La unidad de la izquierda. Una mirada desde las regiones y los territorios

Los resultados de las elecciones pasadas no han pasado desapercibidos debido a la irrupción concreta del Frente Amplio en el plano nacional y al estancamiento de la Nueva Mayoría y la Derecha, factor que cambió la situación política del país

Por paulwalder

23/11/2017

Publicado en

Columnas

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Los resultados de las elecciones pasadas no han pasado desapercibidos debido a la irrupción concreta del Frente Amplio en el plano nacional y al estancamiento de la Nueva Mayoría y la Derecha, factor que cambió la situación política del país.

 

No obstante, en la región se presenta un escenario político particular. La Derecha actuó disciplinadamente alcanzando sus objetivos electorales y, por otro lado, el sorismo obtuvo una buen logro con la actuación de su líder, carta de triunfo segura, aunque al igual que en los últimos comicios municipales, como fuerza política está disminuyendo dramáticamente. De la misma manera, el Frente Amplio regional, al igual que en todo el norte chileno, aparece como fuerza política importante, pero sin la fortaleza generada en la zona centro del país, en especial, Valparaíso. Gran relevancia adquiere el hecho que los sectores de izquierda nortinos al interior del FA, no pudieron catalizar el avance, imponiéndose como triunfadores militantes liberales, animalistas, veganos, nacionalistas y moderados.

Un caso especial ocurrió en Arica-Parinacota en donde el FA fue hegemonizado por liberales y humanistas, dejando vacío el espacio de izquierda el que fue copado hábilmente por José Miguel Insulza, por lo que en dicha región, así como en Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, aún está pendiente el desafío de reconstituir una alternativa anticapitalista.

En Tarapacá, los principales dirigentes e ideólogos frente-amplistas resultaron derrotados, en medio de dificultades con candidatos díscolos que debieron ser expulsados en pleno proceso electoral, así como la incorporación de candidatas tránsfugas, ex jefas de servicios de la Concertación. Es de esperar una autocrítica por los métodos empleados, sobre todo con la nominación “cocinada” de la mayoría de los candidatos, en especial a diputados. Pero, al margen de aquello, creemos que lo central es generar un proceso que aglutine a la izquierda tarapaqueña, como en todo el norte del país, lo que implicaría tener una estrategia y una táctica regional que logre unirnos tras programas comunes e ideas fuerzas que demuestren a la población que hay legítimamente una alternativa al capitalismo en su versión neoliberal. Determinante será encontrarnos en la lucha social y territorial en todo el norte, y mantener un nivel de autonomía con relación a las directivas nacionales, especialmente en lo referente a la unidad, ya que por mucho que apreciemos el avance, al final hubo divisiones que de haber sido resueltas criteriosamente, no habría sido Alejandro Guillier quien hubiera pasado al ballotage.

 

 

*Secretario General

Movimiento Tierra, Trabajo y Libertad, M2TL

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