Espejos quebrados

SEMIOLOGÍA DE LA CRISIS AUTOMUTILATIVA El conflicto vivido en Chile en las décadas 70 80 podríamos llamarlo automutilativo

Por Mauricio Becerra

12/06/2012

Publicado en

Columnas

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SEMIOLOGÍA DE LA CRISIS AUTOMUTILATIVA

El conflicto vivido en Chile en las décadas 70 80 podríamos llamarlo automutilativo. Es como si alguien le disparara a su imagen frente a un espejo y viera con estupefacción que es su cuerpo real el que empieza a sangrar y sentirse herido. En una crisis automutilativa existen formas de exclusión: clausura o desaparición de dimensiones de algunos aspectos de la identidad individual o grupal. En la persona se excluyen instintos, emociones, ideas y conductas, en el orden social las formas de exclusión se traducen en restricción política, censura, exoneración, disolución del parlamento, encarcelamientos, ejecuciones sin debido proceso, desaparición de cuerpos. Las formas de exclusión son facetas que se apagan en el concierto de la vida personal o de una comunidad. Muestran la agresividad que es fundacional en los seres biológicos del tipo de los humanos. La frustración siempre despierta la capacidad de destruir, probablemente, una forma de insistir en la satisfacción de una necesidad, y por ende de ser.

Con una distinción básica de sí mismo según la cual todo lo bueno soy yo y todo lo que se opone a lo que soy es lo malo, se toma todo lo distinto como malo y se dirige la agresión en su contra. Así en un grupo las diferentes identidades grupales se defienden unas de otras provocando desintegración social, cuya progresión termina en una crisis automutilativa, la comunidad se divide en diferentes fragmentos sociales delimitados irreconciliablemente por sus valores o creencias. El orden social queda disgregado en grupos, -identidades sociales-, incapaces de coordinarse y pierde la identidad común. Las distintas identidades disociadas, en este caso los sectores políticos en pugna, se sienten mutuamente destruibles, cuando en realidad son partes de un mismo cuerpo social que empieza a sangrar y se siente herido, todos lo pueblos lo viven varias veces, y lo harán.

LA LEGITIMIDAD DE LAS DOS VIOLENCIAS

La violencia de la Derecha y de la Izquierda son igualmente legítimas. Ambas son agresividades de las correspondientes identidades grupales, al ser estas amagadas en las condiciones de satisfacción de sus necesidades, de acuerdo a lo prescrito por sus propios valores o creencias.

RECONSTRUCCIÓN Y REPARACIÓN

La Derecha es aquí aquellos quienes que tienden a hegemonizar el poder y especifican el orden social, dinámica en que predomina el poder natural puro o silvestre. Mientras la Izquierda es más caer en conciencia, cuya característica es hacer cambios en el sistema que mejoren las condiciones de los miembros con menor poder que tienden a ser excluidos. Obviamente los de derecha se convierten en izquierdistas y viceversa, lo vemos a cada rato, el yin y el yang del movimiento del mundo.

Reparación es el conjunto de todas las acciones para superar el daño en los distintos niveles del orden social que sea necesario. Aquí la palabra no se estaría refiriendo a la reparación de la persona solamente sino de la sociedad. También de instituciones. Es el caso del sistema judicial, y de las fuerzas armadas, que en esta crisis tuvieron deficiencias y malos funcionamientos. Las fuerzas armadas por ejemplo errores en el tipo de valores o creencias en la formación para actuar contra la insurgencia al interior de los países (incluyendo carabineros e investigaciones) entregada en la Escuela de las Américas, como es conocido. Por su parte el sistema judicial institucionalmente abandono de deberes durante el periodo de la dictadura. Es evidente que no es un problema que se solucione actuando sobre personas cuando hay deficiencias en las estructuras institucionales. Una institución que no provee de los mecanismos de defensa contra los perjuicios que una persona pueda hacer usando la institución, es una organización peligrosa y negligente, aunque sea simultáneamente provechosa.

SUPERACIÓN DEL CONFLICTO

Verdad en la aclaración de los hechos constitutivos de delitos en las formas de exclusión que se han definido previamente, cuando estas se ejecutan fuera de derecho, de las normas nacionales e internacionales con las que hay compromiso.

Justicia por una parte en la recuperación del estado de derecho respecto a los actos punibles ya tipificados por la jurisprudencia chilena y sus compromisos internacionales. Aunque no existe la justicia en las comunidades humanas como fenómeno natural. La naturaleza no busca la equidad. En gran parte se entiende justicia como lo hacen los sectores victimizados. Los sectores victimarios entienden de otra manera la justicia frente a los hechos de la crisis automutilativa. Porque cada uno tiene su identidad, concepto con el cual se puede entender esta pugna en las personas y los grupos. Según sus valores o creencias tienen su interpretación de la justicia. Es la “justicia”, así entre comillas, o la ”verdad”, la “realidad” entre comillas. Porque no hay ni persona ni grupo que sepa lo que es la auténtica justicia, verdad ni realidad. Al contrario, creer que se sabe lo que es la auténtica justicia, la auténtica verdad o la auténtica realidad lleva a la fragmentación y la confrontación.

La verdadera justicia es una entelequia que existe al alcance de las personas solo a nivel imaginario. La comprensión de la verdadera justicia podría alcanzarse si existiera la omnisciencia, poder que se atribuyen a los dioses. A nivel personal y social la reconciliación sin embargo puede buscarse a través de la sanción.

SANCIÓN

Sanción significa cambiar las condiciones que permitieron las conductas que se desean excluir en la persona o en el orden social. Igual que en el caso de la reparación en los niveles que sea necesario En las personas, en las comunidades, en el orden social y en todos los aspectos involucrados en las conductas que se desean evitar. Sancionar es cambiar las condiciones entre los miembros de un orden social que producen ciertas conductas que ahora queremos evitar o excluir. El castigo no es sinónimo de sanción, ni es el objetivo de la sanción. A veces es necesario castigar para sancionar otras no.

Es el conocido caso de la película El Chacal de Nahueltoro que fue fusilado cuando habían cambiado las condiciones desde las cuales emergieron las conductas que se deseaban evitar, que es la esencia de la sanción, porque la persona se había rehabilitado; se mató a otra persona, la pena de muerte no fue ya una sanción sino una agresión del orden social.

Los involucrados en los llamados delitos de Derechos Humanos deben ser sancionados para conseguir la reparación de la convivencia, por lo tanto en los niveles que fuere necesario: personal e institucional. La ausencia de castigo no es ausencia de sanción como se ha aclarado, ni tampoco ausencia de justicia y menos impunidad. La sanción no es compatible con la impunidad.

EL DUELO

Duelo es la pérdida de una parte de la identidad, de los valores o creencias, manteniendo a la vez una identidad, una coherencia psíquica, biográfica, histórica. Obliga a asignar un nuevo lugar para los valores o creencias que se pierden o cambian, que constituyeron parte de la identidad anteriormente y ahora están asociados con hechos negativos, que han dañado. El duelo es normal en las personas, los grupos y ordenes sociales en un mundo cambiante. En el duelo una persona o comunidad se desprende de valores o creencias, y los sustituye por otros mejores para alcanzar la satisfacción y el desarrollo auténticos.

Los valores o creencias que se pierden se mantienen en la identidad, como parte de la persona a través de la significación simbólica. Mantienen su significado, su importancia, en la medida en que se comprende que representan lo que la persona ha sido en un momento dado. Son simbólicos porque estos valores o creencias que ya no son consideradas las mejores ideas para enfrentar la realidad, testimonian como la persona ha llegado a ser lo que es hoy, la naturaleza de la respuesta de la persona o la comunidad a sus necesidades. Aunque posteriormente los valores o creencias adoptados no tuvieran un resultado deseado, fueron aceptados con fe en un momento de la relación de la persona o grupo con su mundo.

La Izquierda y la Derecha –chilenas- tienen que realizar el duelo y perder aquellos aspectos de sus respectivas identidades que llevaron a la crisis automutilativa, que en vez de ser guías y bienestar, fueron caminos a distintos grados de destrucción; y en una medida lo han hecho. La Derecha y La Izquierda tienen corresponsabilidad en la crisis y pasan por la culpa de haber tenido emociones, pensamientos y acciones contra personas cosas o circunstancias que son partes de sí mismos; la metáfora de los espejos quebrados. Antes que Izquierda y Derecha quienes componen estos sectores, comparten la pertenencia a un mismo sistema social.

Es fácil entender la culpa, en los sectores de Derecha, que cometieron delitos graves de derechos humanos. Los hechos dramáticos hacen evidente la necesidad de ellos de desprenderse de los valores o creencias que sustentaron esos delitos, y hacerlo pasa por la culpa. Es más difícil la culpa en los sectores de Izquierda afectados por el terrorismo de estado. Sin embargo, está en muchos análisis de quienes sufrieron más gravemente la violencia política. Entre los mismos familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura durante la crisis, hay distintas formas de enfrentar la situación que incluye variadas manifestaciones de culpa.

La destrucción sufrida por la Izquierda durante la crisis automutilativa hizo que vieran en el propio ser de Izquierda un peligro, identificación y sentimientos que cuestionaban sus valores, culpa ambivalente: apoyo a las víctimas, y también las víctimas como dolor, con el natural deseo de desprenderse de ese dolor. Familiares y protagonistas directos de los afectados por las formas de exclusión han rechazado aspectos y episodios de su biografía ocurridos durante la dictadura. Sintieron rabia y miedo por ser de Izquierda en la medida en que era inseparable del desastre que se vivía. Autocríticas y cambios de la Izquierda se refieren a valores o creencias generadores de resultados políticos indeseados e incontrolables: la famosa caída de las catedrales.

DIALOGO.

Dialogo es un estado de la convivencia entre las personas, como también ocurre individualmente entre distintas partes de sí mismo en una persona, o en la convivencia entre las especies en el entorno ecológico. Dialogo es el estado de la convivencia en el que las distintas identidades que dan sentido y a la vez separan se suspenden y permiten un encuentro nuevo, sin estar secuestrado en el yugo del condicionamiento personal o grupal. Mientras los periodos de crisis son estados de la convivencia en los que predomina el desconocimiento mutuo y el dominio de una parcialidad sobre el todo: La Izquierda, la Derecha, el cristiano, el musulmán, el judío, los chilenos, los extranjeros.

El dialogo enciende el encuentro con un orden social que toma en cuenta la satisfacción de todos los que comparten. La crisis automutilativa sobrevino porque el orden social no satisfacía las necesidades de muchos de sus miembros, por la frustración y, por lo tanto, la conciliación, consiste en crear nuevos valores o creencias que favorezcan ojala a todos con consecuencia.

Avelino Jiménez Domínguez

 

 

 

 

 

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