El presidente fallido

Cuando el periodista inglés Michael Ried escribió en The Economist que el “señor Piñera ha demostrado ser un político inepto”, logró, además de generar polémica, ponerle un sello mediático al Mandatario chileno

Por Wari

21/05/2012

Publicado en

Columnas

0 0


Cuando el periodista inglés Michael Ried escribió en The Economist que el “señor Piñera ha demostrado ser un político inepto”, logró, además de generar polémica, ponerle un sello mediático al Mandatario chileno.

Muchos medios de prensa, analistas y mucha gente grabó en su retina la calificación de “inepto” de Sebastián Piñera. Un tácito éxito comunicacional.

Que de paso reveló con que no existe un contra/sello mediático instalado por su equipo comunicacional.

Para desgracia del Presidente, no hay nada análogo -en positivo, por cierto- que haya logrado él o su personal presidencial.

La antítesis del golpe mediático de “inepto” no ha sido construida por los asesores de Piñera.

No hay frase, concepto, palabra, idea, que marque una impronta, un perfil, un ideario, un sello del Mandatario chileno.

El “Piñericosas” de The Clinic parece mejor instalado que los atributos del Presidente.

En esa línea, fue lapidario el sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP), que lanzó un misil a la imagen del Presidente y desbarató aun más el posicionamiento comunicacional -que también político- del representante de la derecha en La Moneda.

El 69% de los encuestados por el CEP consideró que el Mandatario actúa con debilidad, el 70% lo ve sin destreza ni habilidad, al 68% no le da confianza y el 76% lo ve lejano.

Si ello se agrega el dato del CEP y de la encuesta Adimark que sitúa al huésped de La Moneda con un 59 y un 66 por ciento de desaprobación ciudadana, el color que toman las cosas es de tono muy oscuro.

Ciertamente que ningún equipo comunicacional del mundo puede levantar una imagen, un perfil, una impronta, en alguien que no posee ni el proyecto político, ni el plan gubernamental, ni las características personales que permitan una buena gestión mediática.

Al revés, también los intentos serán fallidos cuando hay un grupo de asesores que no contiene las cualidades profesionales, intelectuales, teóricas, creativas, técnicas y políticas para llevar a buen puerto la estrategia mediática.

En el caso de Sebastián Piñera es claro que no se instaló una eficaz acción comunicacional.

En el peor de los mundos, se supo a través de notas periodísticas que una de las decisiones de sus asesores comunicacionales y políticos, fue que el Presidente se expusiera menos ante los medios de prensa.

Pareciera que en el equipo de comunicaciones del Mandatario chileno se aplica la tesis de que el mejor plan de prensa es que no haya plan de prensa.

Revisando los curriculum vitae de los asesores comunicacionales, las tareas realizadas y los comportamientos mediáticos del Presidente, surgen algunos acercamientos a las debilidades que explican, en parte, la no instalación comunicacional de Piñera.

Hay escasa preparación en teoría política; no hay experiencia ni grandes conocimientos en estrategias comunicacionales; no hay trayectoria en la materia; se confundió la labor periodística-reporteril con la labor de creación comunicacional; hay deficiente trabajo en y hacia los medios; hay inoperancia en la construcción de sellos, de conceptos, de idearios; hay deficiencia en instalación de objetivos y logros gubernamentales a nivel masivo con un lenguaje directo, nítido, preciso, apropiado; hay un deficitario uso de los recursos televisivos y radiales que son, por lo demás, masivos y nacionales; los discursos son enciclopédicos, sin impronta, llenos de lugares comunes, con vacíos comunicacionales, sin pasiones; las puestas en escena son repetitivas y precarias; se constata una lejanía con lo que es el servicio público y la comunicación desde el Estado, pensando que los códigos del sector privado son los correctos; se confunden conceptos publicitarios con conceptos de propaganda; se evidencian escasas instrucciones al Mandatario o realización de minutas o pautas, dadas las continuas “metidas de pata” mediáticas de Piñera, con errores históricos, chistes machistas y de mal gusto, equivocaciones de datos, personajes y situaciones.

A ello se puede agregar que no hay un hilo conductor comunicacional al interior del gabinete y del Gobierno.

Las salidas comunicacionales de los ministros -sobre todo los más poderosos- son incoherentes en relación a los posicionamientos comunicacionales que querría resguardar y reforzar La Moneda.

Este es uno de los gobiernos donde en más ocasiones los ministros debieron decir que se les mal interpretó, que tuvieron que ser llamados al orden por el Mandatario por dichos y debates en la prensa o simple y dramáticamente tener que pedir disculpas.

Está mejor instalado el debate y la competencia presidencial de varios ministros que la actuación del Presidente de la República en su gestión gubernamental.

En la película sobre la ultraconservadora gobernadora de Alaska, Sarah Palin, y su proceso como candidata a vicepresidenta de Estados Unidos por el Partido Republicano, hay una escena en que ella prepara un discurso inadecuado por el momento y el contenido. El principal error es que se anteponía a algo que debía decir y hacer el senador John McCain, que era el candidato a la Presidencia. Aparece entonces uno de los asesores comunicacionales McCain, y simplemente la llamó a callar.

Dos elementos que, sin duda, faltan en el equipo comunicacional de Piñera. Llamar a callar y tener carácter.

Porque en ocasiones los silencios son triunfos mediáticos. Y porque el carácter de los asesores, genera características.

Las cosas andan tal mal, que el jefe de la colectividad partidista de Sebastián Piñera, mandó al subterráneo de La Moneda al equipo comunicacional.

Puede que, en efecto, exista un problema de reclutamiento para el equipo presidencial. No se ven profesionales con real y amplia experiencia en estas lides. Se exageró y sobredimensionó el papel que podrían cumplir periodistas sacados de La Tercera, El Mercurio, Qué Pasa y La Segunda. No hay estrategas comunicacionales ni comunicadores con preparación política.

Quizá, aunque tendría que hacerlo confidencialmente, le llegó la hora a Sebastián Piñera de contratar asesores extranjeros.

Hay una cuestión central en todo esto. Comunicacional y políticamente Sebastián Piñera es un Presidente fallido.

En la derecha se lee mucho la historia y la trayectoria de jefes de Estado como Winston Churchill, Margaret Tatcher, Ronald Reagan, George Bush (el padre), entre otros. El tema es que varios de ellos fueron estadistas. Y Piñera no lo es. No tiene la silueta ni el discurso ni el perfil de un estadista. Y de ahí a ser un Presidente fallido, hay cinco centímetros.

Nunca, y eso lo saben muy bien los principales personeros de los partidos de derecha que convivieron con él durante al menos dos décadas, Sebastián Piñera tuvo real liderazgo ni logró encantar y ganarse el respeto de personajes del sector conservador. No es un hombre que tenga liderazgo. Eso también lo coloca como un Presidente fallido.

Lo que señalan todas las encuestas en sus tres años de periodo, ayuda a sostener la tesis del Presidente fallido.

Junto a las críticas a sus obras y proyectos sobre los cuales se instaló otra derrota comunicacional: la idea de que todo lleva “la letra chica”, algo que se repite masivamente y que se usa para comentarios en otros temas.

Esa es una contra/tarea de su equipo comunicacional. Convertirlo, aunque sea mediáticamente, en un Presidente no/fallido. Que instale que al menos resultó como figura presidencial.

Frente a todo esto, quizá su equipo debería pensar en tener un sentido autocrítico, sincerarse, re/plantearse, re/visarse, re/evaluar, re/caracterizar (con carácter) y ver si en el año que les queda, logran instalar algo bueno mediáticamente. Una tarea a todas luces pendiente es qué sello querrá dejar Sebastián Piñera cuando salga por calle Teatinos hacia su casa en el barrio alto. Para que no se vaya con el mote de “inepto”.

Por Hugo Guzmán R.

Tlachiquero

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬