Mirreyes poblanos: la impunidad del dinero

Se consideran superiores y su necesidad por demostrarlo no escatima en exhibicionismo y derroche

Por Onel Ortiz

29/08/2023

Publicado en

Columnas / México / Puebla

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Uno de los mejores textos que analiza la sociedad mexicana actual es el libro de Ricardo Raphael, Mirreynato. La otra desigualdad (2014).  

En este libro, Raphael describe a los mirreyes. Da cuenta de su ostentosa presencia en la realidad mexicana. Viajan en aviones particulares con sus perros, celebran con exceso, cierran negocios, maltratan e insultan con violencia a todo aquel que se atreve a increparlos o señalar justamente alguna de sus faltas. Se consideran superiores y su necesidad por demostrarlo no escatima en exhibicionismo y derroche.

Ricardo Raphael, a través del análisis de los mirreyes y su mundo, revela el régimen diseñado para excluir socialmente y marginar en lo económico, con resultados trágicos para la población empobrecida, con menos oportunidades y posibilidades de ejercer los derechos establecidos en las leyes.

Puebla, la capital de los linchamientos, inició la semana escandalizada por la golpiza que un grupo de mirreyes, al menos dos de ellos alumnos de la Universidad Anáhuac, propinaron a un joven a los pies de la Estrella de Puebla.

Un fin de semana sí y el otro también, en Puebla hay riñas en fiestas, antros y espectáculos. ¿Por qué este llamó tanto la atención? Primero, por las benditas redes sociales que viralizaron los hechos a la velocidad de la luz. Esta golpiza fue noticia estatal y nacional. Segundo, por los protagonistas. Un grupo de jóvenes de clase media alta. Mirreyes prepotentes, borrachos y violentos, que se sienten intocables, que propinaron una golpiza ventajosa y cobarde a otro chavo, por el poder económico e influencia política de sus padres. Tercero, porque hace evidente la terrible desigualdad en el acceso a la justicia en Puebla.

Lo que inició como un pleito entre jóvenes borrachos, terminó como una muestra de cobardía, miseria humana y prepotencia de la élite poblana. Particularmente, del zoquete y cobarde que pateó con alevosía y ventaja en la cabeza al joven que era golpeado por sus cómplices.

¿Qué hará la autoridad? ¿Qué acciones aplicará la Universidad Anáhuac con el comportamiento de al menos dos integrantes de su comunidad?

El Código Penal del Estado de Puebla es claro. En la Sección Tercera, concerniente a Lesiones y Homicidios Tumultuarios, en el Artículo 318 establece que: “Las lesiones o el homicidio son tumultuarios cuando en su comisión intervienen tres o más personas, sin concierto previo para cometerlos y obrando debido a un impulso del momento, espontáneo y provocado por las circunstancias inmediatamente anteriores a este.”

Mientras que en el Artículo 319 dice: “En el supuesto de lesiones tumultuarias, previsto en el artículo anterior, se aplicarán las siguientes disposiciones: I. A cada uno de los responsables se aplicará las sanciones que procedan por las lesiones que conste hubieran cometido; II. Si no constare quién o quiénes hicieran las lesiones, se impondrá a todos los autores hasta seis años de prisión.”

En las redes sociales circulan los nombres completos, fotos, automóviles, direcciones de los involucrados.

Ojalá estos jóvenes den la cara y se entreguen a la autoridad. Ojalá tengan el valor civil de asumir su responsabilidad y honrar a sus padres. Si, por el contrario, el poder y el dinero de sus familias los protegen, la polarización y resentimiento aumentará. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.

Por: Onel Ortíz Fragoso

@onelortiz

Foto: Archivo El Ciudadano

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