Columna de opinión

Autoritarismo progresista: El futuro legado de Gabriel Boric

Lamentablemente, vemos como las decisiones del Ejecutivo van allanando el camino a un futuro gobierno autoritario que encontrará respaldo legal para sus decisiones producto de las reformas legales impulsadas durante el gobierno de Gabriel Boric.

Por El Ciudadano

14/03/2024

Publicado en

Chile / Columnas / Política

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Por Javier Pineda Olcay

A dos años de gobierno de Gabriel Boric, su “legado” está bastante lejos de lo prometido en su programa. Un porcentaje importante de sus votos fueron para evitar un gobierno autoritario de José Antonio Kast. Sin embargo, lamentablemente, vemos como las decisiones del Ejecutivo van allanando el camino a un futuro gobierno autoritario que encontrará respaldo legal para sus decisiones producto de las reformas legales impulsadas durante el gobierno de Gabriel Boric. Ya es un antecedente previo que el gobierno Boric en tan solo dos años haya usado más a las Fuerzas Armadas para estados de emergencia constitucional en Wallmapu y en la frontera norte que Piñera durante 4 años de gobierno.

La primera de estas medidas fue la aprobación de la reforma constitucional que establece la facultad presidencial para ordenar a las Fuerzas Armadas el resguardo de infraestructura crítica, sin la necesidad de que esta medida sea aprobada por el Congreso previamente. A pesar del rechazo a este proyecto de ley durante el gobierno de Sebastián Piñera, fue el propio Gabriel Boric y la Ministra del Interior, Carolina Tohá, quienes impulsaron su aprobación en el Congreso. Actualmente se está discutiendo el proyecto de ley que regulará esta medida.

En segundo lugar, con la misma excusa de discusión del proyecto de ley de infraestructura crítica, el Presidente Boric citó a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), donde el principal tema de discusión mediáticamente fue el rol de las Fuerzas Armadas en el resguardo del orden público. En dicha discusión, hasta las Fuerzas Armadas mostraron más prudencia que el propio Frente Amplio: señalaron que no están formadas para tareas de orden público.

En tercer lugar, a pesar de las propias declaraciones de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, los alcaldes del Frente Amplio y Socialismo Democrático, sumándose a declaraciones previas de la derecha, exigen al Ejecutivo que destine a las Fuerzas Armadas a labores de orden público. Y frente a ello, el Presidente de la República, se abre a la posibilidad de presentar una reforma legal para que se le autorice a solicitar el auxilio de la fuerza mediante decreto, es decir, sin pasar por el Congreso.

Este actuar contrario al programa que lo llevó a la Presidencia de la República, no solo afecta la credibilidad del proyecto político que representan ni significará una medida inútil para enfrentar al crimen organizado, sino que constituye un peligroso allanamiento para que gobiernos autoritarios ocupen estas facultades en contra de la oposición política y de quienes les critican. Es cuestión de revisar nuestra historia y lo que está ocurriendo en países vecinos como Argentina y Perú.

Estas medidas autoritarias no son “pragmatismo”. Son populismo barato y una renuncia a la disputa ideológica: un actuar mezquino de quienes están pensando en la calculadora para las próximas elecciones en lugar de sentar las bases para un proyecto transformador de nuestro país.

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