Economía

APEC se inclina por China

Los líderes de los 21 países del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) respaldaron la iniciativa de Pekín de crear una zona de libre comercio, la medida supone un triunfo para la diplomacia china y un duro revés para los intereses estadounidenses en la región. La decisión se acompaña además de otras dos propuestas de Pekín, la creación del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura y el reimpulso del Fondo de la Ruta de la Seda, las cuales reflejan el papel creciente de China en la economía global.

Por Mauricio Videla

12/11/2014

Publicado en

Economí­a / Mundo

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fuente: noticiaspia.org

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“Una decisión que se escribirá en los libros de historia” así calificó el presidente chino, Xi Jinping, la medida tomada este martes en la cumbre de la APEC de iniciar una hoja de ruta para promover el proceso de la creación de la Zona de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP, siglas en inglés), en el área que aglutina la mitad del PBI mundial y el 44 por ciento del comercio.

La medida marca la puesta en marcha oficial del proceso de la FTAAP y demuestra la confianza y determinación de la APEC a la hora de fomentar la integración económica regional, sostuvo Xi en una conferencia de prensa celebrada tras la conclusión de la Reunión de Líderes Económicos de la APEC.

El mandatario chino señaló que la decisión llevará la integración a un nivel nuevo y más alto, beneficiará a las economías en diferentes etapas de desarrollo en todo el océano Pacífico, e inyectará nueva energía en el crecimiento de los miembros de la región y de la APEC.

“Hemos llegado el consenso de que la integración económica regional es la fuerza impulsora detrás de un crecimiento fuerte y sostenido en Asia-Pacífico, y la APEC debe continuar desempeñando un papel de liderazgo y coordinación en la promoción del proceso”, indicó.

El FTAAP, el área de libre comercio más grande del planeta que agregará un estimado de 2,4 billones de dólares de producción a la economía mundial, se propuso por primera vez en 2004 en respuesta al Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico impulsado por Washington que incluye a 12 países a un lado y al otro del Pacífico con el objetivo de “contener” a China, con la que disputa por conservar la hegemonía global.

En el marco del éxito diplomático, el presidente chino logró además un acuerdo de libre comercio con su homóloga de Corea del Sur, Park Geun-hye, aliado tradicional de Estados Unidos en la región. Dicho tratado incluye una veintena de sectores y eliminará los aranceles para el 90 por ciento de sus mercancías, excluyendo al arroz y a los automóviles. Además, los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) lanzaron una Alianza Regional Económica (RCEP, en sus siglas en inglés) que incluye a los seis países de APEC con los que tienen acuerdos de libre comercio, entre ellos China, Japón e India.

De esta manera, se destaca el papel creciente de China en la economía global al tiempo que se arruinan los planes estadounidenses de aislar al gigante asiático. La iniciativa a su vez se acompaña de la reciente creación del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (BAII), para el cual China se ha comprometido a invertir 50 mil millones de dólares, con el objetivo de  crear una nueva arquitectura financiera como alternativa a las estructuras bajo la órbita del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como el Banco Mundial (BM) y al Banco de Desarrollo Asiático (BDA).

Asimismo, China impulsa el Fondo de la Ruta de la Seda, que retoma una propuesta de interconexión de infraestructuras con Asia Central, Oriente Medio y Europa que había sido propuesta en 2011 por Washington pero que nunca despegó. Tras una reunión con los líderes de Bangladesh, Camboya, Laos, Mongolia, Myanmar, Pakistán y Tayikistán, Xi prometió invertir 40 mil millones para revivir la histórica ruta.

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