La poesía como convertidor de catarsis pública. Apuntes incompletos

Es importante el análisis de la contingencia política y el escrutinio riguroso de oficinas políticas con papel tapiz de fondo, confeccionado de promesas

Por Daniel Labbé Yáñez

24/01/2017

Publicado en

Columnas

0 0


Andres BianqueEs importante el análisis de la contingencia política y el escrutinio riguroso de oficinas políticas con papel tapiz de fondo, confeccionado de promesas.

El qué ocurre en nuestro entorno y más allá de nuestras fronteras. ¿Ese el punto de partida?

De alguna manera, porque es inevitable, la bisnieta genética partícula que nos pertenece, irá de polizonte en otras generaciones y observará como pupila descendiente que es; los cambios en el mejoramiento de las sociedades.

Quienes contemplan las arterias de la historia, dicen que allá en la maceta donde todo comenzó los seres humanos se ayudaban unos a otros, en comunidades primitivas. Que después vino el esclavismo, el feudalismo, hasta llegar al capitalismo (canibalismo económico). Después, si todo va como han dicho las escrituras, vendría el denominado Socialismo y después el Comunismo. A contrario sensu de lo que se dice, que el Comunismo es la perfección en sí misma (y no evolucionaría sino sólo para auto perfeccionarse), posteriormente vendría el Anarquismo, como guinda de la evolución social en todos sus estadios.

Después de leer muchas veces las pócimas y los procesos por los que pasaremos, discrepo. Creo que la cereza que hará florecer lo mejor de nosotros será la poesía.

¿No son todos los sistemas económicos los que manifiestan su interés hacia el bienestar (amor) de los demás? ¿No es una ideología, en sí misma, la que usa el amor en los campos de batalla? Hasta el egoísmo más abyecto es amor en su estado, digamos, más primitivo y brutal.

A diferencia de los sistemas expuestos y soluciones ipso-factas, a la poesía ¿cuántas veces se le ha presenciado o aclamado, con falsa simpatía? Como si contemplásemos las heridas lacerantes de un leproso, del cual realmente nos compadecemos, pero queremos que se aleje con sus llagas que llaman, con bastante facilidad, ese amor primitivo y brutal de la última línea del párrafo antecesor. La poesía, ¿cuántas veces vista como simple hamaca utilitaria de tendones, donde poder saciarnos, proyectarnos?; o en palabras más crudas, ¿cuántas veces hemos visto la poesía como una golfa de centavos, que después de verla, si te he leído o sentido, nadie te recuerda?

La poesía es causa, la causa. Es la fuente, es fontana desde donde provienen los sentimientos más honestos. La poesía es el efecto. La poesía es teoría y práctica y todo lo contrario. La constante práctica concibe más teoría.

Dicen por ahí que una revolución, no es tal, sin un buen poeta y una buena banda.

La poesía es capaz de derrotar hasta la más dura estructura social dominante. La poesía es la esencia de un sistema económico. Es la que cura las heridas más reales, más lacerantes. Es el estado supremo del ser humano. La evolución de nuestra especie, pareciera, tendría que ir encaminada hacia allá. La poesía como fase última del desarrollo humano.

Hay algunos que, de la única manera en que pueden ofrecer luz, es quemando algo.

Tal vez por eso la quema de los libros y, en ello, nos han ganado tanto que su victoria más grande, más celebrada, es que no leemos. Y si leemos, serán los libros que ellos estimen convenientes. Iremos por las plazas, devorando hamburguesas literarias que saben bien al nervio ocular colapsado de colesterol intoxicado.

Revolución pacíficaUna sociedad que no respeta la poesía, está totalmente condenada al fracaso evolutivo ulterior.  Una sociedad que no escucha poesía, bien poco le debe importar escuchar a los demás. Una sociedad que no lee poesía, será víctima de los charlatanes místicos de siempre, de los ratafustanes acostumbrados a repartir sus ungüentos de panaceas varias.
Porque hay sociedades encopetadas, que tienen las necesidades básicas solucionadas. Pero sus habitantes son maniquíes vacíos, que van llorando sangre en la rúas, intentando adquirir algo que ni siquiera les falta y de poesía nada o poco entienden.

Primero fue la piedra quien llamó poderosamente nuestra atención. Luego, emergió el metal por entre las rocas y entre ambos fueron arañando las primeras formas de escritura.

La política es difícil de entender, hasta que lo entiendes y te das cuenta de lo fácil que es ser político.
La poesía ha sido por mucho tiempo discriminada. Tomada con liviandad llena de dolo.
La poesía no es un fantasma que asoma por entre las cortinas, no es un bufón que tiene que entretenerte o representar tus deseos. La poesía es un arma de combate, es un arco confeccionado con flechas.

Un poema es capaz de alterar hasta la realidad más concreta y estructurada. Los versos no son sólo expresiones subjetivas, no son solamente víboras mordiendo sus propias colas.

La poesía es, y esto es lo más sorprendente y hasta irónico de todo, una herramienta revolucionaria, con la capacidad de transformar y de tomar una realidad y destruirla hasta sus cimientos y después reconstruirla. Como un orfebre humilde, que muestra un anillo terminado.

Los poemas son perennes, indestructibles. El látigo, los discursos y las balas, momentarios y monetarios.

La poesía quema, corta, la poesía cura. Como el eco que produce el pétalo de una rosa cayendo en la cúpula de tus sentidos.

¿Qué es poesía? Es usted, descansando bajo la tregua de una sombra. En contra del sol que se empeña en empujar hacia bordes de fusión hervida, el equilibro térmico de las cosas y de su corcel metálico.

“Ni el mejor de los poetas, puede satisfacer a una asamblea de burros”.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones