Los argumentos estratégicos para un Estado de Emergencia

La lectura más simple es que la medida adoptada de un Estado de Emergencia, apunta a la motivación de poner atajo a los grupos mapuche más radicales en la zona, pero no obstante el foco de la medida sería otro , y guarda relación con la existencia de grupos de camioneros descolgados con demostrada capacidad de interrumpir la conectividad del país y de paso boicotear el proceso Constituyente.

Por Ciudadano

17/05/2022

Publicado en

Chile / Columnas / Política / Portada

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La lectura más simple es que la medida adpotada de un Estado de Emergencia, apunta a la motivación de poner atajo a los grupos mapuche más radicales en la zona, pero no obstante el foco de la medida sería otro , y guarda relación con la existencia de  grupos de camioneros descolgados con demostrada capacidad de interrumpir la conectividad del país y de paso boicotear el proceso Constitiuyente.

La preocupación principal del gobierno, que busca tomar altura en su despegue en medio de turbulencias, no sería otra que estar preparados para hacer frente a un clima que se irá enrareciendo a medida que se acerque el plebiscito más importante de nuestra historia republicana y a la vez entregar un paquete de medidas concretas a comunidades mapuche para atacar el fondo de la  problemática.

Ola de críticas han caído sobre el gobierno de Gabriel Boric, luego de que se tomase la deicisón de suspender el plan de “Estado Intermedio” y decretar un “Estado de Emergencia”, acompañado de un plan de beneficios para el pueblo nación mapuche bajo el nombre “Buen Vivir”. Algunos han hablado de la zanahoria y el garrote.

Si bien el paro de camioneros,  no afectó gravemente a   Santiago ni  Valparaíso, sí lo hizo en  Arauco, donde  el impacto del desabastecimiento todavía no se recupera, agravado por la situación de violencia,  que hace que en lugares de alta conflictividad, pocos proveedores se atrevan a entrar, afectando seriamente los precios de la canasta básica, ante la falta de productos.

A esto se suma la preocupación, por que en cualquier momento, una nueva desgracia puede cobrar la vida de un mapuche o de un camionero o trabajador forestal, y ahí el paro, posiblemente nacional, no lo baja nadie.

Según trascendidos  se conversa “mira si te cruzan 200 camiones en un camino, tu principal problema no es jurídico ni político: es logístico. Puedes estar semanas tratando de despejar la vía (aun cuando lo ejecuten militares)”.

Entonces el  problema es doble: el de seguridad en las vías y el de un posible paro de camioneros.  Y en la proyección de posibles escenarios los camioneros se la pensarían dos veces,  antes de atravesar un camión delante de un militar.

Al anterior problema,  hay que agregar que la derecha ya tenía lista la acusación constitucional contra Izkia Siches.

Para destituirla necesitaban a los mas 78 votos en la cámara de diputados y 26 en el senado. La derecha dura tiene por si sola 68 votos en la cámara y 25 en el senado. Perder a la  ministra del interior a dos meses de haber asumido el gobierno, hubiese sido un golpe que podía dejar en la lona al gobierno el resto del mandato.

Suma y resta, es obvio que el Estado de Excepción no se decretó porque fuera una solución para la “paz social”, o por lanzar una medida contra el pueblo mapuche, sino que porque no había alternativa. Y ojo, está acotado solo a la protección de rutas y no se autoriza a los militares a meterse en las comunidades.

Justo porque es una medida que causa rechazo en sectores amplios de la población, es que su adopción se acompañó de otras medidas, incluyendo parlamentos con las comunidades y un amplio compromiso de restitución de tierras, que incluye buscar nuevos mecanismos para compra de tierras. La apuesta es, naturalmente atacar el fondo del problema, de manera de poder levantar lo antes posible el Estado de Emergencia.

Una medida que por impopular que pueda parecer,  sobre todo para los movimientos sociales y pueblos originarios, tiene un trasfondo mayor:  resgurdar el proceso de profunda transformación que enfrentamos como sociedad chilena, de los posibles boicot en la zona perpetrados por acciones de contrainteligencia de la derehca más radical,  en medio este inicio del fin de modelo neoliberal.

El Ciudadano

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