Caso O. J. Simpson: sorpresiva aparición de un cuchillo con sangre de hace casi 20 años

La prensa estadounidense vuelve a instalar en sus titulares el nombre de O. J. Simpson por una historia insólita que podría derivar en la reapertura del caso en el que había sido acusado por los asesinatos de Nicole Brown, su ex esposa, y de su amigo Ronald Goldman.

Según informó TMZ.com, apareció un cuchillo con marcas de sangre y está en un proceso de pruebas para determinar si tiene ADN relacionado con el controvertido ex jugador de fútbol americano (miembro del Salón de la Fama desde 1985), actor de cine y presentador de televisión.

Todo comenzó hace casi 20 años. En 1998, durante la demolición de la casa de O. J. Simpson, un obrero habría encontrado un cuchillo con marcas de sangre enterrado en la finca. El trabajador entregó el arma inmediatamente a un policía que estaba en su día libre pero trabajando como miembro de seguridad del rodaje de una película en una casa de los alrededores de la propiedad.

Pero el agente, en lugar de entregar a la Justicia lo que podría haber sido la prueba más contundente sobre el homicidio de Brown y Goldman, por el que el ex deportista fue declarado inocente, quiso conservar el arma con un souvenir. Pasó el tiempo, nadie supo del hallazgo y este policía se jubiló.

En enero de este año, hace pocos meses, aquel hombre que conservó el cuchillo llamó a un ex compañero de la Policía para preguntarle algunos datos sobre el caso de O. J. Simpson, porque quería grabarlos en una placa que él planeaba poner en el marco que llevaría el cuchillo en el salón de su casa.

Indignado por lo que le había contado, el agente lo denunció a sus superiores, que fueron a su casa y lo obligaron a entregar la posible arma del crimen.

La Policía dejó entrever sus dudas sobre el cuchillo en una rueda de prensa este viernes, alegando que puede ser una historia falsa. «Si la historia fuera cierta, lo normal es pensar que al entrar en contacto con pruebas de un caso, se entregarían a los investigadores. No sé por qué no pasó eso», declaró Andrew Neiman, del cuerpo de policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés).