Por discriminación racial y hostigamiento político

Presidente de Bolivia Evo Morales se solidariza con Mesut Özil

"El fútbol es un deporte de integración, por lo que no debe mancharse con actitudes de intolerancia ni muros de beligerancia", indicó el Presidente suramericano 

Por Victor Lara

24/07/2018

Publicado en

Deportes

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Mesut Özil

El presidente de Bolivia, Evo Morales se solidarizó con el jugador alemán Mesut Özil, quien en días pasados había renunciado a seguir vistiendo la camiseta del país europeo tras denunciar «discriminación racial» por parte de la Federación de ese país.

«Mi solidaridad con el hermano , jugador de ascendencia turca obligado a dejar la selección de Alemania por discriminación racial y hostigamiento político», expresó el mandatario a través de su cuenta en la red social tuiter.

Y es que el ex jugador, de padres turcos, había tomado la decisión de dejar de vestir la camiseta teutona, tras recibir fuertes críticas por la publicación de una foto donde sale junto al presidente de Turquía, Recept Tayyip Erdogan, en pleno Mundial de Rusia 2018.

En este sentido, Morales agregó que el fútbol es un deporte de integración, por lo que no debe mancharse con actitudes de intolerancia ni muros de beligerancia.

Endrogan se solidariza

Sin embargo, no es el único espaldarazo que ha recibido de un jefe de Estado, debido a que el mismo Erdogan ha manifestado su apoyo al jugador que fue campeón del mundo en la adición del 2014 realizado en Brasil.

“Ayer hablé con él. No pueden digerir el hecho de que posó en una foto conmigo”, expresó el mandatario en declaraciones a la cadena CNNTürk, reseñado por las agencias internacionales.

Y es que algunos sectores han acusado al jugador de hacer campaña en favor del recién reelecto mandatario, por lo que ha sido duramente cuestionado, no sólo en lo personal, sino que se ha llegado a cuestionar su papel en el equipo campeón.

“No es posible aceptar este tipo de actitudes racistas hacia un joven que derramó tanto sudor por el éxito del equipo nacional alemán”, expresó.

Debate sobre el racismo

Y es que la polémica que se ha generado tras estas declaraciones, ha despertado un debate en Alemania sobre la posible «xenofobia» que existe en el país europeo y, en especial, en el fútbol.

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Reinhard Grindel, quien es ex diputado de la Democracia Cristiana, aseguró en un comunicado que: «Era importante que Mesut Özil, al igual que Ilkay Gündogan antes que él, respondiera a esas fotos, independientemente del resultado deportivo del torneo en Rusia».

Y es que el jugador del Arsenal FC, de la Liga de Inglaterra, había acusado a Grindel de desplegar una política de comunicación que alimentó el rechazo de los seguidores hacia los jugadores de origen musulmán.

Esto fue evidenciado tras ser pitado en junio en Leverkusen (localidad ubicada a 557.6 kilómetros de Berlín) e insultado por aficionados aislados durante al reciente Mundial, realizado en Rusia, reseña el diario español El País.

El jugador recuerda que, como miembro del parlamento, Grindel se pronunció contra la cultura islámica y dijo que “el multiculturalismo es un mito y una mentira”.

«En los ojos de Grindel y sus acólitos yo soy alemán cuando ganamos, pero inmigrante cuando perdemos», expresó Özil, quien aseguró que participó en el último magno evento del balompié mundial debido al apoyo de Joachim Löw y Oliver Bierhoff, seleccionador y director deportivo, respectivamente.

Además, el cápitan del seleccionado Alemán, Philipp Lahm, aseguró que Ozil fue el jugador menos valorado de todos los que connquistaron el cuarto título para los teutones.

Según Lahm, el medicampista no fue el más mediático, pero, según su criterio, en Brasil hizo algo que lo distinguió por encima del resto «pidió el balón cuando más quemaba».

Y es que Özil siempre ha estado en el ojo del huracán de la política, como instrumento, en especial para Angela Merkel, la canciller de Alemania. En el año 2014 se puede observar una foto de la mandataria con el jugador a quien le estrecha su mano en el vestuario.

Y es que el jugador de 29 años, hijo de inmigrantes turcos pero nacido en Gelsenkirchen, fue utilizado por Merkel como símbolo de una administración representada por un equipo que reflejaba una supuesta «integración social de Alemania».

Sin embargo, ahora la campaña mediática en contra del jugador es impulsada por el diario Bild (Imagen, en español), sacó unas declaraciones de presidente honorario del Bayern de Muních, Uli Hoeness, quien aseguró que Özil «lleva años jugando sucio. No ha dado batalla desde 2014 y ahora esconde su mierda de rendimiento detrás de esa foto”.

De esta manera el debate sobre el racismo está en la calle de Alemania, donde los distintos grupos manifiestan sus posiciones, pero en el que muchos no están junto al «Juego Limpio (Fair Play)» que impulsa la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA).

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