Lo querían echar y hoy lo tratan de héroe: Gareca, el hombre que dejó a Perú fuera del mundial en 1985 y ahora los clasificó

Triunfador, como jugador de River Plate y América de Cali y como entrenador en Talleres de Córdoba y Velez Sarsfield de Argentina

Por Alex Ripne

16/11/2017

Publicado en

Deportes

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Triunfador, como jugador de River Plate y América de Cali y como entrenador en Talleres de Córdoba y Velez Sarsfield de Argentina. El «Flaco» Gareca demostró su estrella de ganador en Perú y metió a esa selección en la fiesta de Rusia 2018. Pero el nombre de Ricardo Gareca está escrito en el destino del fútbol peruano. Para bien o para mal. Para festejar o para lamentar. Para aplaudir o para abuchear. Es el entrenador que este miércoles logró clasificar a Perú para el Mundial de Rusia tras 36 años de ausencias en campeonatos del mundo, y como gran paradoja, ese mismo ex delantero que como jugador de la selección argentina anotó el gol que le impidió a la blanquirroja clasificarse para México 86.

Gareca convirtió, a los 81 minutos, el tanto del empate que les dio la clasificación al Mundial de México y que mandó a Perú a la repesca, donde luego perdería contra Chile. Desde entonces, la selección peruana nunca volvió a jugar un Mundial. Gareca tampoco. A pesar del gol de la clasificación, el entrenador Carlos Bilardo no lo incluyó en la lista final y el Tigre, como lo apodan, se quedó sin disputar la Copa del Mundo que después Argentina ganaría.

Hoy, con 59 años y al frente de Perú, Gareca puede descolgar de su casa el cartel de villano y reemplazarlo por el de héroe. «Este es el logro más importante que me tocó vivir», afirmó emocionado tras la victoria 2-0 de Perú ante Nueva Zelanda en el partido de vuelta de la repesca.

Cuando la selección quedaba relegada en las clasificatorias -pese a ser dos veces seguidas tercera en Copas América-, en Perú querían despedir al «Flaco», como tantas otras veces que cambiaron al técnico, como con los uruguayos Pablo Bengoechea y Sergio Markarián antes. Pero el proceso de Gareca tenía adeptos ilustres. Casi como si tuviera la bola de cristal en lugar del balón de fútbol, José Pékerman, entrenador de la selección colombiana, aseguró hace dos años que Ricardo Gareca llevaría a Perú otra vez a un Mundial. Era octubre de 2015 y tras el partido en que Colombia le ganó 2-0 a la blanquirroja en la primera jornada de las eliminatorias sudamericanas, el técnico se acercó al jugador peruano Carlos Lobatón, y señalando a Gareca, le dijo: «Créanle a él. Los va a llevar al Mundial».

Gareca sonrió y le dio un golpecito cariñoso en la cabeza a Pékerman, como agradeciéndole la confianza sin saber todo lo que sucedería después. Desde esa jornada inicial hasta la 14, Perú osciló entre los puestos siete y nueve alcanzando a estar penúltimo pasada la mitad de las eliminatorias. Pero el Tigre se comportó como tal, y sin bajar los brazos, logró 15 puntos de los últimos 24 con cuatro triunfos, tres empates y una sola derrota que lo catapultaron a la zona de repesca.

Ya en la última fecha, Perú volvió a enfrentarse a Colombia. Y en la conferencia de prensa previa al partido, un periodista le recordó a Pékerman aquel momento y le preguntó si seguía pensando lo mismo sobre Gareca y la posibilidad de ir al Mundial. «Hasta mañana a las 6:30 de la tarde sigo pensando igual», dijo entre risas el técnico cafetero. A esa hora ambas selecciones debían enfrentarse y ya no podía ser imparcial. «De verdad me alegró mucho por él, por la gente de Perú y por la decisión de respaldar un proyecto que en el fútbol sabemos que no es fácil», agregó.

Ese partido entre Colombia y Perú terminó 1-1. James Rodríguez abrió el marcador para el equipo visitante al comienzo del segundo tiempo y paralizó a todo un estadio hasta que en el minuto 76 apareció el capitán Paolo Guerrero. E hizo lo impensando: pateó directo a la portería un tiro libre que era indirecto. Y tuvo la fortuna de que David Ospina tocara el balón antes de que este terminara en el fondo de la red. Era el gol del empate. Un empate que les permitiría jugar la repesca. Y ese repechaje finalmente les devuelve a un Mundial. Pékerman tenía razón y Gareca otra vez se metió en la historia del fútbol.

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