La dificultad de corregir el machismo

Imitar por aceptación: lo hacemos porque nos gusta o porque los demás lo hacen. Estamos desesperados por reforzar nuestra hombría, por ser “más hombres”. Con esa conducta, lo único que hacemos es reproducir.

Por Leonel Retamal

06/02/2015

Publicado en

Columnas

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Columna_ElCiudadano_francisco-RojasSe nota cuando no se ha leído nada sobre género, cuando algunos hombres se dedican a repetir como loros lo que dicen y hacen sus amigos o a reproducir lo que leyeron en algún foro de internet, más descontextualizado todavía, que alimenta argumentos disonantes y sin peso.

Los estudios de género proponen la reivindicación de identidades sometidas: mujeres, masculinidades críticas, LGBTIQ y otros nativos y parias, en pos de una igualdad política y social. Pero claro, muchos no tienen idea, porque sólo hablan sin entender nada.

Efectivamente la desigualdad entre géneros existe y se manifiesta en diferentes instancias, como el acoso sexual callejero. Aunque no lo crean, hay personas -mujeres en su mayoría- que son acosadas más de tres veces a la semana, incluso varias veces al día, con silbidos, tocaciones y punteos.

{destacado-1} Algún imbécil dirá “pero mira cómo se visten”. La ropa nunca es una justificación para ser vulnerado en el espacio público. Todos tenemos derecho a transitar en paz. Y ante la lógica “tengo derecho a expresarme”, respondo desde ya: ese derecho no tiene por qué violentar la sensación de seguridad de los demás.

¿De verdad creen que es un problema menor? ¿Tienen idea de cuántas mujeres deciden su ropa cada mañana en función de «qué me van a decir en la calle”? Modifican sus rutas para evitar ser acosadas o sacan valor para salir a la calle como ellas quieren. Muchos varones no tienen idea de esto, porque sólo están tan preocupados de masturbarse en su propia idea de lo femenino, que no miran más allá.

¿De verdad es menor que un tipo salga a masturbase frente a niñas? Hay casos de eyaculaciones sobre menores en la vía pública o de gente que se reúne a tomar fotos a las mujeres por debajo de la falda. Eso es acoso sexual callejero, no está penado por la ley y aún así hay quienes se preocupan por defender los “piropos”.

Esta reivindicación no es “hembrismo”, el “hembrismo” lo inventaron los varones machistas y se reprodujo en masa para minimizar algo tan revolucionario como la igualdad de derechos.

Les doy un consejo: en vez de hacerse un auto-felatio de su propia masculinidad, pregúntenle a sus amigas qué les pasa cuando salen a la calle, si las siguen, qué cosas les gritan. Verán que el famoso “piropo” poético es sólo un mito. A ver si así se pegan el alcachofazo de que están dando la cacha y reproduciendo un sistema, a ver si así aportan algo al mundo, porque si vienen a decir que deberíamos “preocuparnos de cosas más importantes”, estoy ansioso de saber que es eso más importante que la igualdad de las personas.

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