La población carcelaria alcanzó las 726.712 personas

Hacinamiento de más del 60% en las cárceles de Brasil

El sistema penitenciario brasileño es calificado por algunas organizaciones como uno de los "peores" y "más inhumanos" debido a los altos índices de hacinamiento y las pésimas condiciones en la que se encuentran los internos.

Este lunes, fuentes oficiales informaron que el 65,7 % de las cárceles estan hacinadas de reclusos y donde más se presenta este problema es en los presidios del norte del país

Según la información ofrecida por el Consejo Nacional del Ministerio Público (CNMP), en Brasil existen unas 1.500 cárceles, de las cuales (508) están localizadas en el sudeste del país, mientras que la región norte es la que cuenta con menos establecimientos (157), de los cuales 119 tienen tiene a sus internos en condición de hacinamiento.

Brasil está compuesta por cinco regiones, de las cuales el nordeste, con un 56 %, es la que presenta el menor número de cárceles llenas. De un total de 431 unidades penitenciarias en el nordeste, 130 aún no llegan al máximo de su capacidad y 59 cumplen la ocupación total, señaló la CNMP en un comunicado.

Los datos citados tienen como referencia su realización entre marzo de 2016 y febrero de 2017, y fueron compilados por la Comisión del Sistema Penitenciario del Consejo Nacional del Ministerio Público y divulgados, este lunes por el CNMP.

Para la recolección de datos se utilizaron  planillas con datos básicos como región, estado, régimen y sexo, que fueron analizados por funcionarios del Ministerio Público en inspecciones en cárceles y, que pueden ser consultados en el portal del CNMP a fin de promover la transparencia activa de los datos.

Imagen referencial Cárceles de Brasil

Según datos oficiales divulgados en diciembre pasado, la población carcelaria en Brasil alcanzó las 726.712 personas, lo que representó un aumento de 104.000 internos desde 2014.

El periódico Folha de Sao Pablo, indicó este lunes que si todas las personas con mandatos de prisión fueran detenidas, el déficit carcelario crecería 164 % y la población penitenciaria de Brasil traspasaría el millón de personas.

Las cárceles de Brasil no solo padecen de hacinamiento de internos, si no también problemas de seguridad ya que muchas son controladas por lideres criminales, quienes además planifican hechos delictivos desde los penales.

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