Revelación

El agradecimiento de Erika Olivera tras recibir apoyo transversal al asumir abusos sexuales de su padrastro

La abanderada nacional en Río 2016 reveló que fue violada durante 12 años por su padrastro, a quien denunció antes de partir a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Por Alex Ripne

04/07/2016

Publicado en

Deportes

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erika_oliveraPasó un día desde que se hicieran públicos los abusos sexuales que sufrió por parte de su padrastro durante 12 años, la deportistas nacional Érika Olivera agradeció las muestras de apoyo que recibió tras su cruda revelación.

La abanderada nacional para los Juegos Olímpicos Río 2016 manifestó a través de su cuenta en Twitter que «me saqué una gran carga».

«Cada persona tiene su tiempo, hace mucho decidí que este sería el mio. Gracias por el total apoyo», escribió Olivera en la red social.

La deportista reveló el hecho más dramático de su vida: interpuso una denuncia ante la PDI por violación en contra de su padrastro.

En entrevista con Revista Sábado, la implicada reconoció que el apellido Olivera corresponde a Ricardo Olivera, un pastor evangélico que se convirtió en la pareja de su madre y, por consiguiente, en su padre.IND_005335

El sujeto le entregó su apellido y nada más. La atleta reconoció que desde una temprana edad, tanto ella como sus hermanos fueron sometidos a trabajos y experiencias duras para un niño. «A mi hermano lo tomaba del cuello, lo lavaba con agua fría. A mí me tocaba lo otro», expresó.

La atleta reveló que debió tener cinco años cuando fue violada por primera vez, situación que se repetía «apenas tenía la oportunidad, era llegar y llevar para él. Mientras yo no me podía defender, él hacía lo que quería conmigo».

De hecho, Olivera reconoció haberlo acusado ante su madre, pero que esta no le creyó. Tras ello, y con el paso de los años, el propio pastor la chantajeó insistiendo en que no los apoyaría si no le hacían caso. Recién a los 17 años lo encaró para luego escapar de su casa por siempre. «Le hago honor al apellido de un hombre que fue lo peor que pudo haberme pasado en la vida», insistió Érika, argumentando que aún sueña y tiene imágenes de esa dramática experiencia.

Si bien sabe de la posibilidad de que los delitos cometidos por el hombre estén prescritos por la gran cantidad de años transcurridos, está tranquila con su cometido, pues ahora «no tendré la necesidad de seguir mintiendo» al referirme a «mi familia».

Finalmente, manifestó que tras varios intentos, el padrastro reconoció haberla violado.

 

 

 

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