Agenda Latinoamericana: Reconvertirlo todo

La Agenda Latinoamericana 2017 está dedicada a la Ecología Integral (Reconvertirlo todo)

Por Wari

16/08/2016

Publicado en

Columnas

0 0


Hervi Lara_XLa Agenda Latinoamericana 2017 está dedicada a la Ecología Integral (Reconvertirlo todo).  Es éste el libro latinoamericano más difundido cada año dentro y fuera del continente, por ser un signo de comunión continental y mundial entre las personas y las comunidades que vibran y se comprometen con las Grandes Causas de la Patria Grande.  Se define como un anuario de la esperanza de los pobres del mundo desde la perspectiva latinoamericana para ir creando “otra mundialidad”, al ser un acopio de memoria histórica, una antología de solidaridad y creatividad y una herramienta pedagógica para la educación, la comunicación y la acción social populares.

El creador de la Agenda Latinoamericana fue el obispo católico Pedro Casaldáliga, quien formulara un proyecto de su existencia al afirmar que “mi vida son mis causas y mis causas valen más que mi vida”.  Por ello enfatiza que la ecología integral exige “la reducción de gases de efecto invernadero, lo  que ha de ser puesto en marcha para no sobrepasar el límite de los 2º C a final de siglo” y que “para mantenernos en ese límite los países desarrollados deben reducir sus emisiones en un 70% antes de 2050”.  Y agrega que “al paso que vamos, ya en 2030 habremos emitido todo el gas de invernadero “presupuestado” para 2050”.

Uno de los pensadores más relevantes de América Latina, Leonardo Boff, hace varios años planteaba la urgencia de desatar tres nudos considerados problemáticos para el planeta: el agotamiento de los recursos naturales; la conservación de la tierra, y la injusticia social mundial.

Esto, porque cada día desaparecen diez especies de seres vivos.  A partir de 1972, la desertificación ha significado la pérdida del 65% de tierras que fueron cultivables y ya no lo son.  La utilización de sustancias químicas ha conducido a la salinización de las aguas.  La mitad de los bosques que existían hace cincuenta años en el mundo, han sido talados.  Las reservas naturales de agua, formadas a lo largo de millones de años, están a punto de secarse.  El petróleo y el carbón, formados a lo largo de cien millones de años, se agotarán a mediados del siglo XXI.  A la tierra se le ha visto, exclusivamente, como una reserva de recursos para ser explotados.  No se le ha visto como una serie de sistemas y subsistemas donde rocas, aguas, atmósferas, microorganismos, plantas, animales y seres humanos que forman un todo orgánico y dinámico, que se relacionan en forma interdependiente, para así garantizar la susbsistencia de todos y de cada uno.  La Tierra no es hoy respetada ni se le reconoce sacralidad.

{destacado-1}

Para incrementar el perjuicio, las lluvias ácidas matan los lagos y marchitan los árboles.  Los productos químicos contaminan las fuentes de agua potable y los océanos, además de envenenar los suelos.  Los pesticidas entran en la cadena alimentaria y afectan la salud de los seres vivos y de las futuras generaciones.  La basura nuclear seguirá siendo radioactiva en los próximos cien mil años.  La capa de ozono ya no protege la vida contra las radiaciones ultravioletas, que son mortales para todos los organismos vivos.  La combustión de petróleo, de carbón y de los bosques incendiados para dejar terreno a la ganadería que es rentable a corto plazo, provoca el “efecto invernadero”.  El calor de la  tierra ha aumentado entre 0,3 y 0,6 º C en los últimos cien años.  Estos cambios provocan sequías y deshielos de las zonas polares, aumentando el nivel de los océanos.

Como otra de las consecuencias del “crecimiento económico” irracional, el 20% de la humanidad posee el 83% de los medios de vida y el 20% más pobre posee sólo el 1,4%.  Mil millones de personas viven en extrema pobreza.  Anualmente, cuarenta millones de personas mueren de hambre y, entre ellos, catorce millones de niños mueren de hambre cada año antes de cumplir cinco días de vida.

Es éste el efecto de un modelo de crecimiento económico que no ha medido las consecuencias sobre la naturaleza y sobre las relaciones sociales y que se mantiene a través del miedo y del rechazo a la dignidad de todos y de cada una de las personas.  Es así como a la humanidad se le plantea la decisión de proseguir o interrumpir su propia existencia.

La Agenda Latinoamericana 2017 se suma al clamor mundial de los millones de refugiados climáticos y al clamor de la Madre Tierra que, como consecuencia de ambiciones desmedidas de quienes concentran el poder y la riqueza que pertenecen a todos.  Al respecto, Casaldáliga dice que “sólo podremos detener entre todos el desastre climático si, en un tiempo récord, logramos transformar la sociedad actual imprimiéndole una nueva cultura, profundamente ecocentrada.  Nos lo ha dicho, con su vida y con su muerte mártir, la hondureña Berta Cáceres: “¡Despertemos, humanidad, ya no hay tiempo!”.  Es urgente cambiar el rumbo”.

(Agenda Latinoamericana puede solicitarse al correo electrónico: [email protected] y al fono 99 6796351).

Por Hervi Lara

Santiago de Chile, 14 de agosto de 2016.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones