Drogas en la Cumbre

El 10 de abril el senador Ricardo Lagos Weber y Eduardo Vergara Bolbarán Director de Asuntos del Sur y miembro de Fundamental entregaron en el Palacio de la Moneda una carta al presidente Sebastián Piñera, con una propuesta para la postura de Chile en la próxima cumbre de la OEA en Colombia los días 14 […]

Por Mauricio Becerra

14/04/2012

Publicado en

Columnas

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El 10 de abril el senador Ricardo Lagos Weber y Eduardo Vergara Bolbarán Director de Asuntos del Sur y miembro de Fundamental entregaron en el Palacio de la Moneda una carta al presidente Sebastián Piñera, con una propuesta para la postura de Chile en la próxima cumbre de la OEA en Colombia los días 14 y 15 de abril. Posteriormente el jueves 12 junto a Richard Branson de La Comisión Global de Políticas de Drogas y fundador de Virgen Group expusieron el tema en la conferencia Políticas de Drogas basadas en la evidencia, la salud y los derechos humanos, en el ex Congreso Nacional de Santiago.

En ambas actividades se habla de la insatisfacción con que se evalúa el resultado de la política de drogas a nivel mundial, lo que se ha hecho ver desde hace ya bastantes décadas. Desde un comienzo, cuando según la historia, a inicio del siglo XX empieza a primar la represión y la prohibición de ciertas drogas, endureciendo las políticas de control, con una perspectiva que se ha motejado finalmente como “represivo prohibicionista” y que también puede llamarse “ético jurídica” porque pretende establecer una relación con ciertas drogas mediante conceptos éticos y jurídicos, habían dudas y resistencia De hecho la partida de esta visión se asocia a ciertas organizaciones religiosas y políticas en EEUU. Desde ahí y entonces se consolidaron como política internacional obligatoria para el mundo establecida en los respectivos cuerpos jurídicos internacionales.

La postura o visión más tolerante sobre las drogas psicoactivas, de elación o de embriaguez, no necesariamente médicas, como la marihuana, cocaína, LSD, hongos y por el estilo también debe haber existido desde el comienzo de la política prohibicionista y debe haberse opuesto a ella. Sin embargo el predominio de la política dura contra las drogas, “la guerra contra las drogas” la invisibilisó a la opinión pública por la supremacía absoluta de los discursos oficiales represivo prohibicionistas.

Lenta y progresivamente en las últimas décadas la ola de la nueva política de drogas ha ido incrementándose y son más las personas y autoridades que desean terminar la era de esta visión prohibicionista. Entre los que se cuentan presidentes de países Fernando Enrique Cardoso, Vicente Fox, Cesar Gaviria, Ricardo Lagos y Ernesto Cedillo. También actuales presidente como Otto Perez Molina de Guatemala, Ricardo Mantinelli de Panamá y Laura Chinchilla de Costa Rica se han comprometido a buscar nuevas estrategias. Por primera vez estas iniciativas van a atracar en la rivera de la Cumbre de las Americas como tema tanto tiempo censurado, y se dice que hasta EEUU esta por prestar oídos a lo que se diga (aunque me cuesta creerlo si).

Las críticas a la política de control de drogas actual son por su ineficacia en disminuir el consumo, la oferta, los gastos en que se ha incurrido siempre crecientes, la violencia social que la acompaña y el daño sobre la población en salud y seguridad que ha tenido la criminalización de la producción y comercialización de las drogas ilegales. Especialmente la problemática situación de la marihuana que siendo una drogas que está en el tercer lugar del consumo después del alcohol y el tabaco, y menos perjudicial que ambos, está clasificada como droga peligrosa y entregada al mercado negro criminalizado en bandeja para que contribuyas a todas las consecuencias negativas ya nombradas. La marihuana ha sido el talón de Aquiles de la publicidad prohibicionista, porque le atribuye a la planta cualidades negativas y peligrosas que la gente acostumbrada de hace tiempo a conocerla no comparte, y encuentra en los contenidos de las campañas preventivas visos de montaje grotesco, ignorante en algunos aspectos y claramente mal intencionados. Lo divertido es que los creativos de la guerra contra las drogas quizás pensaron derribar a la marihuana que es también la preferida de los jóvenes y obtener buenos resultados. Así es que pidieron género a la justicia, policía, religión, a la moral para hacerse un traje a la medida de su respetable estrategia ideológica, pero les salió el tiro por la culata, porque igual que el cuento del rey desnudo literalmente se les vio el trasero.

Las cosas han cambiado. En la misma conferencia del jueves 12 se le recordó y preguntó al senador Lagos Weber cómo es que su padre el presidente Ricardo Lagos había sacado la ley 20. 000 sobre drogas durante su gobierno y posteriormente había firmado la declaración criticando la política de drogas y su fracaso en la Comisión Latinoamericana de Drogas y Democracia; estaba implícito en la pregunta creo yo también qué pasa con el mismo senador Lagos Weber que sale ahora con un apoyo a la nueva visión sobre política de drogas: demasiado tarde. Fue claro en responder que su padre se hacia cargo de sus actos políticos y el de los suyos; de todas maneras Ricardo lagos el presidente habría aceptado que su posición de respaldo a la política internacional sobre las drogas había sido un error. Son muchos los que han cambiado su discurso, o al menos han salido del closet y se atreven a expresar públicamente lo que piensan, ya sea que se hayan equivocado, o ahora estén estudiando el tema, o perfilándose para aprovecharse políticamente de la nueva visión mayoritaria por una actitud más realista y tolerante respectos las drogas elasivas.

Está el ejemplo del presidente del Colegio Médico Enrique Paris – lo que para un país como Chile es “un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para humanidad”-, de hecho el colegio auspició en enero de este año el libro Apuntes para una Nueva Política de Drogas compilado por los doctores Sergio Sánchez y Pedro Musalem en colaboración con la periodista Mariela Hernández y Roberto Rabi abogado. Otros que se han manifestado son Fernando Paulsen, el senador Nelson Ávila, Fulvio Rossi, Carolina Toha, Patricio Souza, presidente metropolitano de la Asociación Nacional de Magistrados, Mauricio Olave, juez de Santiago, y muchos más. Incluso Francisca Florenzano directora de Senda (ex Conace) hizo declaraciones al empezar su mandato sobre que la estrategia de las drogas adolece de errores y falsedades, aunque posteriormente cuando empieza ha ejercer toma un carácter de dura y robótica, cómo si estar en el cargo obligara a seguir una línea si se quiere conservarlo, aunque su corazón y su mente le digan algo diferente, lo que no puedo asegurar por su puesto.

Como psiquiatra, casi por defecto tenía que trabajar con el consumo de drogas, y sus complicaciones, no se puede ser médico sin trabajar con las drogas, todos los remedios son drogas. Desde esta experiencia diría algunas cosas de entre las tantas facetas sobre las que se puede reflexionar.

• Se dice bastante que la política de drogas tiene que construirse en ciencia basada en la evidencia de la medicina, y otras disciplinas de la salud. Yo que por ejercicio profesional de mucho años he seguido el tema afirmo que no. La medicina se viene pronunciando hace más de mil años. Ahora que estamos en esta polémica hay dos bandos ideológicos claramente definidos, y cada cual tiene cientos o miles de investigaciones y trabajos científicos que los respaldan. Cuando en el gobierno de Bachelet se subió a la marihuana a la lista I de sustancias prohibidas, las que tienen poca utilidad y representan un peligro para la salud, Conace respondió con una interminable lista de trabajos científicos que justificaban la medida. Posteriormente Teresa Chadwick su directora dijo que la decisión no se basaba en criterios de salud sino en la necesidad política de mejorar la aplicación de la ley 20.000 de control de drogas psicotrópicas, yo estaba presente. Las dos cosas tienen lógica.

• Las autoridades que gobiernan una comunidad no son filósofos, ni religiosos ni científicos, lo suyo es conducir a los miembros que la componen en una convivencia lo mejor posible en todos lo sentidos, no es la búsqueda de la verdad. Toman en cuenta las evidencias científicas ya sean médicas, sociológicas, económicas, pero no las repiten como loros, porque todos sabemos que tienen falsos positivos, y han llevado a las creencias más absurdas.

• El renacer de la importancia terapéutica del cannabis, consecuencia de su persecución, que lleva a rescatarla desde una cualidad ancestral y tradicional que ya tenía, no es la razón o argumento por el que debe despenalizarse. Que bueno que sea terapéutica. Pero la razón por lo que se quiere consumir es por gusto, por libertad sobre uno mismo con todo lo que eso significa. Nadie fundamenta la legalidad del vino en que los flavonoides que contiene son antioxidantes que favorecen las funciones cognitivas y evitan el deterioro cerebral.

• El ser humano no puede alcanzar la verdad, menos en lo psicológico y en lo social. Así que hilando más fino ”tu viejo” senador Lagos Weber quizás no cometió un error rigurosamente hablando. Para que algo se declare un error habría que saber lo que es lo verdadero. ¿y que es lo verdadero, las sugerencias de las que viene preñada la nueva política de droga cualquiera sea la forma que esta tome? No. La política prohibicionista o ético jurídica, o la política de mayor tolerancia por la que hemos estado bregando como la estrategia de Reducción de Riego y Daño que es uno de sus exponentes no son correctas, y todas las respuestas que el ser humano ha dado a través de su historia a su relación con las drogas no son verdaderas, correctas o erróneas. Todas las políticas de drogas son han sido y serán la respuesta que a las comunidades le parece en un momento dado y están destinadas a nacer, y a morir o cambiar.

• Ergo, un nuevo enfoque sobre las drogas no significa que estemos “seguros” que las cosas deban de ser así y de que van a resultar, hacemos lo que lo creemos igual que lo hicieron los que impulsaron las políticas anteriores y la actual. La incertidumbre es cosa cierta amigos. Propongamos lo que nos parece, no prometamos nada, invitemos a todos y nadie que quiera venir a cobrar después.

• Si llegara a cambiarse la guerra contra las drogas como estrategia de regulación y control de drogas psicoactivas ahí va a empezar la cosa para quienes empujen –empujamos- una alternativa: ¿que van a decir nuestras estadísticas y mediciones? ¿El crimen organizado se va transformar a la nueva realidad y van a empezar a competir con lo emprendedores actuales de la industria, revistas como Cáñamo, la venta de semillas, de luces para autocultivo, abonos etc.? ¿Las pequeñas industrias del cannabis serán las nuevas tabacaleras, los nuevos laboratorios internacionales, no se entusiasmaran para inducir el consumo porque en eso van sus ganancias? ¿Irán a hacer lobby, tendrán que regularles la publicidad? ¿Los organismo y organizaciones nacionales y extrajeras que luchan por nuestro derecho, a las drogas, los libros las conferencias, el significado político que juegan, todo esto terminará en un champañazo, y luego apagar la luz, cerrar la puerta y para la casa? Por supuesto que no. Todo empieza de nuevo… ahí si que empieza. para nosotros.

 

Avelino Jiménez Domínguez

Psiquiatra

 

 

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