Se ha tratado de cambiar la esencia del venezolano

A través de innumerables campañas, dirigentes de la oposición nacional e internacional han trata de inocular el odio dentro de la población venezolana, esto con el fin de se genere en el país un nivel de violencia considerable que contribuya a la desestabilización de la sociedad.

El cambio que se ha implantado en el pueblo venezolano es muy notorio, ya que quienes vivimos en Venezuela, sabemos que la esencia de nuestra gente radica en la amabilidad, nobleza y carisma, cualidades que poco se ven en otro país del mundo y en la actualidad se ha dejado a un lado.

La especulación de productos de todo tipo, la problemática del transporte y el alto costo de la vida, generada por la guerra económica contra el pueblo, ha puesto al venezolano en una posición de amargura constante, lo cual es muy lamentable. Este es el principal objetivo de quienes se oponen al proceso revolucionario y en cierto modo, lo han venido logrando.

Es lamentable que las frustraciones de quienes han querido por mil maneras retomar el poder venezolano, de forma arbitraria, hayan acabado con lo más bonito que puede llegar a tener un ser humano: como lo es su esencia, y que en la actualidad es sumamente necesario para contrarrestar tanta maldad y la falta de valores que ha venido apoderándose del mundo.

Si nos vamos a la historia lamentablemente quienes impulsan este tipo de acciones, son los mismos que promueven guerras y masacres, sin importarles cuantas personas pueden morir en el camino.

La historia ha demostrado que los gobiernos imperialistas,  capitalistas y conservadores van arrastrando a lo largo del tiempo un comportamiento alineado, el cual se caracteriza por violentar los derechos humanos, apostando siempre por la violencia como único modo de resolver sus diferencias.

En el caso de Venezuela, esta estrategia se ha intensificado y una muestra de ello son los resultados que arrojó los actos violentos ocurrido en el país, durante el mes de abril y julio del año 2017, lo cual produjo la muerte de al menos 100 personas y millonarios daños en bienes públicos y privados.