Los 20 años del No, con sabor a Sí

Puede que el título de este artículo hable por sí solo, pero nunca está demás involucrarse en analizar las realidades en forma más detallada

Por luiscarlos

07/10/2008

Publicado en

Ciudadanos al Poder

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Puede que el título de este artículo hable por sí solo, pero nunca está demás involucrarse en analizar las realidades en forma más detallada.

Realmente el período dictatorial en lo que es la historia más reciente del país fue muy dañino: las restricciones impuestas, la tortura, el asesinato, la represión, los detenidos desaparecidos, etc. eran muestra elocuentes de todo lo que transcurrió entre el 11 de septiembre de 1973 y el término del gobierno militar.

A modo de referencia válida para este escrito, se perciben en el país más poderes que aquellos con los cuales “legalmente” ha operado el Estado: al poder ejecutivo, legislativo y judicial, debemos agregar el poder económico, militar y el político. Por otro lado eso de hablar de la independencia de los poderes realmente es una cuestión figurada, ya que en ellos interactúan personas con un alto nivel de vinculación familiar o de amistad, lo que los hace estar alertas para ponerse uno al servicio del otro y en ciertos momentos alguno se vuelve más preponderante y es capaz de aniquilar o terminar con otro.

Sin embargo, el poder económico es aquel que perdura por sobre todos los otros y lleva a que siempre la autoridad deba actuar en sintonía con éste ya que en apariencia genera más beneficios para quienes ostentan del poder.

Bajo este prisma si bien es cierto en el período de la Unidad Popular se llega a un instante cumbre en la idea de producir cambios profundos en lo social, aparece una cuestión que siempre ha sido gravitante cuando se tiende a transformaciones de está índole, el poder económico se “siente afectado” y reacciona con todos los medios que están a su alcance, sobre lo cual no viene al caso extenderse en esta oportunidad. Pero la esencia es que con el golpe de estado se rearticulan la preponderancia de los poderes, se impone lo militar, el poder económico inicia un “camino despejado” y el poder político que en ningún instante desaparece pasa a ser de dominio exclusivo de la derecha. A esa situación se llega por una acción mancomunada de sectores que van desde la Democracia Cristiana hasta los grupos más reaccionarios de la época como lo era el movimiento Patria y Libertad, el Partido Nacional con su grupo de choque representado en el Comando Rolando Matus, Fiducia, etc.

Pero ese comienzo viene de más atrás y tiene sus raíces en las doctrinas importadas desde los Estados Unidos y que permanentemente se han impuesto en países como el nuestro, en la actualidad la figura que presenciamos es la globalización con los problemas económicos en los cuales estamos involucrados fruto de la crisis imperante en esa nación.

Sin alejarse del tema central, lo doctrinario entre el año 73 y el 90 consistió en darle una estructura al país “muy bien elaborada”, lo cual obviamente no implica el mejor país, sino por el contrario un direccionamiento hacia todos los beneficios al servicio del poder económico, en la década de los 80 en alguna oportunidad se hablaba del “mapa de la extrema riqueza” en el cual figuraba la forma de articulación de los grupos económicos. Si los grupos económicos pueden cosechar más, se da el axioma que el retroceso en lo social es creciente o directamente proporcional.

Pero el ambiente diseñado por la dictadura iba mucho más allá y que al presenciarlo en el momento actual, permite obtener conclusiones con mayor respaldo por los hechos que se han sucedido unos con otros.

Antes del triunfo del NO, la derecha ya se había asegurado de estructurar a su medida la Constitución, el sistema económico, el sistema educacional, el sistema político, el sistema de salud, el sistema de previsión, etc. Además, ellos obviamente sabían que por los cambios ocurridos en el mundo los “idealistas de antaño” y que más tarde tenían opciones de llegar al gobierno, habían cambiado, por lo tanto estaban en condiciones de involucrarse en una etapa de poner término al gobierno militar y avanzar hacia una democracia sin mayores perturbaciones en su modelo. Otro factor fundamental del período dictatorial era haber aniquilado a través del temor infundido en la población, el desarrollo del pensamiento político, la participación de la ciudadanía en el desarrollo del país y por ende nos fueron acostumbrando a la práctica del binominalismo, que en realidad lo apreció más como una cuestión de tipo bipolar. Parte de algo binario (SI/NO) y llega a lo que por largo tiempo ha sido Alianza o Concertación.

Pero como el análisis se trata del acontecimiento ocurrido 20 años atrás, remontándonos a ese período en que venía una carga muy profunda con el accionar del Poder Militar y sus violaciones a los derechos humanos, como reacción de un pueblo frente a lo que podía significar una de las dos opciones, nadie cuestiona en ese momento el haberse inclinado por la opción NO. Sin embargo, lo que diferencia a esa confluencia del 5 de octubre de 1988 es lo que pasa en los 20 años siguientes. No se puede esto tratar como un hecho aislado el devenir posterior y de igual forma es imposible celebrar el accionar de lo realizado durante 18 años de gobierno de la Concertación.

Lo anterior habla de la idiosincrasia política imperante en la cual se manifiestan frases como “hay que terminar con la desigualdad”, “se va a mejorar la calidad”, “se opta por una justicia social”, pero todas esas frases pasan a ser sólo slogan de las campañas electorales de los sectores que nos han gobernado. De esta forma puede resultar interesante la celebración de lo ocurrido puntualmente en 1 día, pero no se puede mezclar con la celebración de los acontecimientos registrados desde el 11 de marzo del 90 hasta nuestros días, que por lo demás en esa oportunidad se hacía a Estadio Nacional lleno y hoy al parecer “no se quiere distraer a la gente” y se circunscribe al Court Central del mismo recinto deportivo y no precisamente como muestra de austeridad sino por capacidad de convocatoria. Aquella frase que decía “gana la gente Aylwin Presidente” se quedo sólo con Aylwin como ganador pero la gente no salio favorecida.

Sin lugar a duda se han hecho cosas que son dignas de reconocer, sería imposible que en un país donde no se haga nada las actividades se desarrollen con continuidad, pero el problema es que no ha existido voluntad de cambio en aspectos estructurales diseñados por el poder político de la época de Pinochet, con apoyo del poder militar y en beneficio del poder económico.

Es justamente en este último párrafo, en el cual se basa una parte del título de este artículo de veinte años con sabor a sí”, ya que quienes realmente han visto con tranquilidad que la Concertación “no era tan mala” o “tal vez fue muy respetuosa de algún acuerdo que la ciudadanía nunca lo conoció”, son precisamente los que ese día se inclinaron por el SI y por supuesto los Estados Unidos como país gestor del golpe de estado, ha tenido 18 años de tranquilidad al menos en lo que se refiere a Chile, aparte que es allí donde se han formado los personero del área económica.

Aquí no se trata simplemente de decir “se han hecho cosas pero falta por hacer”, el problema mayor es que no ha existido voluntad de inmiscuirse a fondo en el cambio de las cuestiones estructurales, ya que en lo esencial no se quiere afectar al poder económico imperante probablemente por las experiencias del pasado y los escenarios que se producen cuando alguno de estos poderes se siente “afectado”, para ser más concretos para resguardarnos del poder militar y sus métodos. Porque no aceptar que algunas autoridades gubernamentales que ha tenido la Concertación quedaron con un trauma en su paso por campos de prisioneros y se inclinan por su posicionamiento social actual que en lo personal les da más seguridad y con un reporte mayor.

Por otra parte, la autoridad actual se ha visto beneficiada en su status económico en comparación con la época de “idealismo” en la cual muchos fueron partícipes y ello se vuelve en un fenómeno negativo ya que tienen una mirada del acontecer en otra dimensión, cuando la sociedad en la que vivimos tiene un alto índice de “individualismo”, impera la lógica de “todo puede cambiar siempre y cuando mis intereses no me los toquen”. A menudo esa nueva posición se justifica por un esfuerzo personal, aunque la realidad muestra que se trata de las condiciones propias y resultados inherentes a las cuotas de poder que han alcanzado.

Haciendo una síntesis breve de porqué la celebración del 5 de octubre debe ser muy acotada a el hecho del año 88, se puede indicar lo siguiente:

· En lo previsional se hace mucha difusión del aporte realizado por el Estado otorgando pensiones a personas que antes no tenían asistencia de este tipo, sin embargo, la raíz de esto proviene por un lado de la precariedad del empleo, la inestabilidad y otros fenómenos sociales que son determinantes como el impedimento de las personas para tener la preparación necesaria y desempeñarse en un trabajo. Pero además en este tema previsional es ineludible que en nada se afecta los intereses de los dueños de las AFP, que además en sus primeros años de existencia sólo tenían un ingreso y no una salida. También está el tema de la no existencia de una AFP estatal y cómo los fondos son vulnerables a los vaivenes de la crisis que se encuentra latente en el mundo.

· En materia educacional hasta el momento no hay nada claro respecto a transformaciones reales de la educación, sólo después de 18 años se habla de derogar la LOCE y reemplazarla por la LGE, pero no se aprecia un proyecto educativo que sea capaz de incidir en un cambio social. Al respecto hay dos fuentes de transformación de la sociedad una es la economía que no depende de las políticas económicas del gobierno de turno, sino de la forma en que funciona el poder económico de los grandes empresarios ya que ellos van delineando la valorización del trabajo. Aunque exista un descontento en las personas, en el país es difícil prever una explosión social, sin embargo, un cambio cualitativo en la educación puede provocar un trastorno de ese tipo, ello fundamentado en que los grandes negocios en la actualidad se apoyan en una mano de obra barata y ella proviene de personas con bajo nivel educacional. Lo anterior conlleva a que sin mayor complicación se fija el salario mínimo y sus montos cuentan con el beneplácito de las asociaciones de empresarios, pues no tienen inconvenientes de llenar puestos de trabajo con la oferta de un bajo salario.

Sin involucrarse en un estudio de profundidad el fenómeno descrito se aprecia con facilidad y en las diferentes regiones del país se manifiestan las carencias educativas de las personas en su comportamiento rutinario. En este contexto asistimos a la formación de personas con un gran espíritu de resignación.

Aparte de lo descrito el negocio educacional y la falta de planificación en lo que necesita el país para su desarrollo está totalmente a la vista, ello bajo el concepto de la regulación del mercado. La autoridad educacional actual no tiene la visión de esta piedra angular del cambio en el país y ningún Ministro de la cartera a lo largo de los gobiernos concertacionistas la ha tenido.

· En salud se instauro desde la época de la dictadura el negocio de las Isapres, las cuales tienen un funcionamiento bajo parámetros estadísticos muy bien formulados, ello implicando que capturan gran cantidad de recursos de sus afiliados en rangos de edades donde las probabilidades que generen un gran gasto en salud son bajas y a medida que la persona aumenta su edad los planes o tienen un costo más alto o se dan alternativas con menores coberturas. En este ámbito existe una institución prestadora estatal pero nunca han efectuado una campaña en pro de un mejoramiento de sus prestaciones hacia la población activa que muestre una relación entre el mayor beneficio que se puede entregar vs. recaudación mayor por aumento de sus cotizantes.

· En suma es tal la cantidad de problemas no resueltos y todo bajo un denominador común que se traduce en el control del poder económico que en la forma en que actúa siempre le va a convenir la existencia de la desigualdad y de mantener constantes las causas que la motivan.

No es menos significativo que un acto de celebración del triunfo del NO se realice en un lugar más reducido que cuando asumió el Sr. Aylwin, ya que para quienes tienen el poder político resultaría perjudicial a sus aspiraciones contar con una gran participación ciudadana por ejemplo representada en una gran cantidad de personas inscritas en los registros electorales, ya que la masa con poder de decisión se puede volver incontrolable y en definitiva que surja una tercera opción. Un acto más en “familia” puede ser la muestra de los que van quedando como incondicionales dentro de un espectro variado de personajes que algunos no tienen ningún grado de identificación o en la jerga actual no están “ni ahí” con un verdadero cambio social y mucho menos en tiempos en que estamos inmersos en una crisis económica originada en el país del norte. En definitiva ya no se cuenta con la gente.

En lo particular dentro de lo contingente y siempre observando la sensibilidad de la autoridad, tendremos que estar alertas respecto del reajuste para el sector público en el cual se plantea un 14,5% con la salvedad que no se aplique ninguna variación para los sueldos más altos, cuando se discuten estos aumentos se debe tener en cuenta que una cosa es la corrección monetaria según el IPC y algo diferente es el reajuste. Como ejercicio si un funcionario tiene un sueldo líquido de $400.000 el 14,5% le significan $58.000 adicionales, en cambio a una autoridad del rango de los $4.000.000 le significarían $580.000 más. Es decir, como una pequeña acción que demuestre si la autoridad es consecuente con su discurso contra la desigualdad se espera la decisión tan importante para el sector público.

Por último, a esta altura no sólo hay que esperar que se abran las anchas Alamedas, sino que hay que esperar los cambios estructurales de los enclaves que vienen desde la época de Pinochet y que se representaban por muchos lápices que el día 5 de octubre de 1988 trazaban una raya vertical frente a la palabra NO. En ocasiones he finalizado los artículos con una interrogante para la autoridad ¿con cuánto dinero puede vivir una persona en forma digna?, a la cual en esta ocasión le agrego una segunda pregunta ¿tienen temor por el poder económico y el poder militar?.

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