China adecua su estrategia económica a los tiempos que corren y se abre paso al futuro

Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, el gigante asiático será el único país cuya economía mostrará una dinámica positiva a finales de año

Por Sofia Belandria

06/10/2020

Publicado en

Economí­a

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El mercado interno debería convertirse en el principal motor de la economía china en tiempos de pospandemia del COVID-19. El gigante asiático apuesta por la infraestructura digital, dice un reciente informe de Moody’s. Los expertos opinan que la reorientación abre enormes perspectivas para el futuro del país.

Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, China será el único país cuya economía mostrará una dinámica positiva a finales de año. 

Sin embargo, los mercados de exportación ya no cumplen su misión de impulsar el crecimiento económico de China, puesto que el mundo aún no se ha recuperado de la crisis causada por la pandemia del coronavirus. 

La mayoría de las economías desarrolladas —mercados tradicionales para los productos chinos— han experimentado serias dificultades económicas. El PIB de EEUU cayó un 31,4% en el segundo trimestre y, aunque el tercer trimestre registró una importante recuperación, la Reserva Federal espera un descenso interanual del 3,5%, según las estimaciones más optimistas. La economía de la eurozona también se vio afectada: el descenso en el segundo trimestre superó el 12% y la recesión de fin de año puede llegar al 7%. 

China, a su vez, está mostrando buenos resultados gracias a unas medidas eficaces para combatir la propagación del COVID-19. La actividad comercial se está recuperando y el tipo de cambio de la moneda china se está fortaleciendo. Desde finales de junio, el yuan subió un 4,5%, el mayor crecimiento trimestral desde 1981.

Pero dada la disminución del poder adquisitivo real en los mercados extranjeros, las autoridades chinas cambian su enfoque económico para impulsar el crecimiento: el país anunció una nueva estrategia de «doble circulación». Sus detalles aún se desconocen, pero la idea es que el mercado interno se convierta en el principal motor de la economía de China en el período pospandemia.

«Ahora estamos hablando de nuevas infraestructuras que no son tradicionales, como ferrocarriles, carreteras, aeropuertos. China está desarrollando una infraestructura 5G que será la fuerza motriz del futuro crecimiento económico», explicó el profesor de la Universidad Financiera de Sinan Lu Jian.

El analista agregó que no se trata solo de crear infraestructura, sino de desarrollar medios para un progreso tecnológico. 

«Para construir tantas estaciones básicas, se necesita una inversión. El aumento de la velocidad y la calidad de la conectividad contribuye a muchas industrias conexas, como la tecnología de manejo autónomo», señaló.

Las inversiones en la nueva infraestructura y en la digitalización proporcionan un buen efecto multiplicador. Según un informe de Oxford Economics de 2017, cada dólar invertido en tecnologías digitales puede aportar 20 dólares al PIB, un beneficio más de seis veces mayor que de la inversión en las industrias tradicionales. En consecuencia, muchos países, entre ellos China, apostaron por la economía digital como una prioridad de su estrategia nacional. 

«En los últimos años, hemos estado transformando nuestros motores de crecimiento económico. Antes nos basábamos principalmente en un desarrollo extensivo, construimos nuevos proyectos, ampliamos las inversiones, etc. Pero ahora todo está cambiando, estamos avanzando hacia un desarrollo intensivo y de calidad», señaló Lu Jinyong, jefe del Centro de estudios de inversión extranjera directa y profesor de la Universidad de negocios y economía internacionales, en declaraciones.

Según el analista, China se enfoca en el progreso tecnológico y la gestión de la innovación, por lo que los motores del crecimiento económico se están volviendo más sostenibles y controlados. 

En su informe, Moody’s señala que las autoridades chinas tampoco desechan la infraestructura tradicional. Los proyectos de construcción de nuevas carreteras, líneas de metro y ferrocarriles seguirán siendo una importante fuente de crecimiento del PIB y atraerán inversiones. 

China se centra en la nueva infraestructura precisamente porque abre nuevas oportunidades para el desarrollo de las industrias tradicionales también. Por ejemplo, las inversiones en 5G y en la inteligencia artificial estimularán el desarrollo del transporte no tripulado. Pero su funcionamiento normal puede requerir una mejora de las carreteras, la renovación de las señales de tráfico, etc. Es decir, la aparición de nuevas tecnologías amplía los horizontes de crecimiento y aplicación también a las viejas industrias. 

A pesar de su enfoque en el mercado interno, China sigue trabajando con el mundo exterior. Cada vez más esferas se abren a las inversiones extranjeras. Las empresas extranjeras también pueden participar en la construcción de nuevas infraestructuras a gran escala en China. La Siemens PLM Software Company (Shanghái) —parte del conglomerado alemán— firmó un acuerdo con las autoridades de Urumchi para construir una innovadora base digital China-Europa para la nueva infraestructura. Y American Honeywell abrió un centro de innovación en Wuhan.

Las perspectivas para el mercado chino son enormes. Solo Shanghái planea gastar 38.000 millones de dólares en los primeros 48 proyectos relacionados con la nueva infraestructura. Para los próximos dos años en una megalópolis se planea establecer más de 30.000 nuevas bases para 5G y abrir más de 100 estaciones de carga inteligentes para los autos eléctricos.

Cortesía de Sputnik

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