Resistir y resistir, doña Luisa Toledo

A pesar de todo el daño que le generaron a doña Luisa Toledo, se creen con el derecho de coartar el último saludo del pueblo de Chile a una mujer que peleó hasta su último día, por la dignidad, la memoria y los derechos humanos.

Por Felipe Cornejo Oyarce

07/07/2021

Publicado en

Chile / Columnas

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Han pasado décadas, casi cuatro ya, de aquel crimen que cometió la dictadura, con una de sus armas principales, carabineros de chile. En dicho tiempo, cualquier juramento de defender al país o la ciudadanía quedaba en el olvido bajo arrodillarse frente al poder político impuesto y a los intereses económicos de un país reorganizado por grandes grupos económicos.

Aquel 29 de marzo de 1985 se silenciaron dos voces, la de Eduardo y la de Rafael Vergara Toledo. Pero esto no podía quedar solo en un crimen político, debían imputarles mentiras, aquello de un robo a un almacén o un enfrentamiento a tiros con carabineros. Ciertamente era la tónica de la dictadura, bien lo demuestra Pablo Honorato con sus informaciones emanadas desde la CNI.

“Los amigos en tu camino” asesinaron a Rafael y Eduardo en momento distintos, pero hicieron parecer que fue en la misma ocasión, debían ocultar que había sido un asesinato con violación a los derechos humanos. Fueron ellos, quienes juran defender a la gente, los Carabineros de Chile, los mismos que han dejado a personas ciegas, con pérdida de uno de sus ojos, que han lacerado, torturado, atacado a personas por estar en una manifestación o incluso, por pasar por ahí.

Por todo lo anterior, es inaceptable que está institución haga un cuestionamiento al rol de las organizaciones que velan por los derechos humanos (si no fuera por ellos, el INDH, AI, etc., las víctimas del estallido social serían muchas más), tampoco se puede aceptar la condición de víctimas que pretenden crear, no puede ser que se planteen como blancas palomas que son atacadas por gatos al asecho.

Peor aún, a pesar de todo el daño que le generaron a doña Luisa Toledo, se creen con el derecho de coartar el último saludo del pueblo de Chile a una mujer que peleó hasta su último día, por la dignidad, la memoria y los derechos humanos.

Ellos, Carabineros han asesinado a diestra y siniestra, con justicia que solo llega años o décadas después. Esta institución tiene las manos manchadas con la sangre de su pueblo, no son protectores, son criminales cubiertos por uniforme verde, que ni siquiera son capaces de pedir perdón.

Estas líneas son un homenaje a la eterna y monumental Luisa Toledo.

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