Censo para medir la pobreza en Canadá encuentra obstáculos

El nuevo gobierno liberal canadiense tomó la decisión de llevar a cabo un censo con la finalidad de registrar cuántas personas sin techo y en calidad de pobreza existen actualmente en el país. Sin embargo, algunas de las ciudades más grandes de Canadá han optado por no participar en esta gestión, hecho por el cual los expertos aseguran que será una estadística incompleta de la pobreza a nivel nacional.

La medida seguida por ciudades como Toronto, Ottawa, Vancouver, Edmonton y Calgary, entre otras, de no sumarse a la iniciativa federal, dificultará la labor de la nueva administración para crear una prometida estrategia que ayude a satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes.

Incluso, el gobierno estuvo negociando un pacto con la provincia de Quebec para que se hicieran participes de esta instancia. No obstante, pese a las conversaciones con la región franco parlante de pretenciones separatistas, no se pudo alcanzar un acuerdo.

Es más, muchas ciudades del país norteamericano ni siquiera han realizado un censo que contabilice a las personas sin hogar, razón por la que el gobierno federal, el año pasado, resolvió efectuar un conteo de aquellos desposeídos que frecuentan los centros de acogida y de los que residen literalmente en la calle.

Lamentablemente, este enfoque sólo transmitiría un menguado índice de la pobreza real, pues no contempla a aquellos que tienen un alojamiento temporal o a quienes gastan más de la mitad de sus ingresos en vivienda.

Por otra parte, aquellas localidades que sí realizan este cálculo utilizan diferentes metodologías para evaluar la situación, hecho que dificulta un análisis comparativo a escala nacional.

Es más, la conservadora administración pasada advirtió hace nueve meses atrás las deficiencias de una encuesta previa y los resultados recolectados en 49 municipios, debido a la problemática ya mencionada. Producto de esta experiencia fallida, las ciudades participantes expresaron su preocupación por el plan de efectuar este recuento a finales de enero pasado, por lo que el gobierno actual amplió el plazo hasta finales de abril.

Sin embargo, pese a la flexibilización del plazo, ciudades como Toronto y Vancouver tienen planeado ejecutar este registro más completo recién para el próximo año. Por su lado, la provincia de Alberta, que ha realizado el conteo en siete ciudades de su territorio, optaron por salir de la cuenta federal debido al pronóstico acerca de la cuestionable calidad de los datos recabados.