OPINION

Políticas Culturales y Patrimoniales: Las grandes ausentes de la Elección Presidencial

El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ya es una realidad

Por paulwalder

14/11/2017

Publicado en

Columnas

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El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ya es una realidad. Así, con la publicación de la Ley 21.045, el viernes 03 de noviembre en el  Diario Oficial, la creación de esta cartera se convirtió en un hecho, sin duda, anhelado por muchos. Su principal objetivo es, según el texto, colaborar con el/la Jefa de Estado en el diseño, formulación e implementación de políticas, planes y programas que contribuyan al desarrollo cultural y patrimonial de manera armónica y equitativa en todo el territorio nacional.

Sus principios de Diversidad Cultural, Democracia y participación, Reconocimiento cultural de los pueblos indígenas, Respeto a la libertad de creación y valoración social de creadores y cultores, además del Reconocimiento a las culturas territoriales, el Respeto a los derechos de cultores y creadores, y la memoria histórica están presentes en esta ley.

A días de la Elección Presidencial, la ausencia de Políticas Culturales y Patrimoniales en los discursos, debates y propaganda de quienes dicen tener la capacidad para gobernar el país es notoria. Sus actitudes políticas y mentalidad se han visto centradas en el crecimiento económico, seguridad pública y refundación del país.  Una mentalidad estrecha que no valora ni comprende que las Políticas culturales y patrimoniales son un motor esencial de cohesión social y  espacio para la construcción de identidades compartidas, promoción  económica, factor de innovación y desarrollo personal y comunitario.

Requerimos una política moderna e innovadora, más cerca de los desafíos culturales, que estimule la creación y valoración de nuestras identidades, y liderada por diseñadores y gestores culturales competentes para el siglo XXI.  Que respeten la participación ciudadana. Por lo mismo,  es necesario un desarrollo político profundamente comprometido con la descentralización y rescate de los talentos artísticos y culturales en el Chile continental e insular.

Si se desea un Chile desarrollado, silenciar o evitar el debate sobre la cultura y el patrimonio es la peor receta para demostrar un interés profundo y de proyección por nuestro país. Sólo demuestra una visión fragmentada y cortoplacista, de la cual, ya tocamos fondo.

 

*Académico de la Universidad Católica Silva Henríquez

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