Una dieta basada en productos de las estaciones puede sincronizar y enriquecer el microbioma intestinal

Un equipo de investigadores pasó más de un año recolectando muestras de heces de 350 personas del pueblo Hadza, en Tanzania. Descubrieron que el microbioma del pueblo Hadza es un 30% más diverso que en las personas de naciones occidentales y que además es estacional, es decir, que cambia de acuerdo a los alimentos que ofrecen las estaciones.

En la estación húmeda la dieta de los Hadza se basa en bayas y miel, pero durante la estación seca, comen carne, frutos del baobab y tubérculos. Imagen: National Geographic

Los microbios que viven en nuestro intestino podrían variar al unísono con las estaciones, como muestra la evidencia en uno de los pocos grupos de cazadores-recolectores que quedan en el mundo.

Jeff Leach, de Human Food Project, una organización sin fines de lucro que analiza el papel del microbioma en la salud, pasó más de un año recolectando muestras de heces de 350 personas del pueblo Hadza, en Tanzania. Encontraron que el microbioma del intestino de los Hadza es un 30% más diverso que en las personas de naciones occidentales. De hecho, su flora intestinal es tan diversa como la de algunos Yanomami, en Venezuela, previamente descritos con el microbioma más rico del mundo.

Encontrar tal diversidad en ambos grupos no es tan sorprendente, ya que apenas consumen antibióticos y alimentos procesados. Pero Leach y su equipo también descubrieron que el microbioma del pueblo Hadza es estacional, es decir, que cambia por ciclos durante el año. Los puntos altos de diversidad en la estación seca, cuando las especies de Prevotella se vuelven particularmente abundantes. Las bacterias que mostraron las mayores fluctuaciones anuales, generalmente tendieron a ser cepas que no se encuentran en los intestinos de personas con estilos de vida occidentales.

Los autores creen que estos cambios en el microbioma del intestino probablemente son causados ​​por cambios cíclicos en la dieta Hadza. Durante la estación seca de Tanzania, los Hadza comen mucha carne, tubérculos y frutos del baobab, pero en la estación húmeda comen más miel y bayas. Las especies de Prevotella son particularmente buenas descomponiendo el material vegetal, por lo que pueden ser particularmente útiles durante la estación seca. El estudio se publicó en Science.

Cazadores Hadza

Leach también piensa que los cambios estacionales en el paisaje pueden afectar el microbioma. «Puede sonar un poco hippy,» dice, «pero así es el medio ambiente».

Los investigadores han observado cambios en el microbioma intestinal, relacionados con los ciclos estacionales, en cultivos agrícolas, pero el hallazgo de los Hadza es el primero que se observa en ciclos anuales de cambios, dice Willem de Vos, de la Universidad de Wageningen, en Países Bajos.

De Vos predice que el microbioma probablemente cumple ciclos en otros grupos con dietas estacionales –incluyendo a personas de culturas occidentales que llevan dietas basadas en los alimentos proporcionados por cada estación.

Leach fue más allá de la mera observación: adoptó el estilo de vida de los Hadza durante varios meses para ver si su microbioma intestinal se asemejaba al de ellos, e incluso se realizó a sí mismo un trasplante fecal Hadza. Los resultados permanecen inéditos, pero ahora Leach, quien está de regreso en Estados Unidos, dice que algunas de las bacterias intestinales Hadza han sobrevivido en su cuerpo.

«Leach ha sido audaz al someterse como conejillo de indias», dice su colega Justin Sonnenburg, de la Universidad Stanford, en California.

Se cree que hay una serie de problemas de salud que pueden surgir porque nuestros organismos no están bien adaptados a los microbiomas asociados con las costumbres dietéticas occidentales. Pero todavía faltan muchos estudios para confirmar si métodos como el trasplante de bacterias (como lo que hizo Leach) resultan ser efectivos, dice Sonnenburg.

Por New Scientist

El Ciudadano

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