Manual de auto-defensa intelectual

Capítulo I Introducción Cuando uno menos se lo espera, desde un rincón del oscurantismo puede aparecer un par de delincuentes de filosofía

Por Daniel Labbé Yáñez

06/02/2017

Publicado en

Columnas

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Capítulo I

Introducción

Cuando uno menos se lo espera, desde un rincón del oscurantismo puede aparecer un par de delincuentes de filosofía. Alguien de mente primitiva que nos haga levantar las manos a punta de falacias. Puede aparecer una turba de gentes medievales esgrimiendo poderes místicos. Este manual funciona como repelente de charlatanes, cuenteros y parlanchines. Es un escudo y también un garrote. Por problemas de espacio, la exposición del manual es sólo un resumen del mismo.

“A todos nos gusta la ciencia, hasta que va en contra de nuestras creencias”.

Cuando alguien formula una idea o creencia, lo primero que se debería hacer es preguntar en qué se basa esa persona para aseverar lo que expone. ¿Es una opinión personal-subjetiva o es el resultado de alguna investigación seria, un estudio científico? Sentir sirve para aseverar algo, no para saberlo. Sentir no es lo mismo que saber. Siento una presencia en la sala. Demuéstrelo.

En el caso de que existan estudios científicos al respecto de un punto, preguntar la fiabilidad de aquellos estudios. Por ejemplo: si la fuente en cuestión tiene tendencias a propagar ideas acerca de lo paranormal. Quizás, corrobora más que lo que cuestiona una idea. Pero no hay que ser obtuso. Preguntemos si los resultados obtenidos pueden ser repetidos por otros entes particulares y objetivos y que nada tengan que ver con el tema que se discute. Que un fenómeno o acontecimiento sea capaz de repetirse una y otra vez, no importando quién lo realice, habla de la seriedad del supuesto.

andrés columna 2Después, para darle toda la formalidad y rigurosidad que un tema expuesto requiere, se necesita que el tema expuesto sea rebatido. Es decir, que exista el principio de falsabilidad o racionalismo crítico. Dicho en forma vulgar, demostrar con un ejemplo en contra que lo que el otro plantea no es correcto.

Verbigracia: Todos los gatos son blancos. Todos perdemos 21 gramos cuando morimos.

Ahora bien, es conveniente preguntarle a quien opina, si usa las reglas mínimas que un apronte científico haría respecto a un tema determinado. Es decir, evidencias empíricas, lógica, razón. Si existió la realización de experimentos en ese tema. Si hay comprobación de lo que se ostenta.
Todas estas desagradables preguntas, son para saber si quien expone, no nos está mostrando sólo los resultados que le convienen.

Evidencia negativa. El chupacabras existe, sólo que aún no lo han cazado. Y los duendes también, pero como son tan chicos, cuesta  más trabajo atraparlos.

Es decir, justificar la ausencia de pruebas y manipular el debate debido a la falta meramente “circunstancial” de evidencia concreta de algo. Y a razón de esto, dar por sentado que lo que se dice es cierto. Que las pruebas “serán encontradas” es cuestión de tiempo. Por ejemplo, creer que existe Dios.

Quien expone una hipótesis o varias (que luego podrían ser una teoría y después una teoría científica), ¿está relacionado de alguna manera personal en lo que expone? Los seres humanos tenemos prejuicios, y juicios decretados desde tiempo ha. La evidencia, y la interpretación de ésta, es un trabajo intelectual muy delicado. Requiere deshacerse de varios lastres, por ejemplo, el peligroso sesgo cognitivo. Lo cual podría ser descrito como un sarro intelectual, adosado a los hemisferios de nuestro mundo interno. El sesgo es una herencia genética, que nos estimula a interpretar las evidencias que tengamos delante de nosotros, siempre a nuestro favor. Buscamos tener siempre la razón.

¿Cómo evaluará un juez de tendencias nazis a un negro acusado de un delito? ¿Cómo evaluará una jueza feminista a un hombre acusado de maltrato?

Después de procesada la evidencia y realizado nuestro posterior accionar, buscaremos por todos los medios justificar nuestras decisiones. Y aunque se nos presente evidencia objetiva y apabullante de que estamos equivocados, más nos enfrascaremos en defender nuestras posiciones.

Los prejuicios, los estereotipos, la estigmatización, son ejemplos de lo que un ser humano (irracional) puede llegar a convertirse. Un comportamiento sistemáticamente desviado de lo que un juicio objetivo, racional, debería ser. Este tipo de personas o entes son incapaces de modificar el arsenal responsivo que tienen frente a una situación. La ciencia, por ejemplo, revisa, modifica y corrige aquello en lo cual estuvo equivocada. Un ser humano debería hacer lo mismo frente a información nueva, objetiva y veraz.

Es tan irónico que aquellos que critican la ciencia, lo hacen a través de aparatos que, justamente, la ciencia inventó. Si fuera por este tipo de individuos, aún seguiríamos sentados en alguna caverna, asando carne con un palo.

andrés columnaBueno, eso sería mientras tanto. Faltan bastantes herramientas como métodos de defensa intelectual. Considérese estas cuartillas, un manual muy básico de aprendizaje. Lectura recomendada es el tema de las falacias, los silogismos, el pensamiento lateral. Obviamente los sesgos cognitivos, las etapas del método científico, herramientas como el doble ciego, triple ciego, etc.

Para todos aquellos que practiquen aromaterapia, yoga, Flores de Bach, curaciones holísticas, chamanes místicos, tarotistas de arriendos atrasados y toda la fauna afín. El cuadernillo, “Masoquismo intelectual al alcance de todos” también podría ver la luz en un próximo lapso. Sólo hace falta buena energía y buenas vibras del universo y que éstas sean canalizadas a través de hermosos y bien intencionados comentarios. Este manual no está terminado. No es un texto sagrado, todo lo contrario. Las sugerencias, proposiciones y críticas son bienvenidas. Estos apuntes son la génesis y el borrador de un cuaderno popular, que permita contar con mejores herramientas intelectuales a la hora debatir acerca de algo.

No puedo dejar de pensar en la pregunta que se repite todos los días en la vida de un ser humano: ¿Cómo interpretamos un fenómeno dado? Económico, amoroso, político, ecológico, filosófico, etcéteras. ¿Cómo analizamos, con qué método, con qué instrumento intelectual?

La vida es tan aburrida si se le mira desde un marco frío y teórico. Tal vez eso haga que sea más entretenido decapitar humanos, repartir ablaciones, creerse vampiro, tener conexión wifi directa con los muertos, seleccionar a los demás, de acuerdo a la talla y raza y mil gemas más.

El desarrollo de un país, no se mide por el avance tecnológico, se mide por el desarrollo intelectual.

Último comentario, quizás es atingente en estas horas. Una de las más famosas técnicas de manipulación en un debate es: Argumento ad hominem. Consiste en desacreditar a la persona que emite un enunciado, sólo por como esa persona es: “Es un pecador, no puede opinar acerca de la moral y las buenas costumbres”.

(Fragmento)

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