Descontrucción del Barrio Yungay

A dos años del terremoto, algunas casas siguen igual o peor como estaban la mañana del 27 de febrero del dos mil diez

Por Wari

09/05/2012

Publicado en

Columnas

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A dos años del terremoto, algunas casas siguen igual o peor como estaban la mañana del 27 de febrero del dos mil diez. ¿Por qué la Municipalidad de Santiago -que dice de ella misma ser una ferviente defensora del cuidado del patrimonio urbano de la ciudad de Santiago de Chile– no hace algo al respecto? Le escribí al señor Zalaquett, en julio del año pasado, una carta en que le relataba la situación de abandono de la casa de la calle Cueto 636. Situación de deterioro enorme en su fachada y en su interior, y que además pareciera albergar un nido de termitas (1). Recuerdo que con gran amabilidad me recibieron la carta en la Oficina de Partes. Hasta el momento no se oye Zala. ¡CONTESTA POH!

En calle Bulnes 663 hay otra casa que muestra sus heridas con impudicia a los transeúntes. Las heridas de esa casa hablan de la indolencia de la Municipalidad y de quienes declararon parte del Barrio Yungay como Zona Típica. Yo quisiera sugerir que lo que va quedando del barrio Yungay sea re-nominado como “Zona Típica de Grúas, Inmobiliarias, Edificios de Pésima Estética, Chuzos, Picotas, y Abandono”.

Pero el barrio sobrevive. Llegan inmigrantes de toda Latinoamérica que le van dando un nuevo color, aroma y sabor a este viejo barrio que se resiste a morir. Hago un llamado a la Municipalidad de Santiago a ponerse a la altura con lo que queda del barrio Yungay. Las grúas dominan el horizonte. Como me dijo una vez un alumno de Publicidad, quieren hacer de Yungay, Shangai. En el 2011 se demolieron, entre otras casas, las que estaban en la vereda oriente de calle Cueto a la altura del 700, y casi una manzana entera en el cuadrante Catedral, Sotomayor, Compañía y Cueto.

Allí, las grúas como megasaurios de la pre-histeria (2), asolan este tranquilo barrio, augurando un futuro sin la luz que alguna vez dio esa pared que hoy va en un camión tolva hacia un pasado que se marcha en medio de declaraciones de Zonas Tipiquísimas, fanfarrias, cotillón, y poca vergüenza por el engaño de los burócratas y la avaricia de las inmobiliarias. ¡CONTESTA POH ZALA QUÉ?

(1) Que las hormigas del barrio Yungay, con más recelo que la Municipalidad de Santiago misma, combaten fervientemente. Un saludo desde las páginas de El Ciudadano a tan integrales hormigas, que hacen lo que les corresponde y no andan cada cuatro o seis u ocho años mendigando votos con falsedades y amenazas como otros u otras.

(2) Histeria que se va a crear al meter hacinados miles de nuevos habitantes en sus estrechos departamentos por el bien del billetón del empresariado del tráfico de paños urbanos.

Por Mauricio Redolés

El Ciudadano Nº120, primera quincena marzo 2012

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