Pavimentaremos nuestro propio camino con lucha y convicción

No es cualquier escenario el que vivimos hoy, no representa un nuevo capítulo presidencial ni una elección cualquiera, pero tampoco es una elección especial debido al número de candidatos que se postulan como opción, ni menos a la diversidad existente entre ellos

Por Leonel Retamal

12/11/2013

Publicado en

Columnas

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takuri-tapia-feusachNo es cualquier escenario el que vivimos hoy, no representa un nuevo capítulo presidencial ni una elección cualquiera, pero tampoco es una elección especial debido al número de candidatos que se postulan como opción, ni menos a la diversidad existente entre ellos. Hoy para nosotros se abre un nuevo episodio en este largo proceso de lucha que hemos levantado.

Cuando vemos pancartas, postes de luz llenos de propaganda, personas de todas las edades repartiendo panfletos, calles llenas de carteles que llaman a votar por la mejor opción, pero sobre todo cuando vemos esas consignas que llenan de esperanza a la gente que los ve, como lo es “Educación Gratuita”, “Nueva Constitución”, “Reformas Estructurales”, sentimos que nuestras demandas han sido instaladas. Pero como ha sucedido históricamente, las temáticas instaladas por los movimientos sociales y populares, se van distorsionando a medida que candidatos las toman y las usan a su antojo. Sin embargo, el problema no es ese, el dilema al que nos enfrentamos es mucho más profundo.

Creo que debemos partir por hacernos una pregunta: ¿Qué está en juego en estas elecciones? Muchos son los puntos que podemos evidenciar, pero antes que todo, no podemos olvidar las aseveraciones que hemos hecho en el transcurso de nuestras movilizaciones y más aún si contiene una realidad que no podemos desconocer, la cual es que el modelo político hoy se encuentra totalmente agotado, y peor aún, esto se debe a que el modelo económico neoliberal lo supedita firmemente.

Hoy como estudiantes, por una razón histórica, no podemos obviar lo sucedido en el pasado, y de esto no hablo sólo en materia educacional, sino a lo que realmente representa el bloque político en el poder. Hoy en día, este representa la copia fiel de lo que ha sido una casta que se ha negado a cambios estructurales e incluso a pequeñas reformas. Un ejemplo de ello es el tan bullado Ranking de notas. En un marco histórico, la propuesta citada realizó un estudio sobre la “sinergia perversa” entre la PAA y el AFI, en 1992, lo que motiva a las universidades a competir por los mayores puntajes que, por motivos de capital cultural y condiciones socioeconómicas, tienden a concentrarse entre los estudiantes de los colegios particulares pagados, en desmedro de estudiantes procedentes de liceos municipales que con dificultad alcanzan los 550 puntos. Es pertinente señalar que iniciativas derivadas de estos estudios no son algo nuevo, han sido inclusive aprobadas por la cámara de diputados hace más de 15 años, sin embargo, duermen hasta hoy en la comisión de educación del senado, evidenciando el poco interés de los legisladores respecto al tema. Tan sólo un ejemplo para no caer en su juego.

Hoy no hablamos ni escribimos solo por una mera pataleta, hoy hablamos y salimos con bombos y platillos porque queremos mostrarnos como alternativa, como un sector con propuesta y que día a día reconstruye lo roto por la dictadura y levanta la esperanza de cambios a través de las movilizaciones, a través de las discusiones en aulas y fuera de ellas, que se ha forjado en las luchas diarias, junto a los trabajadores movilizados de los distintos sectores, organizándose y articulándose con pobladores, con quienes no han tenido miedo a denunciar lo injusto y sobreponerse a un sistema que los excluye y los oculta.

Venimos a hablar con ellos, por ellos y por el pueblo oprimido, que ve como los representantes cambian y pasan, mientras los representados siguen igual, con las mismas condiciones de vida que no cambiaron con “la llegada de la alegría”. Hoy como sector estudiantil, de trabajadores, de pobladores, hablaremos desde nuestra trinchera, la trinchera de los transformadores, los revolucionarios. Somos los que comenzamos las movilizaciones el 2001, somos los que nos tomamos los colegios el 2006, los que fuimos reprimidos por el gobierno de Bachelet en las calles del centro de Santiago, somos los que se movilizaron, soñaron y crearon un camino desde el 2011 hasta ahora, que no queremos ver roto, ni resquebrajado por un sector de “candidatos mesiánicos”, somos los que estamos dispuestos a construirán nuestras propias soluciones y alternativas al sistema injusto que se nos presenta actualmente.

Desde este espacio es que estamos dispuestos a pavimentar un nuevo camino, creando y ejerciendo el poder popular, pero no de forma etérea, sino de manera concreta, construyendo nuestra propia educación, dentro de nuestros espacios, rompiendo la enseñanza unilateral y hegemónica que está al servicio del mercado y la segregación. Desde hace un tiempo a esta hora gestaremos nuestra propia realidad, la que nos merecemos: una realidad libre, de la que nos haremos responsable y que será fruto de nuestro sudor. Y no fruto de los sectores acomodados que a través de la política del chorreo nos dará las migajas que nos pueden sacar del hoyo.

Este 2014 será de movilización, será de unión, será de pelea y combate, no tan solo en nuestras calles, sino que en todos los espacios, en nuestras aulas, en nuestros colegios y en nuestras Universidades. Porque hoy no solo venimos a decir que la Educación debe ser Gratuita, sino que también nuestra educación la hacemos nosotros y el pueblo, no el mercado. La construyen sus participantes y los actores involucrados. Hoy ese es nuestro camino, disputar posturas, porque el conflicto estudiantil no es maquillable, es ideológico y aquí jugamos para ganarlo, no para llevarnos triunfos morales una vez más.

Por Takuri Tapia

Presidente Federación de Estudiantes Universidad de Santiago de Chile, Feusach

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