Guardiola contra todos: «No estoy muerto, me queda una bala»

Josep Guardiola se defendió del ‘paredón’ mediático que generó su decisión de dejar en el banquillo a Thomas Müller e incluso se negó a confirmar si el atacante jugará el martes la vuelta. «Todo el mundo me asesinó después del partido, pero aún no estoy muerto, me queda una bala», comentó Guardiola sobre las críticas que suscitó su decisión de no sacar de inicio a Müller y Franck Ribéry en un partido que los alemanes acabaron perdiendo 1-0.

«Quizá. Debo analizarlo», aseguró el técnico al ser preguntado sobre si Müller estará en el once titular del decisivo partido de vuelta, que se disputará el martes en Múnich. «La razón fue puramente táctica. Quería jugar sólo con un delantero. Mi experiencia con dos delanteros centro no ha sido buena. Quería más control», explicó sobre Müller, que acabó entrando al terreno de juego muy avanzada la segunda parte.

«Me encanta el juego con Thomas Müller. Tiene olfato. En Lisboa, Robert Lewandowski se sentó en el banquillo, pero avanzamos. Entonces no fue un problema», señaló sobre el partido de cuartos de final. «No quería que me pasara lo mismo que en la última temporada ante el Barcelona. Al final tengo que tomar una decisión, pero todavía no ha acabado. Aún estamos en juego».

En este momento decisivo de la temporada, en el que Guardiola tiene aún las puertas abiertas al ansiado triplete antes de hacerse cargo del Manchester City la próxima temporada, el español aseguró estar repleto de energía. «Estoy lleno de energía para esta semana. El rendimiento en Madrid fue muy bueno, tuvimos suficientes oportunidades de gol, pero el resultado no fue bueno». «Aún tenemos 90 minutos y ya lo hemos demostrado en otras ocasiones. Estoy feliz. Me gusta vivir esta situación», agregó sobre la presión del partido del martes en casa ante el Atlético de Madrid.