#Cataluña. «No me habléis de coacción».

YO EQUIDISTO, TÚ EQUIDISTAS, ÉL EQUIDISTA, NOSOTROS EQUIDISTAMOS, VOSOTROS EQUIDISTÁIS, ELLOS REPRIMEN La equidistancia formula que un punto se encuentra a igual distancia de dos puntos

Por Pia

04/10/2017

Publicado en

Columnas

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YO EQUIDISTO, TÚ EQUIDISTAS, ÉL EQUIDISTA, NOSOTROS EQUIDISTAMOS, VOSOTROS EQUIDISTÁIS, ELLOS REPRIMEN

La equidistancia formula que un punto se encuentra a igual distancia de dos puntos. Estos dos puntos suelen situarse mentalmente en extremos opuestos, en un marco conceptual simbolizan que son el némesis del otro. Dos opciones en bipolaridad ante las cuales una tercera se suele encontrar en medio. Pero equidistancia puede ser también la distancia entre un punto y otros dos puntos tan juntos que podríamos decir que son equiparables o idénticos. En el momento en que calificamos dos puntos como idénticos estos pasan a ser un único punto y nosotros dejamos de ser equidistante para pasar a ser contrario de ese punto.

Parece ser que ha calado en muchos opinadores «sensatos» y «demócratas» la bienpensante postura de la equidistancia, la tibieza y la neutralidad, así como la llamada incesante al diálogo. Un intento de huir de los partidismos, pero no tomar partido también nos posiciona, y en este caso (el del referéndum catalán), aunque piense el opinador que lo hace desde la equidistancia, su posición lo acerca más al nacionalismo español que al independentismo Catalán.

Me explico. No son equiparables en su grado de fascismo el nacionalismo español con el del independentismo Catalán.

El nacionalismo protege una España facha, unida a la fuerza, con un rey no elegido, católica y con una cultura castellano-andaluza hegemónica sobre el resto de culturas o identidades de la península Ibérica. Vamos, que abraza la transición, la constitución del 78 y el estatus quo actual.
El independentismo Catalán ha sido, tradicionalmente, progresista, de izquierdas e internacionalista. Buscan atomizar el estado con el afán de poder hacerle la revolución al estado resultante. Si yo fuera militante de la CUP, me parecería mucho más esperanzador tenérmelas que ver con un gobierno de CiU (burguesía capitalista y católica pero no de tradición fascista) que seguir esperando el advenimiento de un gobierno progresista español con el que se pudiera dialogar. De momento, ¿dialogar con los fachas del PP o los traidores del PSOE? ¿Pero desde cuando un fascista o un traidor ha querido dialogar?

Con esto, quiero decir que el nacionalismo Español es continuista de Franco, pero no tengo tan claro de que el independentismo catalán vaya a ser continuista de Stalin.

Y esto es porque dentro del independentismo Catalán hay conservadores, progresistas, derecha, izquierda y hasta algunxs anarquistas.
Aunque sea un fastidio, la derecha catalana (corruptos y conservadores, pero reitero, no fachas) que se ha apuntado al carro del independentismo por motivos espúreos (para poder tapar sus delitos con la pasta de todos los españoles, ganar votos en su tierra y en un estado independiente controlar a sus jueces, a su policía, etc…), le ha dado al independentismo un toque de pluralidad.

Pluralidad a la que ahora traicionan. Reculan y dicen que no declararán el estado independiente catalán porque quieren negociar su salida con el estado español. En realidad, lo que sucede es que se les ha ido de las manos, porque ya no pueden controlar el procés, porque hay una masa que si ve una oportunidad de cambio y que no le debe nada a nadie, una masa a la que ellos han enardecido y que sí que está dispuesta a todo para independizarse.

Dicen los opinadores que si la gente está siendo manipulada por los radicales independentistas. Que hacen con ellos lo que quieren mediante la coacción. Pero de momento quien ha mandado a toda la policía del estado a Catalunya es el gobierno español. No me habléis de coacción.

Cualquiera que conozca Catalunya y a sus gentes y su historia en profundidad sabrá que la identidad catalana se sustenta sobre el autogobierno, por ello caló tan fuerte a principios del siglo pasado el anarquismo (violentamente reprimida por republicanos burgueses y comunistas y por supuesto, desde entonces, por los fascistas).

Por tanto, la trampa de la equidistancia es que se muestra como neutral y por eso no va a participar del enfrentamiento entre independentistas, los que van a ir a votar y nacionalistas, los que van a reprimir. Pero eso no es del todo exacto. Ir a votar, a pesar de que fuerzas políticas como PP, Ciudadanos, PSOE y Podemos se desmarquen de la convocatoria, no te convierte en independentista porque puedes votar NO. El referéndum no es de quien lo convoca sino de la gente que participa, incluso con el absentismo. Eso sí, si no vas a votar, más que bloquear el procés, lo que consigue es alinearte con el boicot y la represión que el PP, PSOE y Ciudadanos ejercen contra la consulta.

Resultado de tu equidistancia: No ir a votar es lo que quieren que hagas los fachas.

Si estás en contra del procés y en contra del fascismo español, se equidistante, vota en blanco si quieres. Pero por nada del mundo dejemos de votar, ni por unos ni por otros.

No puedes escapar de la bipolaridad de elegir entre los que quierenimpedir una acto democrático no vinculante según sus leyes y los que quieren hacer una consulta ilegal pero legítima, en tanto el derecho a la autodeterminación que tienen las gentes que viven en su territorio.

Yo no soy equidistante, ni tibio, ni equiparo nacionalismo español con independentismo catalán, porque si yo fuera catalán también querría largar a peperos y socialistas de mis instituciones, porque bastante tengo con mis propios partidos conservadores CIU y Esquerra. Porque cualquier revolución de izquierdas, incluso mi preferida, la revolución libertaria, tendrá más posibilidades de llevarse a cabo en un territorio más pequeño, con una tradición de autogestión tan grande (véase la cooperativa integral catalana y los cientos de centros sociales por todo el país), con un pueblo que valora más la cultura que el resto de España y por tanto, más abierto de mente y, por ende, a los cambios.

Pero sobre todo por motivos emocionales, me da asco esa España que históricamente me reprime, no respeta mi cultura ni la incorpora a su ideario, esa España que no cuida de la diversidad, esa España de pensamiento único, esa España que no es republicana, esa España que no es federal, esa España que no va a cambiar nunca, esa España incapaz de hacer siquiera una huelga general contra la corrupción, ya no digo de luchar, morir o matar por su libertad.

DAVID TRASHUMANTE
[persona-poeta-performer]
davidtrashumante.blogspot.com

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