[Columna de Opinión]

El golpismo de Piñera

El convocar a un plebiscito constitucional fue una medida publicitaria, mentirosa, de Piñera escuchando al progresismo que le ofrecía calmar la protesta desatada con ese objeto mágico: una nueva constitución.

Por Pealo Carvallo

02/02/2020

Publicado en

Chile / Columnas / Política

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Piñera y la policía chilena -los pacos-, desarrollan una política de autogolpe como forma de controlar la crisis que ellos mismos provocaron. Todas estas amenazas de que no va a haber plebiscito constitucional, todas estas leyes antiprotestas, todos estos asesinatos diarios de manifestantes, la amenaza constante del uso de las fuerzas armadas (legal ya), la determinación del ejecutivo de negar el derecho a la educación a quienes aparecen como voceros de la protesta contra el mecanismo discriminatorio de ingreso a la universidad, en fin, toda esta serie de acciones gubernamentales y policiales construyen un escenario que, al mismo tiempo, normalizará la represión y eliminará el plebiscito constitucional.

El convocar a un plebiscito constitucional fue una medida publicitaria, mentirosa, de Piñera escuchando al progresismo que le ofrecía calmar la protesta desatada con ese objeto mágico: una nueva constitución. Como ese objeto mágico no calmó nada, como la promesa de nueva constitución no apagó la protesta, como encima a las élites no les gusta el cambio de constitución ni la protesta, y aún tienen en la mano el control del dinero, de la policía y de las fuerzas armadas, les parece posible, deseable, factible, poder romper con la promesa constitucional.

Esto porque, entre otras cosas, no quieren un escenario donde, aprobada una nueva constitución, el marco de legitimidad último que le quedaba a Piñera y sus políticas de origen (económicas, sociales, culturales, etc) queda, en lo práctico, abolido. ¨Porque cuando se apruebe una nueva constitución al mismo tiempo se rechaza la actual, la de Pinochet-Lagos. Y entre ese momento y que efectivamente haya una nueva constitución, todos los marcos políticos del Estado chileno estarán en entredicho, con su legitimidad lesionada de muerte, inexistente mejor dicho. Y ese es un escenario realmente revolucionario, considerando que quien sostiene la iniciativa política es la calle, la calle movilizada. Ese escenario, donde efectivamente no tendrán nada más que la fuerza misma de la policía, los pacos, y los milicos, les lleva a la salida autogolpista de la represión social y política. Ese autogolpe lo promueve toda la élite, desde Piñera, Luksic hasta Vidal, la DC y Auth.

La gravedad de esta situación no está a la vista, porque los análisis, incluso los análisis críticos que se hacen sobre el momento, son en excesivo institucionalistas y muy poco políticos y sociales. Hay que frenar el autogolpe.

Por Pelao Carvallo

1 de febrero de 2020

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