Arabia Saudí tiene problemas para colocar su petróleo en el mercado internacional

Las refinerías de Europa y Estados Unidos se niegan a comprar más crudo a los productores del petróleo saudíes, lo que coloca en un aprieto a la economía del reino.

Según fuentes citadas por el diario The Wall Street Journal, Arabia Saudí tiene dificultades para encontrar nuevos compradores de su petróleo, ya que a pesar de los bajos precios, las refinerías no están interesadas en adquirir volúmenes adicionales, no por un complot internacional, sino por la falta de capacidad para almacenar los barriles.

«Los clientes del reino se enfrentan a una escasez de instalaciones de almacenamiento, lo que les dificulta la compra de nuevos volúmenes de combustible. Al mismo tiempo, no ven perspectivas de ventas debido a la recesión mundial», reportó Sputnik.

Lo cierto es que la demanda del crudo y productos derivados del petróleo está disminuyendo debido a la crisis económica asociada a la pandemia del coronavirus.

Otra razón que provocó el derrumbe de los precios del llamado oro negro es el fracaso del acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y la promesa de Arabia Saudí de aumentar la producción. En total, las cotizaciones se han reducido a más de la mitad desde principios del año y promedian menos de 25 dólares por barril.

En este contexto, algunos productores se han visto obligados a bajar los precios para poder colocar sus barriles de crudo.

Asimismo, la caída de la demanda de petróleo en el mercado estadounidense y europeo ha obligado a algunos productores a pagar por la descarga de sus almacenes, tal y como informó la agencia Bloomberg.

Según Sputnik, la demanda de petróleo saudí, uno de los mayores productores de crudo en el planeta también disminuyó en los mercados asiáticos ante la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, especialmente en la India, donde el Gobierno impuso una cuarentena estricta, debido al alto número de casos registrados.

Mientras tanto, Rusia ha logra reorientar sus suministros europeos al mercado de China, donde la fase grave del brote de COVID-19 ya ha sido controlada, al bajar la curva de contagios, lo que ha permitido que se vayan restableciendo las actividades  y que la demanda de petróleo se esté recuperando.

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