Una dieta de ayuno controlado podría revertir los síntomas de la diabetes y reparar la salud del páncreas

Científicos de la Universidad del Sur de California, afirman que la 'dieta que imita el ayuno' revirtió los síntomas de ambos tipos de diabetes en los ratones estudiados.

dieta ayuno simulado en femenino

Crédito imagen: En Femenino


Un equipo de investigadores logró revertir los síntomas de la diabetes y restaurar las funciones del páncreas, en un estudio realizado con ratones, usando una versión de la dieta del ayuno simulado.

Lo que hace esta dieta es hacer creer al organismo que está sin alimento. Se practica unos cuantos días al mes y, aunque se trata de una forma de ayuno, no hay que dejar de comer totalmente, sino que reducir  la ingesta de manera significativa y elegir de manera muy cuidadosa los alimentos que se consumen. Los científicos afirman que seguir esta dieta podría ser suficiente para dar un nuevo impulso a las funciones del páncreas y reparar los niveles saludables de producción de insulina, informa Science Alert.

La diabetes se origina en una incapacidad del páncreas para producir insulina (tipo I) o cuando está dañado por causa de la resistencia a la insulina (tipo II). El equipo, de la Universidad del Sur de California, afirma que la dieta que imita el ayuno revirtió los síntomas de ambos tipos de diabetes en los ratones.

«Haciendo que los ratones pasaran por un estado extremo y luego volviéndolos a la normalidad… las células del páncreas son estimuladas para usar cierto tipo de reprogramación de su desarrollo», dice el líder el estudio, Valter Longo, en el medio científico EurekAlert.

En los humanos, se ha reportado que la dieta del ayuno simulado ha ayudado a perder peso de manera más efectiva y existe estudios previos que se han relacionado con la reducción de los factores de riesgo de enfermedades como las cardíacas y el cáncer. También se le ha atribuido un aporte en la reducción de los síntomas de la esclerosis múltiple, por lo que está ganando buena reputación entre los científicos. En cada uno de estos casos, parece que hacer al cuerpo pasar hambre ayuda a «reiniciar» la producción de células saludables.

pancreas

Ilustración del páncreas


En los estudios más recientes, los ratones se sometieron al modo de ayuno artificial por cuatro días a la semana durante un período de varios meses. Los investigadores encontraron que esto era suficiente para regenerar las células beta en el páncreas; –responsables de restaurar y liberar la insulina– y reemplazar a las células dañadas.

Los autores del estudio también experimentaron cultivando células pancreáticas humanas, de donantes con diabetes tipo I. En este caso también la dieta del ayuno falso produjo más insulina y más proteína Ngn3; necesaria para la función normal del páncreas.

Por estos resultados, los investigadores son optimistas en pensar que este método funcione también en humanos.

El estudio, publicado en la revista científica Cell, sólo cubre a ratones y a células humanas estudiadas en condiciones de laboratorio, por lo que los autores advierten que las personas no deben renunciar a sus tratamientos para intenta este método, sin que antes se haya probado que la dieta funciona positivamente en humanos.

La dieta del falso ayuno requiere de medidas y niveles de calorías calculados con mucho cuidado, como también de tipos de alimentos efectivos. Por esto es que aún se espera que la evidencia médica respalde la práctica entre humanos con algún tipo de diabetes.

Pero en l futuro bien podría ser posible adaptar la dieta del falso ayuno para tratar esta enfermedad y restaurar las funciones pancreáticas, sin necesidad de recurrir a los medicamentos.

«Científicamente, los hallazgos probablemente son aun más importantes, porque hemos demostrado que se puede hacer la dieta para reprogramar células sin tener que hacer ninguna alteración genética», dice Longo.

El siguiente paso es comenzar un estudio clínico con humanos y los científicos ya están trabajando en esto. «Lo impresionante es que este sistema probablemente ha existido desde siempre», dice Longo. «Ahora que lo hemos descubierto podemos encontrar maneras de trabajar con él y usarlo para el beneficio de la salud humana».

El Ciudadano

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