La Columna de Jaramillo, Los excedentes donde corresponden

Cuánta historia y tinta se ha derramado en torno al Cobre, nuestro preciado metal nacional y uno de los más importantes del mundo, industrialmente hablando

Por Director

14/05/2006

Publicado en

Columnas

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Cuánta historia y tinta se ha derramado en torno al Cobre, nuestro preciado metal nacional y uno de los más importantes del mundo, industrialmente hablando.


jaramillo
El avance económico que ha tenido la principal exportación de nuestro país, gracias a las excelentes gestiones de nuestros últimos gobiernos, ha permitido que el alza en su precio haya logrado niveles históricos.
Pero el último debate que se ha generado en torno al tema me parece simplemente inaceptable. El Gobierno acaba de enviar las indicaciones al proyecto de ley sobre responsabilidad fiscal a la Comisión de Hacienda del Senado. Este permitirá invertir hasta un 100% de los recursos del superávit que se genere por el alto precio del cobre en el extranjero. Para aquellos que no lo saben, a esta ganancia se le conoce como “excedente”.
No voy a andar con rodeos. Afirmo que el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, se equivocó. Cuando hablamos de un recurso que genera estos niveles de ingresos y, al mismo tiempo, queremos lograr beneficios como país, la inversión foránea no es la mejor opción.
Creo que las políticas del ministro, poniendo nuestros dineros en los bancos extranjeros, se alejan radicalmente de la búsqueda de igualdad social que legisladores como quien les escribe, se han preocupado de lograr.
Y quiero ser práctico. Más aún, directo. No voy a darme vueltas en exponer las causas de por qué me parece que esta no es la idea más adecuada, sino a explicar cuáles creo que serían algunas medidas que deberían tomarse a la hora de invertir en los excedentes del rojo metal.
Creo que dos de ellas se relacionan directamente con nuestra provincia y con la nueva Región de los Ríos. Y ambas contribuyen con la descentralización, en lo concreto y más allá de las papeletas administrativas.
En primer lugar, un alto porcentaje de este excedente debería invertirse en nuestras regiones, que -como es habitual- quedan relegadas a un segundo plano. Destinando estos recursos para lograr una mejora en la competitividad de los pequeños y los medianos productores, no sólo apoyamos a los agricultores y a los campesinos, también hacemos crecer e impulsamos nuestra economía nacional.
De este modo, aquellos trabajadores agrícolas que usualmente no podrían hacerlo, tienen la posibilidad de acceder a créditos y bonos agropecuarios para fertilizar sus tierras, fortalecerlas y por ende, potenciarlas.
Por otro lado, una muy ingeniosa forma de utilizar esos excedentes en nuestra región, sería continuar invirtiendo tanto en obras viales, como portuarias. La construcción y mejora de las vías de transporte y comunicación en una nueva administración regional es esencial para el desarrollo local. Qué mejor ejemplo que el Corredor Bioceánico.
Y podría enumerar cientos más que se me ocurren, pero que se resumen en lo que ya señalé. Los dineros de los excedentes deben estar donde corresponden: en las regiones de nuestro país.

Enrique Jaramillo Becker
Diputado de la República

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