Historia viva: Fernández Vial asciende desde la Tercera División con 18 mil personas en las tribunas

Es el retorno de uno de los equipos más populares de Chile que pese a la indiferencia del manejo central, supo mantenerse respirando y ahora, con nuevo orden, está de retorno en el profesionalismo y será parte de la Segunda División.

No es menor que el denominado «Colo Colo del sur», ese que fue finalista de Copa Chile en 1986 y que jugaba clásicos ante Deportes Concepción en los ’80 con 25 mil personas en Collao, ese club de tradiciones y grandes jugadores como Nelson Acosta -que fue técnico años después-, Richard Zambrano, Arturo Sanhueza o incluso, el campeón del mundo Mario Alberto Kempes esté de retorno. Allí hay todo un contexto social y un esfuerzo mancomunado, porque incluso el municipio penquista decidió cobrar poco por el arriendo del estadio Ester Roa, el más moderno del país y que sirvió para que la magia fuera completa.

Todo fue emoción. Vial asciende tras ser segundo en la Tercera División -campeón es General Velásquez- pero las muestras de devoción popular superan a todos los demás clubes de provincia se jactan de ser los más populares. Hace unas semanas, jugando en Mejillones, a 1900 kilómetros de distancia de la capital de Bio-Bio, cerca de 400 hinchas llegaron hasta el norte para alentar a su equipo.

Hoy, las muestras de devoción se multiplican. Como la historia de ese hincha que conmovió por redes sociales, uno que  entre la multitud destacó por ser no vidente e igual estuvo en las graderías acompañando al equipo de sus amores.

«¡¡No te veo pero te Siento!! No hay impedimento que supere el amor por estos colores», publicó en su cuenta de Facebook Fernández Vial.

Fernández Vial vuelve al profesionalismo al quedar segundo en la tabla de posiciones de la Tercera División con 57 puntos,  los mismos que Athletic Colina y Deportes Rengo, sin embargo la diferencia de gol favoreció a los penquistas (+34 ante +23 y +22, respectivamente). La historia del club del Almirante se renueva. Y el fútbol chileno fue testigo de una tradición que se niega a morir…