Otra cumbre fallida, otra ministra que debe renunciar

Columna de opinión de Sebastián Benfeld, vocero nacional de Fridays For Future Chile.

Por Pía

14/01/2020

Publicado en

Columnas

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Ya varias semanas han pasado desde que terminó la Cop 25 en Madrid, un encuentro internacional en el que se reunían más de 190 países para tomar decisiones políticas que lograran combatir el cambio climático y disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero. Pero desde ese entonces hasta la fecha sus consecuencias no han parado de afectarnos.

Esta conferencia, además, debía concluir con la redacción de un “libro de reglas” que detallara cuáles serían las medidas concretas que habrían de tomar los países para evitar que la temperatura global aumente por sobre los 1,5°C.

Sin embargo, el texto final que ese 15 de diciembre la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, habría presentado de forma apresurada antes de tomar su avión de regreso a Chile, fue objeto de críticas no tan solo en Chile, sino también a nivel internacional. La ministra no logró que los Estados Parte pudieran llegar a consenso en las materias más importantes y una vez más las políticas medioambientales terminaron quedándose solo en la declaración, posponiendo año tras año lo que realmente importa: la acción.

Datos tan duros como que en Latinoamérica ya se ha perdido cerca del 90% de la biodiversidad o que cada día desaparecen más de 200 especies, parecieran no ser lo suficientemente alarmantes para que la ministra y los líderes mundiales decidieran hacer algo para detener esta crisis.

Pero esto no es todo. En la Cop 25 el gobierno de Piñera presentó un texto que podría catalogarse como igual o menos ambicioso aún que el mismo Acuerdo de París, texto que la ministra Schmidt, en su calidad de presidenta de esta cumbre, fracasó rotundamente en defender.

Finalmente, luego de 25 años de Cop, terminamos viendo lo mismo. Pese a que la ciencia, los jóvenes y la sociedad civil en general continuamos dando un mismo mensaje, tremendamente claro, en torno a lo que debemos hacer y las medidas que deberían tomarse para hacer frente a la crisis climática y ecológica que hoy estamos viviendo, vemos que los gobiernos y las empresas siguen sin escucharnos.

En Chile y en el mundo entero se ha instalado un modelo de desarrollo que continúa privilegiando al crecimiento económico de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos. En Petorca (Región Metropolitana), por ejemplo, se le sigue privando el agua a nuestros vecinos y vecinas para regar las paltas que se consumen en las mesas de los países desarrollados, mientras que en Quintero y Puchuncaví se sigue sosteniendo un modelo de desarrollo que pone al crecimiento económico por sobre la salud, la dignidad y el bienestar de nuestra población.

En la misma dirección, al interior de esta Cop vimos cómo la ministra de Medio Ambiente le abrió las puertas al lobby de los combustibles fósiles y de las empresas más contaminantes para que se tomaran los acuerdos, y, en consecuencia, la presidencia ha presentado textos que acomodan mucho más a la industria de los combustibles fósiles que a la gente que hoy día sufre los impactos del cambio climático.

Sin lugar a dudas, la incompetencia de la ministra Carolina Schmidt y su falta de liderazgo en la cumbre internacional por la acción climática le costará un año más de sufrimiento a las personas que hoy no cuentan con agua potable debido a la mega sequía y el mega saqueo que existe en sus territorios; le costará un año más de intoxicaciones a las personas que viven en zonas de sacrificio y, esperamos, también le cueste a Schmidt su cargo como ministra del Medio Ambiente.

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