Primera opinión sobre las reformas laborales

Pulso Sindical Extra Nº 16

Por Wari

03/01/2015

Publicado en

Columnas

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Manuel AhumadaEl 29 de diciembre de 2014 a las 11 horas la Presidenta de la República dio cuenta de un proyecto de reformas laborales, que tienen como objetivo mejorar el Libro IV del Código del Trabajo, esto es lo relativo a las normas de negociación colectiva.

Pero no nos engañemos ni nos hagamos eco de los discursos a favor o en contra de las mismas emitidos desde el llamado mundo sindical, empresarial y legislativo.

La señora Bachelet hizo un breve repaso por las propuestas pero no indicó ni una sola concreta. ¿Qué quiero decir? Que no hay una sola indicación con nombre y apellido, o sea el número del artículo que se modifica y cuál será el efecto de ese cambio.

Culminó su intervención la Presidenta indicando que se trata de establecer un pacto entre el capital y el trabajo.

Los ilusos en el movimiento sindical, encabezados por la presidenta de la CUT y otros que bailan el mismo ritmo, ya comenzaron a sacar cuentas alegres. Se comienza a desmoronar el Plan Laboral de la dictadura ha dicho doña Bárbara, por fin habrá derecho a huelga efectivo y sin reemplazos.

Ya Martínez había dicho en 2001  que con las reformas de Lagos se respondía al 75% de las demandas laborales, ¿con esta propuesta se cubre el 25% faltante? ¿Esto sería todo?

Los patrones fueron a la presentación del proyecto pero no lo avalan, lo encuentran malo para los trabajadores y la derecha parlamentaria nos dice que este proyecto es el reflejo del efecto de las presiones de la CUT y los comunistas.

Ellos, la derecha y los patrones, quieren algo que ayude al empleo, ¿por qué no jornadas de trabajo de 16 horas diarias?, ¿por qué no término de la indemnización por años, o más polifuncionalidad, flexibilidad y adaptabilidad laboral?

¿O se mostraran enojados para así aprobar este remedo de reformas y que no entren más propuestas durante la discusión?

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¿Y si estamos en presencia de un nuevo show, que culminará sin participación ni opinión de los afectados, en el parlamento?

Por ahora, ¿qué podemos decir responsablemente?

Que no podemos evaluar las famosas reformas porque no conocemos los artículos corregidos y/o modificados. Sí seguimos creyendo que estas reformas no son lo que esperan los trabajadores.

Y nos referimos a los millones de abusados en sus derechos; efectivamente y antes de reformas a la negociación colectiva, debe legislarse sobre colación, locomoción, pago de sueldos cada 30 días y un largo etcétera que sindicalistas, parlamentarios y gobernantes conocen muy bien.

Si los asalariados no tienen normas mínimas de defensa en su relación diaria con la patronal ¿van a tener la fuerza para organizarse en sindicatos y presentar proyectos colectivos?

Sabemos que no y por eso persistimos en nuestra voz crítica, que no está sola pues cada día son más los que se dan cuenta que lo que tenemos no es lo que queremos.

Lo que es claro, según la minuta entregada, es que en 2014 no tuvimos un proyecto de reformas laborales (solo ingresarán el mensaje el 5 de enero del 2015),  que se podrá seguir extendiendo beneficios a los no sindicalizados, que no se terminan los convenios colectivos, que habrá derecho a huelga, pero que las empresas seguirán funcionando con “servicios mínimos”, y que en la ampliación de materias a negociar podrán los patrones meter sus cuchufletas.

Patético resulta constatar que muchos inescrupulosos, que los hay y hartos en el movimiento sindical, dispondrán de más horas sindicales para “no hacer nada por los trabajadores” y que se sigue jugando a la igualdad al establecer por ley la presencia de las mujeres en las comisiones negociadoras.

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Trabajadores, no hay mucho de nuevo bajo el sol, la invitación es a pasar por sobre la legislación para hacer realidad nuestras aspiraciones, que no serán satisfechas bajo el actual modelo económico y social que nos rige.

Ustedes, nosotros, todos los que movemos las empresas no somos la “clase media trabajadora” somos la clase trabajadora, los desprovistos de condiciones mínimas en vivienda, salud, educación y empleo.

La clase trabajadora no tiene más camino que educarse, organizarse y luchar por lo que es justo.

Las reformas anunciadas el 29 de diciembre de 2014 no permiten hacer realidad nuestras aspiraciones de una sociedad más justa y mejor.

Por Manuel Ahumada Lillo

Presidente C.G.T. Chile

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