Eurozona la crisis permanece

Varios medios de comunicación del país informaron al entregarse las cifras de crecimiento del producto de la eurozona con relación al trimestre anterior que se habría terminado su recesión

Por Director

09/09/2013

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Economí­a / Portada

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Varios medios de comunicación del país informaron al entregarse las cifras de crecimiento del producto de la eurozona con relación al trimestre anterior que se habría terminado su recesión.  Ello descansa en una versión simplista de su comienzo o fin bajo el entendido que ello se produciría cuando su PIB varía de signo en dos trimestres consecutivos.  No importa cuál es la magnitud de la reducción acumulada o el lapso en que se hayan registrado cifras negativas.  Un análisis más amplio demuestra que, lamentablemente, hasta ahora no ha terminado.  El producto de la región permanece por debajo del registrado en el último trimestre de 2011, para no compararlo con el que tenía al desatarse la crisis financiera global hace ya más de un lustro.  Menos se sostiene la afirmación si se consideran variables específicas, por ejemplo las tasas de desocupación que siguen siendo extraordinariamente elevadas.  Mientras persistan las políticas de austeridad es extraordinariamente difícil que se produzca este cambio o llevaría en el mejor de los casos  a una prolongada situación de lento crecimiento.  El tema central es la dirección de las políticas macroeconómicas dominantes.  En la eurozona se necesita abandonar el fundamentalismo de política económica hegemonizada por Alemania.  Por ello, se requiere no limitarse a flexibilizar el cumplimiento de las reducciones de déficits sino aumentar el gasto público.

 

Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, cifró en 0,3% el crecimiento de la eurozona con relación al trimestre anterior, luego de anotar durante un año y medio, desde enero-marzo de 2012, registros negativos.  Su conocimiento condujo a afirmaciones eufóricas de que se salía de la recesión y otras que en cambio mostraban la real profundidad de la crisis.  “Si registráramos tres a cuatro años de crecimiento a 2% o 3% anual -señaló Charles Wyploz, profesor de economía del Graduate Institute de Ginebra- entonces probablemente podríamos salir del túnel (…)” (15/08/13).

El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Olli Rehn, comentó:  “Declaraciones que sugieren que la crisis ha terminado no son para hoy”, añadiendo que todavía se requiere “más de lo mismo”.  Por tanto, mantener una extraña mezcla de austeridad y flexibilidad que se expresa en que se conceden plazos algo más largos para reducir los déficits  fiscales y que presionan siempre en definitiva a la contracción económica.  “Me sorprende que el comisario europeo (…) presente los datos como un éxito de su política de disciplina fiscal –manifestó Paul de Grauwe, académico de la London School of Economics-, cuando justamente es todo lo contrario (18/08/13).  En el resultado positivo  del segundo trimestre influyó que se flexibilizó en varios países las políticas de ajuste, lo que permitió llevar adelante acciones menos drásticas en la reducción de los déficits fiscales.  Ello se hizo sin modificar los objetivos de mediano plazo establecidos en el pacto fiscal acordado, que contrae en la década fuertemente los déficits fiscales.  En el mismo sentido incidió la proximidad de las elecciones alemanas del próximo mes, que condujeron a Angela Merkel, la mayor impulsora de las políticas de austeridad, a incrementar el gasto público.

El término de la recesión se proclama considerando que ella finalizaría cuando la actividad económica deja de caer durante dos trimestres consecutivos, aunque en enero-marzo había disminuido igualmente en un 0,3%, de manera que en el primer semestre del año su crecimiento fue nulo y su nivel de abril-junio fue un 3% inferior al de comienzos de 2008, cuando se produjo su primer momento de contracción, en un contexto en ese momento de caída global en los niveles de actividad.  Un segundo instante de cifras trimestrales negativas se registró desde que se impuso la política de austeridad.  ¿Es lógico dar por terminada la recesión cuando se produce un ligero incremento con relación al trimestre anterior independientemente de las magnitudes de las caídas producidas anteriormente y el período durante el cual ello se haya producido? No se puede hablar de término de la recesión cuando se sigue muy por debajo del momento en que comienzan a darse cifras negativas en octubre-diciembre de 2011.  Desde entonces hasta abril-junio 2013, la eurozona acumule una baja en su nivel de actividad que alcanza a un 1,2%[1].

Eurozona:  Evolución trimestral desde octubre-diciembre 2011

Trimestre % Trimestre % Trimestre %
2011, IV -0,3 2012,  III -0,1 2013,  I -0,3
2012, I  0,0            IV -0,6           II +0,3
2012, II -0,2        

Es una forma muy poco científica de determinar el momento del ciclo económico de un país o una región.  En EE.UU., la oficina que establece los puntos de inflexión de su economía en un mes determinado utiliza varias variables, entre ellas la evolución del producto, el empleo, los ingresos y ventas comerciales.  Paul Krugman habla de recesión de crecimiento “cuando una economía crece pero no lo suficientemente rápido para hacer uso del incremento en su capacidad, de tal manera que cada vez un mayor número de sus máquinas y trabajadores están parados”[2].

Por lo demás, el término de la recesión en la forma como se mide no significa el fin de la crisis que, manifestó el director del  británico Instituto Nacional de Investigación Económica y Social, Jonathan Portes, “está muy lejos de haberse acabado.  Países como España o Grecia tienen unos niveles de paro propios de la depresión.  Podremos ver una recuperación –concluyó-, pero  falta mucho para que el desempleo caiga a niveles aceptables” (18/08/13).  Petr Zemcik, director de Economía Europea en Moody’s Analytics, por su parte, vaticinó que deberá esperarse hasta 2015 para que la región recupere su producto anterior a la crisis iniciada hace 6 años. “Los riesgos –enfatizó-  siguen siendo severos en Grecia, Chipre, Portugal y España” (18/08/13).

El economista Barry Eichengreen, autor de un estudio comparativo entre la situación de la eurozona con otras crisis internacionales, considera que “Europa ya está en la mitad de lo que será una década perdida” (15/08/13).  Estableciendo una comparación con lo acontecido en América Latina en la década de los ochenta, cuyo bajísimo crecimiento también fue empujada por políticas económicas contractivas, no fiscales en ese caso sino monetarias, al acordarse para enfrentar la inflación por las mayores economías desarrolladas subir drásticamente las tasas de interés de parte de sus bancos centrales.   Eichengreen diferencia esta evolución con la seguida en el este de Asia luego de su crisis de 1997, que tuvo una recuperación relativamente rápida.

En el resultado azul de la eurozona en el segundo trimestre fue decisivo el crecimiento con relación a enero-marzo producido en Alemania y Francia, sus dos mayores economías, de 0,7% y 0,5% respectivamente.  En Alemania, de acuerdo a lo informado por su Instituto Federal de Estadísticas (Destatis), ello se debió a que “se registraron impulsos positivos sobre todo internos.  Tanto en el sector privado como en el público hubo más consumo que en el trimestre anterior.  Además –añadió- hubo un incremento de las inversiones (…)”.  El gasto público se incrementó  en el primer semestre un 2,7%, en una proporción similar al de los ingresos fiscales, al tiempo que se producía una “nueva y nítida”  caída  del pago de intereses (3,9%), según destacó la oficina estadística.  Berlín debido a la  alta demanda por sus bonos ha podido endeudarse con servicios por su endeudamiento muy reducidos. Este aumento de la demanda interna, en particular del gasto público, es una de las exigencias efectuadas permanentemente a Berlín, ya que permite incrementar las exportaciones de los países de la región en dificultades.

En Francia, su ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, consideró que la cifra de crecimiento con relación al trimestre anterior, “superior a las previsiones disponibles, confirman la salida de la recesión…” (15/08/13).  Sin embargo, la inversión privada descendió un 0,5% luego de haber retrocedido en enero-marzo un 1%, que es un indicador  de posibles tendencias negativas futuras.

En cambio, la tercera, cuarta y quinta economía de la eurozona (Italia, España y Holanda respectivamente) continuaron con cifras trimestrales negativas.  En cifras interanuales, el mayor descenso lo experimentó Grecia (-4,6%), la primera economía rescatada, y en relación con el trimestre anterior Chipre (-1,4%), la última en incorporarse al listado.  Atenas enteró 23 trimestres disminuyendo, cerca de seis años.  En comparación con los mismos meses del  año pasado, el conjunto de la eurozona se contrajo en 0,7% y los 28 de la Unión Europea en 0,2%.  ¿Se puede hablar de término de la recesión?  Fuera de la unión monetaria, el Reino Unido creció trimestralmente en 0,6%, luego de haberlo hecho en 0,3% en enero-marzo.  A diferencia de la eurozona, su economía dispone de su propio Banco Central y moneda, incrementando así  su posibilidad de políticas anticíclicas. El nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, al asumir en agosto, caracterizó la situación señalando:  “No estamos  en velocidad de escape.  Esta sigue siendo –añadió- la recuperación en proceso  más lenta de la historia” (08/08/13).

“Desde que el Banco Central Europeo acabó con el pánico en los mercados de bonos soberanos de la zona euro hace un año –comentó The Wall Street Journal- (…) el foco de la crisis europea se ha trasladado hacia el desempleo, la política, el alto nivel de deuda, la escases de créditos y los problemas sociales” (15/08/13).  Al cerrar el segundo trimestre, la tasa de desempleo  promedio de la región se empinó a 12,3%, con España y Grecia en porcentajes  de desocupados sobre la fuerza de trabajo superiores al doble.  En el país helénico ascendió en mayo, según cifras oficiales, a 27,6%.  Cuando fue rescatada tres años antes era de 12%, alcanzando en los jóvenes menores a 25 años a un elefantiásico 64,9%.  Se trata claramente de una depresión.

El desempleo juvenil es un tema angustioso.  Se habla menos, pero es igualmente extraordinariamente alto el de larga duración, sobre todo en aquellos jóvenes que poseen bajos niveles de preparación.  “Las probabilidades de encontrar empleo –subrayó Marcel Jansen, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid-  descienden con la duración del paro.  El capital humano y las habilidades del trabajador se deprecian” (20/08/13).  En España, según cifras de la encuesta de población activa, un 58,4% de los desempleados son de larga duración, 3,5 millones de los seis millones que permanecen sin empleo por más de un año.

Una de las expresiones de crisis política más agudas al interior de la eurozona la vive Italia, que enfrenta, según expresó su presidente, Giorgio Napolitano, “uno de los períodos más inquietos de la historia de la República, con momentos de tensión e incluso una parálisis de la vida pública sin precedentes.  Fatal sería en este momento –añadió-  una crisis en un Gobierno creado con dificultades hace apenas cien días” (14/08/13).  Para lograrlo debe impedir que el partido del magnate de las telecomunicaciones Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), ponga fin al Ejecutivo del cual forma parte, como expresión de protesta en contra de la sentencia judicial que condena a su líder a cuatro años de cárcel y a cinco de inhabilitación por un delito de fraude fiscal, ratificada en agosto por el tribunal de apelación de Milán, que confirmó en su totalidad el fallo de primera instancia.  El Gobierno de coalición entre el Partido Democrático  (PD) y el PDL es una iniciativa de Napolitano para posibilitar la formación de un Ejecutivo, luego de las elecciones de febrero, encabezado por el socialdemócrata Enrico Letta, con el respaldo de Berlusconi[3].  Italia completó en el segundo trimestre dos años cayendo su producto ininterrumpidamente en relación a los tres meses precedentes.

El agravamiento de los problemas sociales, al implementarse los ajustes demandados por Bruselas y el FMI, tiene como ejemplo destacado a Portugal, cuya economía creció en el segundo trimestre 1,1%, con relación a enero-marzo, luego de dos años y medio con reiteradas cifras negativas, que acumulan una caída de su producto de 7%, con una tasa de desocupación en junio de 16,4%.  Su Instituto Nacional de Estadísticas explicó el incremento en el producto debido al crecimiento de las exportaciones, cuyos costos internos se han reducido por la caída en las remuneraciones.  Este “mejoramiento” busca utilizarlo como argumento a favor de un nuevo plan que le permita ahorrar 4.700 millones de euros, reduciendo el número de  los funcionarios públicos e introduciendo recortes en el sistema de pensiones.  El ministro de la Presidencia, Marques Guedes, sostiene que la recuperación  del PIB “es una señal de que el programa de ajustes (…) tiene sentido” (15/08/13).  En consecuencia a su juicio se necesitaría más austeridad.

La reducción de los costos laborales unitarios y el aumento de la productividad por trabajador condujeron igualmente a un incremento de las exportaciones españolas a un récord histórico, al crecer en el primer semestre un 8%.  Ello unido a la caída de las importaciones, por la contracción de la demanda interna, disminuyeron el déficit comercial en un 68,8% con relación al mismo período de 2012.  “España es la única de las grandes economías de la zona euro –destacó su secretario de Comercio, Jaime Garcia-Legaz-  que registra un crecimiento en las exportaciones” (23/08/13).

Después de la intervención verbal del BCE, prometiendo adquirir bonos de aquellos países que los necesitasen, provocando la baja de las primas de riesgo, los endeudamientos públicos en los Estados en dificultades siguieron creciendo, como consecuencia de la propia crisis financiera.  España, por ejemplo, pasó de tener uno de los niveles de endeudamiento menores de la UE (36,3% del PIB en 2007)  a más de un 90% del producto en junio, de acuerdo a las estadísticas de su banco central, llegando al 90,3%.  Ello es una consecuencia de los elevados déficits presupuestarios estimulados en parte por las propias políticas de ajuste, mientras el endeudamiento privado favorecido  por los años de crédito fácil y operaciones especulativas, se aproxima al 220% del PIB, muy por encima también del promedio europeo.  En Italia, otro país con problemas,  la deuda pública es aún mayor  (130,3 del PIB), para tener su punto máximo de la región en el primer país rescatado, Grecia, alcanzando a 160,5% del PIB.

Una de las debilidades más grandes de la eurozona es la de su demanda interna.  Al finalizar el primer semestre su superávit comercial ascendió en doce meses de 12.300 millones a 17.300 millones de euros, como consecuencia ante todo de la caída experimentada por las importaciones, que dependen en alto grado del nivel de la demanda interna.  Este saldo comercial contribuyó también  a mejorar el cálculo del producto.

En la eurozona para salir de la situación en que se debate se precisa aumentar el gasto público.  Es decir actuar en forma inversa a las políticas de austeridad.  La flexibilidad de los ajustes fiscales puede producir un respiro momentáneo, pero no modifica la dirección fundamental de la política seguida, que es un factor directo del curso negativo actual en la economía de la eurozona.  “(…) es difícil encontrar en la historia de las ideas económicas –escribió con razón Antón Costas- un golpe intelectual igual que el que ha sufrido la idea de la austeridad como política para salir de la recesión” (18/08/13).

Por Hugo Fazio

El Ciudadano

 



[1] Véase, Grandes Desafíos, Cenda 2013, págs. 52-55.

[2] Paul Krugman.  De vuelta a la economía de la Gran Depresión.  Norma, 1999.

[3] Véase, Grandes Desafíos, págs. 76-80.

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