Berizzo, otro entrenador que le dice que no a la selección de Argentina

Se ha convertido casi en una búsqueda frenética y sin éxitos en las gestiones. Por eso, Armando Pérez, quien comanda la comisión de la AFA encargada de buscar al nuevo técnico para su país reconoció que está próximo a viajar a España con la clara idea de contratar, cuanto antes, al próximo entrenador de la Selección, una tarea que se le está haciendo muy compleja al presidente de la Comisión Regularizadora.

La danza de nombres es interminable e incluye estilos muy variados, pero el mandatario de Belgrano de Córdoba ya tuvo que tachar varios candidatos de esa nómina. Mauricio Pochettino declaró públicamente que no es su momento, Marcelo Bielsa se lo hizo saber a Pérez a través de un mensaje, Jorge Sampaoli dejó entrever que no es el momento para salir del Sevilla -igualmente hablarán con los directivos andaluces para encontrar una solución- y Marcelo Gallardo desestimó la posibilidad.

Como si el panorama ya no fuese adverso,  ahora se agregó otra negativa, la de Eduardo Berizzo. «No soy ajeno a las informaciones que hablan de mí y la selección pero no he mantenido ninguna reunión. En el caso de que me ofrezcan algún contacto, con el permiso del Celta, lo tendré porque es la selección de mi país y creo que se merece mi recepción. Y de forma privada le explicaré lo que pienso sobre esta opción», confesó en conferencia de prensa.

«Creo y confío en la coherencia de un trabajo sostenido, no sólo por un contrato firmado sino también por un compromiso personal. Yo no desconecto el compromiso profesional del personal», explicó el Toto, quien negó la variante de ser part-time y la de ejercer su cláusula de rescisión con el club español.

Ante este último punto, esbozó: «Claro que me apetece. Dirigir a la Selección argentina es el anhelo de cualquier entrenador. No lo digo sólo como argentino, sino también como entrenador porque estamos hablando de una de las selecciones más prestigiosas. Pero los tiempos ahora no coinciden y prefiero ser coherente conmigo mismo que dar un salto en el que no creo».