Bono minero: SOS en tiempos de pandemia

Por Rodrigo Ramos Bañados

Por Marian Martinez

17/08/2020

Publicado en

Columnas

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“Puedes comer caviar todos los días en faena, pero un desayuno de pan con mantequilla con la familia, en la casa, es impagable”. La frase es de un supervisor de Minera Escondida.

Desde la óptica de un trabajador común la realidad de los mineros es privilegiada. Desde la realidad de las ganancias de las trasnacionales mineras no es efectivo. Las ganancias son escandalosas. Impensadas para la realidad. Ni hablar de los impuestos. La situación es desvergonzada al momento de saber la cantidad de minerales que se va en la correa transportadora del país, sin siquiera cancelar impuestos. El país pierde. Luego estos minerales son procesados en el exterior y vendidos. Es un negocio redondo para los inversionistas.

Los gobiernos han sido un paragua para que las grandes mineras operen con tranquilidad. Se percibe a la gran minera como si hiciera el favor de absorber mano de obra.

La minería no se detuvo por la pandemia. Lo que puede leerse como un mensaje. El trabajador en todos los eslabones productivos es reemplazado. La empresa tiene todos los recursos para colocar y sacar trabajadores. Más que nunca importa la producción.  Superada la situación de emergencia, la minería sacará cuentas. Las ganancias serán las mismas, o quizás mejores.

Las mineras mantienen un poder inconmensurable en la región de Antofagasta, y a nivel país. Su llave abre todas las puertas. Su verdad siempre tendrá una posición de privilegio.

En la retina de la comunidad quedarán las ambulancias entregadas o el equipamiento para el hospital. La empresa siempre estará sonriente en una política bien estructurada de imagen altruista. La devolución a la comunidad de la región impactada por la minera, siempre será escasa en comparación a los grandes beneficios que se llevan los capitales extranjeros.

Por esto es trascendental la oportunidad que tiene el trabajador minero en una negociación colectiva. Es el único que puede enrostrar a las grandes empresas mineras sobre sus deudas hacia ellos, como hacia la comunidad donde pertenecen. A las mejoras de las condiciones laborales, se suma la posibilidad de desviar hacia nuestro país, hacia la ciudad de la zona minera, en este caso Antofagasta, recursos destinados al extranjero. El denominado “bono minero”, a través del chorreo al comercio, sin duda, dinamizará la economía local, tan maltratada por la pandemia. De esta manera, Chile y Antofagasta serán beneficiados a través de un bono de término de conflicto, acorde a las ganancias de la Minera.

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