Fidel Castro: sólo podemos ser libres si la humanidad es libre

El 1º de enero de 1959, ante el colapso militar de su régimen, el dictador Fulgencio Batista huyó de Cuba y los rebeldes tomaron el poder

Por Wari

28/11/2016

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Columnas

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Hervi Lara_XEl 1º de enero de 1959, ante el colapso militar de su régimen, el dictador Fulgencio Batista huyó de Cuba y los rebeldes tomaron el poder.  El 8 de enero,  Fidel Castro entró triunfalmente en La Habana, instaurándose oficialmente el Gobierno Revolucionario.  Fidel Castro asumió la condición de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.  Su acción durante más de medio siglo lo convertiría en una leyenda de la política internacional al perseguir un ideal de justicia y la esperanza de cambiar un mundo de desigualdades y de discriminaciones.

La humanidad aún estaba entonces en gran parte sometida a la colonización.  América Latina, en teoría independiente, permanecía bajo el despotismo de minorías privilegiadas y sojuzgada por crueles dictadores amparados por Washington.

Fidel Castro condujo a su pequeño país enfrentado a Estados Unidos, cuyos dirigentes no lograron derribarlo, ni eliminarlo, ni modificar el rumbo de la Revolución Cubana.

En 1961, el pueblo cubano impidió el desembarco de fuerzas armadas de USA y de “gusanos” cubanos que pretendían derrocar a Fidel.  Washington impuso a Cuba un devastador embargo comercial y financiero, obstaculizando su normal desarrollo, con consecuencias trágicas para sus habitantes.  Además, USA ha mantenido una guerra ideológica y mediática a través de Radio “Martí” y TV “Martí”, instaladas en Florida  para inundar la isla de propaganda contrarrevolucionaria.

Desde 1960, USA ha buscado la claudicación del pueblo cubano “a través del hambre y la desesperación”, como se lee en más de un documento desclasificado en que aparecen documentados los intentos de derrotar a Fidel Castro.  Es esto explicable, porque el 75% de la tierra cultivable de Cuba estaba en manos de USA.  Con la Revolución, se hizo la Reforma Agraria para entregar esa tierra a los campesinos.  Los recursos naturales, las industrias y los servicios fueron puestos en manos del único dueño verdadero: la nación cubana. Siguieron innumerables agresiones de parte de USA: sabotajes, infiltración de hombres y pertrechos de guerra para sabotear y promover actividades terroristas y levantamientos de la población.  Aviones bombardearon con materiales incendiarios las plantaciones de caña.  Secuestraron  aviones civiles llevándolos a USA para destruirlos o incautarlos.  Hubo ataques piratas a barcos pesqueros, a las costas y a transportes provenientes de Cuba.  Asesinaron a diplomáticos cubanos incluso en la ONU.  Ingresaron dinamita y fósforo vivo, introduciéndolo en cajetillas de cigarros, lanzándolos en teatros y tiendas para provocar incendios y muertes.  A lo largo del territorio nacional diseminaron grupos armados que asesinaron a campesinos, obreros, maestros, alfabetizadotes.  Quemaron viviendas, destruyeron centros agrícolas e industriales.  El 4 de marzo de 1960, en un muelle de La Habana, hicieron estallar el barco francés “La Coubre”, dejando más de cien muertos, entre ellos seis marinos franceses y cientos de heridos cubanos.  En octubre de 1976, la CIA provocó un atentado contra un avión civil cubano en pleno vuelo, provocando la muerte de 73 personas que cayeron al fondo del mar.

En marzo de 1960, el presidente Eisenhower firmó una orden autorizando una “poderosa ofensiva de propaganda” contra la Revolución Cubana y un plan de acción encubierta para el derrocamiento del gobierno revolucionario.

En 1963 hubo 5.780 acciones terroristas contra Cuba. De ellas, 717 fueron ataques contra equipos industriales, lo que causó la muerte de 234 personas.  Se calcula que los ataques terroristas de la década de los 60 provocaron más de 3.500 víctimas y más de 2.000 mutilados.

En 1971, bajo la presidencia de Nixon, en un contenedor introdujeron en Cuba el virus de la peste porcina, matando a más de medio millón de cerdos.  En 1981, la CIA introdujo en Cuba el virus tipo II del dengue, que produce fiebres hemorrágicas mortales para el ser humano.  Más de 350 mil personas resultaron contaminadas, de las cuales murieron 158, entre ellas 101 niños.  Hubo más de 600 planes de asesinatos directos contra Fidel Castro.

Entre los planes contrarrevolucionarios más patéticos está el Programa Mangosta del general Edward Lansdales, consistente en propiciar una resistencia masiva; contaminar el azúcar destinada a la exportación; hacer circular dinero falso; destrucción de instalaciones vitales; aplicar la llamada “ley de ajuste cubano” para permitir y estimular las salidas ilegales del país; la llegada de Jesucristo a Cuba, ocasión en que el pueblo debía salir en masa a su arribo y, a la hora acordada, emergería un submarino con luces y fuegos de artificio, causando tal impacto que el pueblo seguiría a los agentes infiltrados que conducirían a un levantamiento.  Este episodio estuvo en preparación, pero no llegó a ejecutarse por ser extremadamente grotesco.  Sí se llevó a cabo la “Operación Peter Pan”, cuyas víctimas aún padecen sus efectos.

El mayor daño a Cuba ha sido el bloqueo impuesto por USA.  No obstante, la Revolución ha erradicado el analfabetismo.  Todo el pueblo tiene asegurado el derecho a la vida con el acceso universal y gratuito a la salud y a la educación.  En 2014 Cuba sólo tuvo un 4% de mortalidad infantil.  Cientos de jóvenes son becados para estudiar medicina gratuitamente y existen brigadas médicas cubanas en Haití y otros 80 países.  También Chile ha recibido la solidaridad cubana en las situaciones de catástrofes naturales.

En la Cuba de la Revolución no ha habido jamás un detenido-desaparecido, ni un torturado, no hay escuadrones de la muerte, ni se han producido asesinatos políticos, así como no hay ancianos desamparados, niños abandonados por las calles o sin aulas ni maestros, ni persona alguna abandonada a su suerte.

Cuba ha sido el primer territorio libre del dominio imperialista en América Latina y El Caribe y el único país del hemisferio donde, a lo largo de la historia poscolonial, torturadores, asesinos y criminales que arrancaron la vida a decenas de miles de personas, han sido juzgados y ejemplarmente sancionados.

Es este artículo mi modesto homenaje del  día 25 de noviembre de 2016, cuando ha dejado este mundo Fidel Castro, quien fuera uno de los faros más lúcidos para orientar a la humanidad contemporánea.

Resuenan sus palabras en la entonces Universidad Técnica del Estado (UTE), en Santiago, en 1971, expresando la encarnación de las Bienaventuranzas: “En nuestro país no hay un solo ser humano abandonado a su suerte.  Lo que tenemos, lo poco que tenemos, lo repartimos.  Somos un país pobre, no somos un país rico.  Pero nadie se acuesta sin comer, nadie está descalzo, nadie se muere por falta de médico o de medicinas, nadie se queda analfabeto, y todos los niños tienen escuelas y todos los jóvenes tienen su centro de enseñanza y tienen posibilidad de llegar a los cursos superiores y a las universidades”.

Extrañaremos las reflexiones de Fidel sobre el neoliberalismo, el cambio climático, la cultura, la solidaridad internacional y todos los temas trascendentes sobre el mundo.

Compañero Fidel Castro, hasta la victoria, siempre.

Por Hervi Lara

Santiago de Chile, 26 de noviembre de 2016.

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