En un contexto global donde el dólar pierde fuerza, Chile aparece entre los países con monedas más prometedoras.
Según un reciente informe de la consultora Oxford Economics, citado por Bloomberg tanto el peso chileno como el colombiano destacan por su potencial de recuperación, junto a las divisas de países como Egipto, Turquía, Malasia y Hungría.
El estudio señala que el debilitamiento del dólar ha renovado el interés por los activos de mercados emergentes, sugiriendo que esta tendencia podría prolongarse si se consolida un entorno internacional con mayor apetito por el riesgo.
Gabriel Sterne, jefe de investigación de Mercados Emergentes Globales en Oxford Economics y autor del informe, planteó que si ese apetito se intensifica podría registrarse “un círculo virtuoso” a través del cual un dólar más débil podría aliviar las tensiones en los balances financieros, especialmente en aquellas economías más vulnerables.
“En ese escenario, las monedas y los bonos locales en Chile, Egipto, Turquía y Colombia parecen estar infravalorados”, planteó Sterne.
El experto agregó que la debilidad del dólar “en general impulsa a los mercados emergentes, y el impacto es mayor en aquellos con fragilidades preexistentes en sus balances”.
El efecto dominó: cómo un dólar débil beneficia a las economías emergentes
El informe también cita investigaciones del Banco de Pagos Internacionales (BIS), que vinculan la caída del dólar con un repunte del crecimiento económico mundial. En países con una fuerte exposición a la divisa estadounidense, como Chile o Hungría, ese efecto se amplifica.
Este escenario aplica también al caso de economías con una alta proporción de deuda corporativa emitida en dólares o con una presencia significativa de préstamos en moneda extranjera, entre las que se encuentran las de naciones como Turquía, México y Argentina.
Además, el estudio destaca que la reducción de la carga de la deuda externa, junto con la debilidad del dólar, son factores que contribuyen a la llegada de capitales a los mercados emergentes, especialmente cuando disminuyen los rendimientos ajustados al riesgo en los Estados Unidos.
“Esta dinámica abre una ventana de oportunidad para economías con fragilidades fiscales o escasas reservas internacionales, como Egipto y Argentina, así como para aquellas con una alta presencia de inversores extranjeros en sus mercados de deuda local, como Perú y Sudáfrica”, señala el reporte.
Chile muestra ventajas competitivas en un escenario global cambiante
El comercio internacional también juega un rol clave. Dado que la mayoría de las operaciones globales se realizan en dólares, una caída de esta divisa reduce el costo de las importaciones y da mayor competitividad a las exportaciones. Este efecto combinado dinamiza la economía y puede acelerar la recuperación global.
En este escenario, Chile se encuentra entre los países emergentes con mayor margen para aprovechar el momento. Su apertura al exterior, el perfil de su deuda y su integración en el comercio internacional le permiten convertir la debilidad del dólar en una palanca para atraer inversión, aliviar tensiones financieras y consolidar el crecimiento económico en el mediano plazo.
¿Hacia un nuevo ciclo para las monedas emergentes?
Mientras el dólar sigue mostrando señales de debilidad, analistas proyectan que divisas como el peso chileno podrían consolidarse como activos atractivos para los inversores internacionales.
Al respecto, el informe de Oxford Economics, citado por Bloomberg, identifica tres canales clave a través de los cuales un dólar más débil fortalece a estos mercados, y Chile aparece en múltiples categorías.
1- Balances en dólares: alivio para la deuda externa y corporativa
Los países con alta deuda denominada en dólares ven reducirse el peso de sus obligaciones cuando la moneda estadounidense pierde valor. Según el reporte, Chile se encuentra entre los más beneficiados debido a un alta deuda externa (junto con Hungría) y una evada proporción de bonos corporativos en dólares (junto con Argentina e Indonesia).
Este efecto mejora la solvencia de empresas y el gobierno, reduciendo presiones financieras.
2- Flujos de capital: mayor atracción de inversiones
Un dólar débil incentiva que los capitales migren hacia mercados emergentes en busca de mejores rendimientos. Aunque el informe menciona principalmente a Egipto, Argentina y Brasil en este aspecto, Chile también se ve indirectamente favorecido por: una mayor estabilidad cambiaria, atrayendo inversión extranjera, así como una menor presión sobre reservas internacionales, a diferencia de economías como Turquía o Argentina.
3- Desapalancamiento: reducción de riesgos financieros
Aunque el impacto directo es menor en Chile comparado con economías como China o Malasia, un dólar bajo contribuye a disminuir el riesgo de desapalancamiento (reducción abrupta de deuda) en el sector privado, así como a estabilizar las tasas de interés locales, al reducir la fuga de capitales.
Con un dólar a la baja y un peso chileno en alza, el país no solo podría fortalecer su posición financiera, sino también reducir presiones inflacionarias y mejorar su capacidad de crecimiento en un contexto global aún incierto.