EEUU: ‘Zoológicos de ruta’ ganan millones separando a cachorros de sus madres para diversión de los visitantes

"Esta actividad es inherentemente inhumana. No es posible convencer a una madre tigre de que le vas a quitar a sus cachorros por un día para devolvérselos más tarde. No es así como funciona".

Por Sofia Olea

05/04/2016

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tigre zoo de camino

El gobierno federal de Estados Unidos ha puesto mano dura a la lucrativa práctica de ciertos zoológicos, de permitir que gente del público juegue con cachorros de grandes felinos o los alimente.

El Departamento Estadounidense de Agricultura (USDA, por su sigla en ingles), accedió a la presión de los grupos de bienestar animal para terminar con el uso de cachorros como entretención para los visitantes del zoológico; una práctica con fines netamente lucrativos. Los visitante suelen jugar y tomarse fotos con cachorros de leones, tigres, leopardos y chitas, y a cambio el zoológico obtiene sus ganancias.

La USDA determinó que los zoológicos que separen de sus madres a los cachorros de menos de cuatro semanas y que permitan su manipulación por parte de un público que paga, sean sancionados por violar el Acta de Bienestar Animal. Los zoológicos deben asegurar que los cachorros se queden con sus madres, que estén bien protegidos y que sólo sea el personal del establecimiento quien los manipule, informa The Guardian.

Un colectivo de grupos de defensa animal presentó evidencia de que 75 ‘zoológicos de ruta’ (zoológicos pequeños y mal equipados que hay al borde de las carreteras) han separado cientos de crías felinas de sus madres para que sean manipulados por el público. Esta actividad interrumpe la alimentación que los cachorros reciben de sus madres y altera su desarrollo y comportamiento.

El zoológico Natural Bridge de Virginia y el Tiger Safari de Oklahoma, han entregado evidencia de que los cachorros son golpeados y abofeteados para evitar que rasguñen o muerdan a las personas en medio del juego.

Se reportó que en un día, un cachorro fue usado para 30 sesiones de fotos y cinco sesiones privadas, de media hora de juego. A los visitantes se les cobra 50 dólares por foto y 300 dólares por sesión privada. Humane Society dijo que una cría rendía 65.000 dólares a un zoológico en un solo verano.

felino zoo

«Hemos visto zoos de bajo estándar criando tigres en masa para este tipo de actividad, dañando severamente el lazo con sus madres para que sean dóciles al contacto con los humanos», señaló Anna Frostic, abogada de Humane Society. «Normalmente son deprivados de un ritmo regular de nutrición», agrega.

«Esta actividad es inherentemente inhumana. No es posible convencer a una madre tigre de que le vas a quitar a sus cachorros por un día para devolvérselos más tarde. No es así como funciona», concluye la defensora.

Los zoológicos que permiten a la gente jugar con grandes felinos están reguladas por el Acta de bienestar Animal, pero no pertenecen a la Asociación de Zoológicos y Acuarios, una organización que exige cumplir con ciertos estándares de cuidado a los animales, lo que incluye que los cachorros permanezcan con sus madres.

El uso impropio de felinos exóticos tiene consecuencias que van más allá del bienestar inmediato. Una vez que los cachorros han crecido y se los estima un estorbo para los requerimientos del establecimiento, con frecuencia son entregados a zoológicos acreditados, los que deben encontrar los recursos para atenderlos. La práctica también puede alimentar el mercado para la caza furtiva de tigres y la venta de sus partes.

«El destino de los tigres cautivos en EEUU tiene serias implicaciones para la conservación de los tigres en lo salvaje», explica Leigh Henry, consejero en políticas para la conservación de la vida salvaje en World Wildlife Fund (WWF). «Fortalecer las regulaciones para los tigres cautivos en EEUU ayudará a asegurar que estos felinos criados en cautiverio no terminen en el mercado negro, ni estimulen la demanda motivada por la caza ilegal», concluye.

 

El Ciudadano

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