Reportaje

Bolivia trabaja para vender café, quinua y carne a China y Rusia

El Gobierno de Bolivia trabaja con China y Rusia para venderles alimentos de calidad producidos orgánicamente como el café y la quinua, además de cortes especiales de carne de res, productos en los que el país asegura tener una ventaja comparativa para lograr buenos precios

El Gobierno de Bolivia trabaja con China y Rusia para venderles alimentos de calidad producidos orgánicamente como el café y la quinua, además de cortes especiales de carne de res, productos en los que el país asegura tener una ventaja comparativa para lograr buenos precios.

El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara, informó a Efe que Bolivia está enfocado en ese objetivo buscando llegar a sectores pudientes de clase media en esos países con productos como el café y la quinua, destacando que son producidos sin modificaciones genéticas.

Endara, cuya oficina depende de la Cancillería, destacó que el café boliviano ha ganado prestigio y ahora «está entre los mejores del mundo» y China ha solicitado información sobre la producción para ver si responde a sus exigentes protocolos sanitarios.

Para el caso de la quinua está ayudando la experiencia del país para la exportación del grano y hay un trabajo en marcha entre la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China (Aqsiq) y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de Bolivia.

Señaló que para el grano andino, que tiene un alto poder nutritivo y un mercado internacional gourmet, existe el problema de las partidas arancelarias en China, que pueden considerarse altas. Según Endara, el Gobierno de China ha «manifestado su voluntad» de trabajar con Bolivia para equilibrar la relación comercial, dado que ese mercado asiático compra muy poco de producción boliviana.

En 2016, Bolivia exportó mercancías a China por 480 millones de dólares e importó por un valor de 1.696 millones de dólares, lo que causó un déficit comercial de 1.216 millones de dólares. La reciente visita del canciller boliviano, Fernando Huanacuni, a China ha permitido dar un «impulso político» para que se reduzcan los plazos para llegar a nuevos acuerdos.

Endara espera que antes de fin de año se puedan aprobar las certificaciones sanitarias para el caso de la quinua y en el primer trimestre de 2018 para el café y la carne. A Rusia también se han ofrecido los mismos productos y hay un interés en los cortes especiales de carne. Ha comenzado un intercambio de protocolos con ese país y Bolivia está a la espera de respuestas, dijo Endara.

La producción de carne boliviana destaca, según el viceministro, por los avances de los ganaderos para que sus reses ganen peso y mantengan «la carne tierna» con las mejoras en la genética. A diferencia de lo que pasaba antes, ahora los productores bolivianos venden registros de modificaciones genéticas a Brasil, apuntó la autoridad.

Bolivia, que tiene 9 millones de cabezas de ganado, está confiada en cumplir de forma satisfactoria todos los protocolos de sanidad de China y Rusia para vender los cortes especiales.

La relación comercial de Bolivia y Rusia es poco significativa ya que la nación andina exportó en 2016 mercancías por un valor 3,3 millones de dólares e importó por 14,6 millones.

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