No transporta el oro negro que ellos esperan

Sarost 5, el buque petrolero rechazado por los gobiernos de Europa

Cinco días lleva el Sarost 5 sin destino, sin poder atracar en puerto alguno en el Mediterráneo. Los Estados europeos le prohíben el ingreso porque transporta a 40 migrantes rescatados en alta mar

Es el único buque petrolero que ninguno de los gobiernos europeos quiere. Se trata del Sarost 5, que transporta algo más valioso que cualquier hidrocarburo: 40 migrantes rescatados tras cinco días a la deriva en el mar Mediterráneo.

La tripulación espera desde hace cinco días frente a la costa de Zarzis, al sur de Túnez, la autorización del Gobierno para atracar. La embarcación también ha sido rechazada por las autoridades de Malta e Italia, según informó el portal InfoMigrants.

«Tenemos la moral a cero. Llevamos muchos días en el mar, hay quienes ya han terminado su período de trabajo y se encuentran bloqueados aquí», declaró este viernes el capitán del barco, Ali Hagdi.

«Hemos contactado con el puerto y los únicos que nos responden son los militares, y nos dicen que esperan instrucciones. Hasta aquí solo han llegado los médicos de la Media Luna Roja y, por suerte, nuestro cliente nos ha ayudado en todo momento», explicó.

Asimismo, confiesa haber vivido ciertos momentos de tensión a bordo ante la resistencia de algunos migrantes a atracar en un puerto tunecino. «Hasta ahora, no ha habido ningún altercado, pero esperemos que la situación no degenere hasta ese punto».

Sarost 5

Algunos de los 40 migrantes que están a bordo del Sarost 5. Foto: Web

A lo mejor los españoles quieran aceptarnos

La tripulación del Sarost 5, que ha realizado otras operaciones de rescate «sin problemas», asegura no entender el aislamiento impuesto por el Gobierno. «Al momento del rescate pensamos en esas personas y no en las leyes, las autoridades deberían pensar igual», denuncia Hagdi.

«A lo mejor los españoles quieren aceptarnos», expresó esperanzado el capitán, recordando el buque humanitario Aquarius, acogido por España tras rescatar a 630 migrantes y permanecer una semana en alta mar, debido al rechazo de Italia y Malta.

El pasado sábado, la plataforma marítima petrolera Miskar, de la compañía British Gaz, localizó en aguas internacionales una embarcación averiada a la deriva, tras partir de la costa libia para tratar de cruzar el Mediterráneo.

Los 14 tripulantes del buque de aprovisionamiento tunecino se hicieron cargo del rescate y partieron hacia Sfax -a 75 millas- siguiendo las órdenes de las autoridades tunecinas, pero una vez llegados a puerto, fueron remitidos a Zarzis -a 76 millas de distancia- y finalmente rechazados a la espera de «indicaciones».

Mujeres embarazadas en riesgo

Según la Media Luna Roja tunecina, los rescatados tienen entre 17 y 36 años, entre los que se encuentran dos mujeres embarazadas, y son originarios de Egipto, Bangladesh, Camerún, Senegal, Guinea, Costa de Marfil y Sierra Leona.

Todos se encuentran en buen estado de salud excepto las dos mujeres embarazadas, de cinco y dos mes, que deben ser evacuadas con urgencia por riesgo de aborto y una tercera persona con una hernia de hiato que necesita tratamiento.

Para el Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), una de las ONG locales que han hecho un llamamiento para que el Gobierno acoja el barco, Túnez se encuentra en una encrucijada.

A juicio de esta organización, si acepta su entrada podría convertirse en «puerto seguro», lo que sentaría un precedente y podría consolidar la iniciativa europea de crear «plataformas regionales de desembarco» fuera del territorio comunitario para clasificar a los migrantes.

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