmente muy a gusto con ellas.

Uno de cada cuatro usuarios (26%) reconoció que tenía fantasías sexuales con la voz de sus ‘asistentes personales inteligentes’ y un 37% dijo que «ama tanto a su voz asistente que quisiera que fuera una persona real».

El informe revela que los usuarios de voces asistentes son mayormente personas jóvenes, de sexo masculino y con buena situación económica.

Es pertinente recordar que las voces de asistentes personales inteligentes son femeninas. De acuerdo a otro estudio realizado por la Escuela de Informática de la Universidad de Indiana, las personas de ambos sexos prefieren las voces femeninas para estas tecnologías, por ser más acogedoras, informa IFLS.

Mindshare estudió a 100 fans de las voces de asistentes personales inteligentes, usando imagen por tecnología de Steady-State Topography. Analizaron la respuesta emocional y la actividad cerebral durante las interacciones con la asistente personal y las compararon con lo que ocurre al tocar la pantalla o digitar en el teclado. Encontraron que la tecnología de voz provoca niveles menores de actividad cerebral que digitar, lo que les hizo pensar que la interacción con la voz es algo que se siente natural y fácil.

«La mayor parte de nuestra evolución cultural como especie se ha basado en la transmisión de conocimientos e ideas de una generación a otra, a través de la tradición oral. Es probable que la voz sea la forma más innata e intuitiva de comunicación», explica el experto Nick Ryan, quien participó en el estudio.

Las imágenes de la actividad cerebral también mostraron que la respuesta emocional a las voces asistentes es considerablemente menor a la interacción que se produce con un humano cara a cara o con mensajes de texto. Sin embargo, los autores han notado que los usuarios que han adquirido la costumbre de usar tecnologías como Siri cuando son más jóvenes, tienen la tendencia a ir desarrollando un «apego emocional más profundo» con ellas.

Los conductores del estudio también predicen que cuando las voces de estas tecnologías sean menos rígidas, más personas tendrán la propensión a desarrollar un apego emocional con ellas.

El Ciudadano

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