Por Carlos López Dawson
Decisiones

La geopolítica es el estudio de cómo la geografía, tanto física como humana, influye en las relaciones internacionales y la política, especialmente en el ámbito de los estados. Se centra en la interacción entre el territorio, la comunidad, la capacidad económica, el poder y la política, analizando cómo la ubicación geográfica, los recursos naturales, el consumo, las fronteras, la tasa de natalidad y otros factores moldean las relaciones entre países y sus políticas exteriores. De modo que la geopolítica busca comprender cómo la geografía física y humana afecta las decisiones políticas y las relaciones internacionales, y entender el pasado para anticipar posibles escenarios futuros, comprendiendo cómo las decisiones políticas se ven afectadas por tales condiciones. Es una disciplina que conecta la geografía, la política, la economía, la historia y las relaciones internacionales y que ha sido ampliamente utilizada por los imperios, o Estados con ambición de imperio, para imponer sus políticas o beneficiarse de los recursos de otros.
Visiones clásicas
Todo cambia. Difundir el conocimiento de esta materia es fundamental teniendo presente que podemos estar siendo conejillos de indias de algún teórico. Teniendo presente que la geopolítica no es solo un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas, sino también una forma de ver a los otros como enemigos. Se nutre especialmente de otras disciplinas tales como la historia, las relaciones internacionales, la economía, la geografía política, la ciencia política, la sociología y la antropología. Realiza el estudio del orden establecido, de acuerdo a las características económicas, culturales y recursos de los estados. Se utiliza fundamentalmente para ver cómo le ganamos al otro, sin tener en cuenta que afectará a personas y que ahora todos lo saben.
Anquilosados
Los autores clásicos han escrito sobre la geopolítica y la importancia de la geografía en la política global. Muchos de esos autores consideran a los Estados como entidades únicas, capaces de someter a otros (Visión orgánica). En esa visión está presente la estrategia militar que se centra en la aplicación directa de la fuerza para alcanzar objetivos, la geopolítica analiza las dinámicas más amplias que influyen en las relaciones internacionales y la estrategia de los estados. La geopolítica considera cómo los factores geográficos, económicos y culturales afectan las decisiones políticas y estratégicas. Tanto la geopolítica como la estrategia militar analizan las dinámicas de poder y cómo se distribuyen los recursos y las capacidades entre diferentes actores. La geografía es crucial tanto en la geopolítica como en la estrategia militar, ya que la ubicación, los recursos naturales y las características físicas de un territorio pueden influir significativamente en las decisiones estratégicas y políticas. En su aplicación se utiliza todo tipo de teorías de la comunicación.
Geopolítica de la muerte
La aplicación de la geopolítica por cierto que ha conducido hacia la guerra o a construir alianzas militares para defenderse de adversarios reales o supuestos. También, tales alianzas se crean para permitir el desarrollo de la industria armamentista de una potencia dominante. Ello se basa en la idea de que la guerra es necesaria para el desarrollo económico, entonces convencen a sus aliados, así como a los Estados vecinos del supuesto adversario de la conveniencia, de sumarse a su alianza, sin decirles que el objetivo es desarrollar la industria armamentista de la potencia dominante.
Necesaria superación
Además, la geopolítica suponía un criterio de dominación: quien domine tal cuestión dominará el resto, Era una alienación ideológica. Posiblemente muchos aún mantengan esa idea. Pero, ahora es tiempo de reflexionar distinto, en trabajar para que las relaciones entre los Estados puedan ser acercamientos y no competencias destructivas. Todas las concepciones anteriores han sido superadas por la ciencia y la tecnología. En efecto, todos los Estados invierten en tecnología. Las guerras electrónicas dominan los campos de batallas y conducen a una suma nula. Desde un cuarto escondido una persona puede subir una señal a un satélite, estudiarlo e intervenirlo, mover drones a miles de kilómetros, lo que antes requería miles de personas e inversiones en armas. Las comunicaciones se han modernizado a tal punto que ahora es como si todos fuéramos vecinos. Nos podemos enterar tanto de líos familiares en Berna, Suiza, como comprar un chiche producido en la aldea de Lafa en África, sin movernos de nuestro escritorio. Por lo tanto, mantener una visión anticuada de las relaciones internacionales conduce al fracaso, como lo estamos apreciando cada día en muchas partes. Con el conocimiento de economía política, de la tecnología y la inteligencia artificial podemos tener un diagnóstico geopolítico exacto para las decisiones del caso.
Multipolaridad
Las ideologías individualistas desaparecen porque van primando las ideas de trabajo en equipo. Ello también debiera conducir a la derrota total de las ideas de superioridad para dar paso a las de colaboración.
Gracias a la tecnología y a las erradas políticas tarifarias el mundo asiste a la muerte de la unipolaridad y ve nacer la multipolaridad, lo que conduce a un nuevo enfoque de la geopolítica, una geopolítica de la paz. Es en este nuevo escenario mundial que nuestro país debe enfrentar su desarrollo, bogando porque el derecho efectivamente se respete y que se puedan emprender tareas colectivas por el bien de la humanidad.
BRICS
Los BRICS son un grupo de cinco países (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se unieron inicialmente para fomentar la cooperación económica y política entre economías emergentes. Los BRICS buscan aumentar su influencia en el orden global y desafiar la dominación de las instituciones occidentales. Los BRICS están integrados por cinco países: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Estos países representan algunas de las economías emergentes más influyentes del mundo y juntas albergan a más del 40% de la población mundial. Representan aproximadamente el 37,3% del producto interior bruto mundial (basado en la paridad del poder adquisitivo) y constituyen una gran potencia económica en el comercio de materias primas, especialmente petróleo. Con la incorporación de Irán, Emiratos Árabes Unidos y potencialmente Arabia Saudí, podrían controlar casi la mitad de la producción mundial de petróleo. Poseen una gran base de consumidores y fuerza laboral gracias al tamaño de sus poblaciones. La tasa de participación laboral del bloque es del 60,6%, con un total de 1.500 millones de personas. Crearon el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), que financia proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países miembros y en otras naciones en desarrollo. Trabajan en la creación de una nueva moneda comercial respaldada por oro, que podría desafiar al dólar estadounidense. Su expansión podría continuar, con países como Tailandia y Arabia Saudí considerando unirse. Los BRICS también están enfocados en áreas de cooperación como la ciencia y la tecnología, la salud y la lucha contra el cambio climático. Es probable que los BRICS sean un paso intermedio hacia un mundo multipolar. Se espera que los BRICS sigan creciendo en influencia económica y política a nivel global, poniendo fin al mundo unipolar que dominó Estados Unidos de América durante cerca de sesenta años.
Geopolítica iberoamericana
Los proyectos de integración latinoamericana no han tenido el éxito que se soñaba, probablemente por tratar de copiar modelos capitalistas de desarrollo, pero es un proyecto que debe continuarse. Todo indica que, por ahora, es posible poner el acento en la política más que en la economía política; primero conversemos, después vendrá el amor. Y en esa conversación por razones geopolíticas, de las buenas, tienen que estar presente todos los pueblos iberoamericanos, nacidos y forjados en un mismo movimiento histórico, que incluya a los pueblos originarios, los criollos, los recién llegados y los perdones que faltan. Cada uno tienen lo suyo, pero, para los Estados que la integran, Iberoamérica es mucho más pensando geopolíticamente. Todos pueden ser líderes de esta estrategia. Ahora recién podrán descubrirse a sí mismos.
Por Carlos López Dawson
Abogado, Dr. en Ciencia Política y Derecho. Director de Postdoctorado en Universidad Superior de Guadalajara.
Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.
Sigue leyendo:
Si deseas publicar tus columnas en El Ciudadano, envíalas a: [email protected]