Economía latinoamericana

Empresas textiles de Argentina se muestran preocupadas por la apertura de mercado de Macri

Con las promesas de pocas restricciones para importar productos extranjeros, grandes marcas de ropa, entre otros rubros, se anotaron en la lista para desembarcar en el país, cuestión que pone en jaque a la recuperada industria textil. ¿Qué consecuencias traería la apertura de mercado en Argentina? Conoce los detalles a continuación.

Una de las primeras medidas que se supo que aplicaría el flamante presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, es la apertura de mercado y el fin a las trabas para exportar e importar. Conocida esa medida, grandes marcas internacionales afirmaron que volverían al país o desembarcarían por primera vez, como es el caso de grandes cadenas de comida rápida.

Ese nuevo panorama preocupa seriamente al sector empresarial nacional, que contaba a su favor con medidas que garantizaban la producción nacional y la paridad en la competencia con lo exportado.

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En ese sentido, Damíán Regalini, presidente de la Cámara de Fabricantes de Medias de Argentina, afirmó al sitio Télam:»Lo tomo con preocupación y con alerta»,  y agregó que «inundar el mercado de marcas de afuera pone en riesgo los 450 mil puestos de trabajo generados en el sector textil en estos últimos 12 años».

En esa misma dirección, el vicepresidente de la Fundación Protejer, Marco Meloni, subrayó que «si las marcas de ropa internacionales se avienen a las condiciones de sustitución de importaciones y respetan las normas de trabajo, bienvenida sea la inversión», aunque no cree que eso vaya a suceder, ya que el próximo gobierno que asumirá mañana en Argentina no dio claras señales al respecto.

Así, el directivo de la institución que agrupa toda la cadena, desde productores hasta comerciantes -que también incluye a la pata gremial- aseguró que si las marcas «vienen con libertad total para traer los productos de afuera, podrían destruir a las empresas nacionales».

Regalini explicó , además, que «existen tres modelos de comercio exterior textil: uno que implica exportar marca, donde hay valor agregado, y otra que significa vender sólo el producto, y es donde se concentran los países con trabajo esclavo».

«La tercera posición es la de los países que protegen su industria textil de la importación de productos baratísimos elaborados con trabajo esclavo, e invierten en el desarrollo de marcas propias mientras van adquiriendo una estructura productiva competitiva», precisó el empresario al sitio Télam.

Con respecto a eso último, señaló que «así lo hicieron Corea del Sur y Brasil durante muchísimos años, y en gran medida lo siguen haciendo con diversos matices», y remarcó que «la llegada de grandes marcas implica la importación de trabajo esclavo, la desaparición de productores locales y de empleo nacional, y la imposibilidad de desarrollar marcas, o sea, valor agregado».

A su criterio, «la salida es administrar el comercio y defender la producción nacional, haciendo acuerdos con las marcas que desean instalarse, y que los consumidores admiran, para producir una parte importante de su producción en la Argentina».

En la industria textil se produjo un gran salto en los últimos 12 años: por ejemplo, en 2002 había 700 marcas de ropa en el país, y hoy hay 1.200; de las cuales la mitad son argentinas. Meloni, sostuvo que «habría que respetar a las firmas que se quedaron, y que se adaptaron exitosamente a la sustitución de importaciones».

¿Cuál será el futuro económico con las nuevas medidas de Mauricio Macri?

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