Por qué el CAE

Cambiar nuestro sistema educacional no es fácil y es porque, dentro de este sistema, no existe solo la voluntad de tener una mejor educación, sino que hay intereses financieros de por medio. Para poder transformar nuestra educación debemos tener claro que una reforma debe caminar hacia disputar estos intereses, cosa que la reforma planteada por la Nueva Mayoría no propone. La desregulación que existe en el sector privado da espacio para que puedan desplegarse los empresarios de la educación cómodamente con sus propios fines. Lo más impresionante, y este es el punto trascendental, es que todo esto está financiado con plata de todas y todos. La plata destinada al CAE son alrededor de mil millones anuales, donde el mayor porcentaje se va al sector privado y tan solo cinco instituciones se llevan más del 50% de esta plata, entre ellas empresas como Laureate.

Eyzaguirre se juntó con los principales lobbistas de las universidades privadas (Armanet y Lavados) y han decidido a puertas cerradas un trato con el que nadie está de acuerdo: que la reforma mantenga el CAE. No bastando con eso, Valdés en el congreso tergiversa información mostrando cifras sobre presupuesto para educación, pero ocultando los mil millones destinados al CAE. Esta politiquería es la que nos tiene a todos de la misma vereda rechazando la reforma de Eyzaguirre y Valdes, tanto académicos, como Rectores de universidades Estatales, estudiantes de universidades tradicionales y privadas, exigiendo que se acabe el negocio de la educación.

Los mil millones anuales que se regalan a los bancos mediante el CAE podrían pasar a financiar la Gratuidad, esto significaría un triunfo impresionante: el 52% de todas y todos los estudiantes de educación superior podrían estudiar gratis el 2017, el 2020 ya habría gratuidad universal (según tabla del Gobierno), se acabaría el endeudamiento por la educación y, lo más importante, no se podría lucrar como lo hacen hoy con la banca privada, quitándole el incentivo financiero a los privados y dando un paso correcto en el camino de considerar la educación como un Derecho Social.

Este es solo uno de los pilares que necesitamos cambiar dentro de nuestro sistema educacional. La eliminación del CAE y gratuidad universal, la regulación hacia todas las instituciones tanto privadas como estatales, una estrategia nacional de desarrollo, un acceso único a todo el sistema, la regulación de los aranceles por parte del Estado en todas las instituciones, el fortalecimiento real de la educación pública, el cierre de instituciones que lucren y el directo traspaso de estudiantes a matricula estatal, son el camino para poder, a mi juicio, transformar nuestra Educación.

Nicolás Fernández

Vocero Universidades Privadas CONFECH 2015

Presidente Federación Universidad Diego Portales 2015

Militante Izquierda Libertaria